Perteneció a una secta satánica, afirma que comenzó a matar a los 13 años y que no se arrepiente porque era "gente que hacía cosas malas".
Miranda Barbour dijo que "si fuera puesta en libertad, lo haría de nuevo".
Miranda confesó ser la autora del crimen de Troy La Ferrara en noviembre pasado, y que lo cometió junto a su marido, Elytte Barbour, de 22 años, simplemente "por diversión". |
Ambos pusieron un anuncio falso en el sitio web Craiglist, en que ella ofreció sexo por 100 dólares. Cuando el hombre llegó a la cita, Elytee le ató un cordón de cable alrededor del cuello y Miranda le dio 20 puñaladas.
La pareja llevaba solo tres semanas de casada en el momento del asesinato, y solo querían matar a alguien juntos, informó la policía. El cuerpo de La Ferrara fue encontrado en el patio trasero de una casa en Sunbury, una pequeña ciudad a unos 100 kilómetros al noroeste de Filadelfia, el 12 de noviembre. El último número marcado en su teléfono celular llevó a la policía a los Barbours, según las autoridades.
Un reportero que seguía el caso para el Daily Item fue contactado por la muchacha desde la cárcel, para ofrecerle una entrevista. Según el periódico norteamericano, la entrevista telefónica fue grabada y en ella la acusada confesó haber asesinado a por lo menos 22 personas: "Dejé de contar cuando llegué a 22".
De ser cierto, Miranda Barbour podría ser la asesina en serie más joven que ha existido en los Estados Unidos. El caso tiene conmocionados a los norteamericanos y hay quienes han recordado la historia del personaje Hannibal Lecter, en especial cuando la muchacha dijo que sólo ha matado a gente que hace cosas malas, de modo que no se arrepiente.
En la entrevista desde la prisión del condado de Northumberland con el Daily Item, Miranda Barbour dijo que fue víctima de violación a la edad de cuatro años y que cuando tenía trece decidió unirse a una secta satánica en Alaska. Poco tiempo después cometió el primer asesinato.
La primera vez que participó en un homicidio, dijo, fue acompañando al líder de la secta, quien en un callejón le disparó a un hombre que le debía dinero. Luego, ella disparó el arma en contra del mismo hombre.
En los tiempos en que convivió con los miembros de la secta en Alaska quedó embarazada y sufrió un aborto causado por drogas que los mismos satanistas le dieron, aseguró. Y también dijo que en los tres años siguientes consumió distintas drogas.
"Me acuerdo de todo. Es como ver una película", dijo la muchacha al Daily Item y aseguró que daba la entrevista porque "siento que es el momento de decir todo. No me importa si la gente me cree. Solo quiero sacarlo".
Barbour y su esposo enfrentan varios cargos, incluyendo el de homicidio criminal.
Los dichos de la presunta joven asesina llegaron a la Policía de Estados Unidos a investigar varias muertes ocurridas en Alaska, Texas, Carolina del Norte y California, lugares donde vivió la muchacha, para chequear si tienen alguna conexión. "Podría ser real su versión", reconoció un jefe de la policía.
Miranda tiene un hijo de un año, y según sus conocidos parecía ser "una madre modelo". El padre del niño falleció y su muerte es parte de la investigación.