Hemos mencionado los Arcanos Mayores del Tarot numerados del 1 al 4: El Mago, La Sacerdotisa, La Emperatriz y El Emperador, pero siempre como implícitos de Arcanos Personales. ¿Es que no hay personas que tengan como su Arcano, alguno de éstos? La forma de cálculo que hemos estudiado, establece la sumatoria de tres columnas, por lo cual la cifra mínima sería 3. Nadie es El Mago o La Sacerdotisa. Pero tampoco alguien puede ser La Emperatriz, porque la suma de tres fue solo posible en el año 1.000.
ARCANO 4: EL EMPERADOR
¿Y El Emperador? Solo lo son las personas nacidas en 1 de enero de 2.000.
¿Cómo son las personas cuyo Arcano es el Emperador? Se trata de personas con mucha energía masculina (energía activa), gran sentido del poder y de la autoridad, seguros de sí mismos y que sienten el imperativo de conducir a los demás.
Interesados en el mundo, reconocen sus propios límites, pero no se detienen en ellos. Su idea será siempre extremarlos e incluso superarlos, ya sea en sus deseos, intereses o actividades laborales. Personas sin matices, de extrema seriedad y rigor consigo mismas y con los demás, querrán tener siempre la última palabra en cualquier controversia o discusión.
Fuertes, resueltos, combinan el poder con la pasión, y se les puede aplicar aquella frase del Apocalipsis de Juan: "De pie, sentados en su trono", porque están siempre listos para partir ejerciendo el poder en todo momento.
LOS IMPLÍCITOS 1, 2 Y 3
Quienes tienen como implícito a El Mago, saben que en ellos hay muchas posibilidades para estar continuamente iniciando procesos nuevos y disponen de todos los recursos personales para la tarea que están realizando. Porque El Mago es el transformador, capaz de cambiar toda la realidad que se proponga y para ello dispone de los recursos de la realidad y de su propio desarrollo espiritual que le permite recurrir a su dios. El Mago es el iniciador, el que ha afirmado su ser, que proclama su identidad con la frase "Yo Soy", sabiendo que pertenece al mundo trascendente y al mundo concreto que ha elegido.
Quienes tienen como implícito a La Sacerdotisa, tienen un contacto privilegiado con la sabiduría y una especial facilidad para, mediante la intuición, conocer la realidad sin mediar esfuerzo. Eso sin embargo, no los hace menos esforzados, sino por el contrario, su trabajo es siempre esmerado, sus estudios atentos y profundos, porque saben esencialmente que ellos han venido a prepararse para situaciones importancia. Tal como todos, cuando estamos en el útero materno, nos preparamos para asumir la condición de humanos. Este arcano provee a la persona de paciencia, capacidad de esperar, de aprender y de conocer los secretos más profundos.
Quienes tienen como implícito a La Emperatriz, son aquellos que nacen con una particular necesidad de ser acogidos, protegidos, cuidados, abrazados por su madre. Necesitan de madre y justamente por ello, como parte de las bromas que la vida nos juega, no les es fácil tenerla. Y también tienen una enorme capacidad de acoger y cuidar, aunque con la impaciencia propia de quien sabe lo que él y los otros necesitan, pero que le cuesta recibirlo.
UNA TAREA COMÚN
Todos los seres humanos debemos conocer y experimentar la energía básica de estos cuatro arcanos. Así como en los primeros años de vida se construye el ser humano, también estos 4 arcanos mayores dan una base que puede ser fundamental para todo el desarrollo posterior. De cierto modo, como nos enseñó el maestro Pitágoras, los cuatro primeros números suman 10, es decir, el mágico número de los dedos de las manos y con ellos se hace todo. Ellos son "totalidad" y de esa manera debemos entender estas energías básicas que nos hacen reconocer que somos, que nos encarnamos, que somos energía femenina y energía masculina. Eso es lo común a todos los seres humanos y nuestra tarea es afirmar la identidad, aprender a ser humanos y vivir las experiencias de padre y madre en nuestra intimidad fundamental.
