El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, prácticamente se instaló en la V Región para llevar las coordinaciones del incendio al más alto nivel, para lo cual instaló su residencia temporal en la casa de huéspedes de Cerro Castillo.

De hecho, el mismo sábado en la tarde se fue a la Onemi en Santiago para conocer de primera fuente la evolución del desastre. Enterado de la magnitud que adquiría, se subió a un helicóptero para aterrizar en Rodelillo (único lugar donde podía, por razones climáticas), y literalmente madrugar en la Intendencia porteña: Se incorporó al comité operativo de emergencia, recibió los reportes actualizados de los daños y organizó las tareas de emergencia... actividades que lo mantuvieron en el lugar hasta las 6 AM. Un pequeño break para ducharse en Cerro Castillo y de vuelta a la sede del gobierno regional y -ya con luz de día- recorrer las zonas afectadas.

Lo primero fue Las Cañas, donde al secretario de Estado se lo vio emocionado con los relatos de la gente que perdió todo, y la dantesca imagen de las casas transformadas en cenizas y los autos quemados.

El lunes, su agenda incluyó sobrevuelo de las zonas más afectadas, y el traslado a los centros donde se organiza la ayuda. Luego en la Intendencia para un reporte oficial (el segundo bajo su cargo).
Sostuvo en el día reiterados contactos con la Presidenta y hasta se "arrancó" al aeropuerto Torquemada de Concón para recibir las avionetas que envío Argentina para ayudar en el combate del fuego.

Dependiendo de cómo evoluciona la tragedia en las próximas horas, Peñailillo evaluaría retornar a Santiago, pero dejaría a parte de su equipo monitoreando el trabajo en terreno.