Con su familia y mascotas, aterriza el domingo 11 de mayo en Santiago el dibujante del momento. El artista francés firmará libros y se reunirá con ilustradores, para mostrar su trabajo -a medio camino entre Tim Burton y Disney-, el que lo ha llevado a exponer en Tokio, Roma y Madrid.
Y las razones están -literalmente- a la vista en su treintena de libros publicados hasta la fecha: texturas rojizas, ambientes melancólicos y personajes darks, con ojos grandes y rostros excesivamente pálidos.
Sus trabajos -que editan y exponen en galerías como Circus de Roma o Maruzen de Tokio- no sólo han llegado al mercado hispanoamericano gracias a la editorial Edelvives o una mediática exposición en el Museo ABC de Madrid en diciembre, donde aprovechó de lanzar dos libros: "Swinging Christmas" y "Nuestra Señora de París".
Esa misma energía -que lo hace publicar varios libros al año- lo llevará a presentarse por primera vez en Chile.
Llegará el domingo 11 de mayo a Santiago, con una comitiva que incluye a su pareja, el guionista Sebastien Perez (con quien escribió "Genealogía de una bruja"), sus mascotas, sus padres y gente de la editorial.
El lunes 12 firmará ejemplares en la Librería Contrapunto de Costanera Center, sello que distribuye acá sus obras. Luego, el martes entre las 17:30 y 21:00 estará firmando en Plop! Galería.
El País de España elogió "su peculiar universo onírico, a medio camino entre el mundo mágico de Disney y el ambiente gótico de Tim Burton". En The New York Times, por otro lado, sus obras ingresan sin problemas en el top ten de los libros más vendidos.
Nunca tiene problemas en aparecer con sus dos perros y su caótico escritorio en revistas de diseño, mostrando cómo nacen sus piezas.
Describir su trabajo en palabras, no permite atrapar su universo.
Lo mejor es chequear las influencias de las que él mismo habla: Edward Gorey, "El extraño mundo de Jack", de Tim Burton, las historias extraordinarias de Poe, las películas de Disney, el manga, los trabajos de Leonardo Da Vinci, Pedro Almodóvar, los pintores flamencos del Quattrocento y la fotografía ilustrada.
En España ha vendido más de 100 mil ejemplares y han sido celebrados como auténticas obras de arte. Aunque muchos señalan que sus ilustraciones serían mejor comprendidas por los adultos. "Los padres tienen más miedo a mis libros que los niños. Con (el libro) «Los amantes mariposa» los adultos se lamentaban: «Oh, es tan triste»... Y los pequeños razonaban: «No, están tan enamorados que se han convertido en mariposa»", señalaba en una entrevista. Allí mismo lanzaba: "No hay que sobreproteger a los niños con historias dulzonas"
Ya está disponible su versión de "Cuentos macabros", de Allan Poe, con traducción hecha por Julio Cortázar; "El herbario de las hadas", su particular versión de "Blancanieves";"Melodía en la ciudad" y "Genealogía de una bruja", cada uno con una cuidada edición y diseño particular. Estupendas oportunidades para sumergirnos en el mundo de uno de los autores más solicitados del mundo.
En sus obras, la desgracia y la tragedia está muy presente. "Desde los seis años la muerte es una cuestión que se plantea mucho. Mi madre es psicóloga y he hablado mucho de ello... En mi libro «Genealogía de una bruja», aparece la hija de una amiga. Es su cara, pero la he pintado sin piernas ni brazos, un horror. Nos daba miedo su reacción, pero su madre le enseñó el dibujo y le preguntó «¿Te molesta?», y contestó: «No, al menos puedo rodar»".
No repetirse es básico en su política de trabajo, por lo tanto cada obra es distinta a la otra. También la verosimilitud: "Mis personajes no sonríen constantemente enseñando todos los dientes, pues en mi opinión la vida es así: Uno no se ríe todos los días. Los personajes pasan por momentos distintos. Es verdad que soy un poco melancólico, pero no es ni mucho menos una constante", ha señalado.
Cualquier edición de Lacombe, se caracteriza por el extremo cuidado de edición, que abarca desde la tinta hasta el tamaño del volumen. Él mismo lo desea así, como señaló al diario El Mundo: "De las industrias culturales, la del libro es quizás la que mejor está por el momento ante la crisis".
Así, para él, con la desmaterialización de las cosas,"el libro «objeto», de edición cuidada, está encontrando un lugar preferente entre los lectores".
Dice que esa visión artística del libro, es capaz de crear un vínculo distinto con el lector, a diferencia de los textos tradicionales y de fabricación industrial.
Aunque, como él mismo señala su raíz está más cerca del neoyorkino Edward Gorey, famoso por mezclar violencia y estética gótica en los años cincuenta, el referente más obvio con que se le compara es con Tim Burton.
En esa misma entrevista dice: "Es siempre un halago, pero pasa siempre que con los ilustradores cuando utilizan un aspecto gótico, sombrío u oscuro. En mi caso, creo que las diferencias empiezan porque yo no utilizo el humor".
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