El director del Museo de la Memoria anuncia la programación 2014, centrada en la experiencia del exilio. "Nos dimos cuenta de que el país no había hecho una reflexión contundente". El 2015 el tema será el pueblo mapuche.
Desde que asumió como director del Museo de la Memoria el 2011, Ricardo Brodsky ha encabezado una batalla por demostrar que el tema de los Derechos Humanos va más allá del contexto político.
Una tarea difícil, considerando que la institución se hace cargo de registrar -y educar- en torno a las consecuencias del Golpe de 1973 en el país. De hecho, este año la programación estará dedicada al asilo y exilio (ver recuadro).
Para esto, el centro cultural posee una colección estremecedora que abarca desde cartas escritas por hijos de detenidos desaparecidos o instrumentos de tortura, hasta inéditos registros audiovisuales de los años 80 que fueron usados en series top del año pasado como "Los archivos del cardenal" o "Ecos del desierto".
Un acervo documental que provocó una comentada carta de la entonces directora de la Dibam, Magdalena Krebs, el 2012, quien denunció a El Mercurio una supuesta "limitación de su función pedagógica" al centrarse en las violaciones de los DD.HH. y no en el contexto anterior a 1973.
Brodsky le respondió que la misión del Museo es, justamente, dar a conocer a las nuevas generaciones esas violaciones, "cometidas por agentes del Estado durante la dictadura".
Algo que sintoniza con el plan del ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, de implementar nuevos contenidos en los planes de estudio que enfrenten temas como "memorias de la dictadura" o la "lucha por la vigencia de los DD.HH. en el país".
-Después de la conmemoración de los 40 años, hay un consenso en el país en torno a la necesidad de defender los DD.HH.
- Sí, porque se entendió la idea de que son un imperativo moral, independiente de cualquier coyuntura política. Es algo con lo que tú naces y es una obligación de los chilenos respetarlos, más allá de cualquier contexto o circunstancia puntual.
-Ahora en el Museo está el tema del asilo y el exilio. ¿Cree que nuestra memoria aún no está conectada con esta experiencia?
- Exactamente. El año pasado saltó a la vista la necesidad de reconocer esta situación vivida por miles de compatriotas. Nos dimos cuenta de que el país no había hecho una reflexión contundente. Es un tema que relevante hoy, no sólo en las familias que lo padecieron, sino que también en la cultura y la política. Queremos exponer las muestras de solidaridad hacia el país e intentar entender por qué fueron tan intensas con nuestro país. Sin el exilio no se entiende ni el hip hop... ni la salsa!
-¿Por qué cree que el caso chileno conectó con países tan diferentes como Japón?
-Tiene que ver con la experiencia traumática de tener, por un lado, todo lo que representó Allende y su gobierno, frente a la imagen brutal de La Moneda incendiándose o Pinochet con lentes oscuros. En el extranjero se sintió muy fuerte lo que pasó en el país.
El Museo registró el año pasado un récord de 128.992 visitantes. Casi 50 mil personas más que el 2012. Para los extranjeros es un punto obligado para conocer la historia reciente del país. Para los estudiantes, está contemplado en los programas de estudio. De hecho, cuenta con un equipo especializado para visitas guiadas, talleres o archivística.
"Quedamos muy contentos con la respuesta del público. Porque formamos parte de una conmemoración que conectó a toda la sociedad chilena", explica.
-¿Esto conecta con la nueva dirección de la Dibam de Alan Trampe?
-Nosotros sólo tuvimos una discusión con la anterior directora, Magdalena Krebs, no con la Dibam. Trampe es un historiador que trabajó el proyecto del Museo desde el principio, lo conoce muy bien. Con él se abren nuevas oportunidades para este proyecto.
-Si este año es el exilio, ¿cual será la próxima temática?
-Tuvimos una larga conversación con el directorio sobre la idea de abrirse a nuevos temas. Así, decidimos el 2015 centrarnos en la problemática de los pueblos originarios y su relación con el Estado de Chile. Es necesario entender y crear conciencia. Esa es nuestra misión.
