Policía de Investigaciones ya identificó el modus operandi de los delincuentes. Existen robos "ocasionales" y otros "especializados". Asaltos en ciclovías comienzan a preocupar a las organizaciones de pedaleo. En los últimos cinco años se han registrado 2.724 detenciones por este tipo de delito, según cifras de Carabineros.
"Me robaron mi bicicleta nueva desde el estacionamiento del gimnasio al que voy (en avenida Portugal, Santiago centro). ¡No me duró ni tres días! La dejé amarrada con cadena, junto a las otras bicis... pero los ladrones eligieron la mía porque se notaba que era buena y estaba impecable. A las otras les sacaron los asientos y algunas ruedas delanteras. Hice la denuncia, pero nunca supe más de ella".
El que habla es Andrés Escalona (35) y su queja grafica lo que muchos chilenos viven a diario en nuestro país. Según los antecedentes que manejan la Policía de Investigaciones y algunas organizaciones de ciclistas, el robo de bicicletas es un delito que va en aumento... muy a la par del auge en el uso de este medio de transporte.
De acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Investigación para la Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello, el uso de bicicletas se duplicó en los últimos cinco años, marcando una tendencia comparable con ciudades de Estados Unidos. Otro dato: el 7% de los santiaguinos se moviliza pedaleando.
"Todos los días nos llega un nuevo aviso de robo", cuenta Felipe Araos , del Movimiento Furiosos Ciclistas (MFC). La mayoría de las denuncias, añade, "son de bicicletas que estaban estacionadas y que les rompieron el candado o la cadena, o porque las dejaron en la entrada de un edificio sin ningún elemento de seguridad". Los ladrones, dice Araos, "actúan rápido, con sólo un minuto les basta".
Así, por ejemplo, le pasó a Claudia Arellano (33). Ella es geógrafa y desde adolescente se moviliza sólo en bici: "Era mi regalona. Un día fui a buscar unas cosas que se me quedaron en la oficina (en Obispo Donoso con Providencia), la dejé en el mismo lugar de siempre, con cadena. Entré al edificio, fueron cinco minutos, y cuando salgo ya no estaba".
Escalona, la víctima de calle Portugal, agrega que "lo que más rabia me da es que nadie se hace cargo. En mi caso, en el gimnasio me dijeron ' mala pata ', a pesar de que el estacionamiento lo pusieron ellos. Yo creo que deberían hacerse responsables, igual que los estacionamientos de automóviles en los malls o supermercados".
Araos, de «Furiosos Ciclistas», asegura que son varias las modalidades de robos que ocupan los delincuentes. La más común es que se llevan las que están estacionadas: "Cortan el candado. Esto se da mucho en las comunas de Santiago y Providencia, que es de donde nos llegan más datos de robos. Es clave ocupar un buen sistema de anclaje".
Otra forma de robo que ha comenzado a hacerse frecuente es la de los asaltos en las ciclovías. Los reportes de los "furiosos" identifican este delito, principalmente, en los ejes Tobalaba y Andrés Bello (en los parques). "Siempre tenemos alertas de ciclistas asaltados, porque son ciclovías donde hay árboles y arbustos, donde los tipos se esconden".
Los robos "se producen cuando empieza a oscurecer, a partir de las 20:00 horas... justo cuando las personas van de vuelta a sus casas o salen a pasear y hacer ejercicio".
El subprefecto de la Brigada Investigadora de Robo (Biro) Oriente de la PDI, Luis Concha , diferencia a los ladrones en dos tipos: "El ocasional y el especializado".
El primero, explica el policía, "roba una bicicleta que está al paso, y por lo general son bicicletas comunes. La toman de un edificio, de un antejardín y buscan comercializarla lo más rápido posible, a un bajo precio. La idea es deshacerse de la evidencia rápido".
Y apunta: "El delincuente especializado conoce de bicicletas y puede saber cuál sirve para competición, cuál es de montaña, cuál es de aluminio extradelgado, de marco de carbono, etcétera. Entonces roban esas bicicletas, que parten en un avalúo de entre $500 y $800 mil".
El lugar donde operan este tipo de ladrones es diferente: "Buscan sectores de nivel socioeconómico más acomodado o donde se practica algún deporte. Puede ser un parque, cerro o pista de competición", asegura el subprefecto.
El funcionario de la PDI agrega que en la medida en que las personas estén dispuestas a comprar una bicicleta de dudosa procedencia, el robo no va a disminuir: "Es muy raro que una persona robe la bicicleta para usarla. Por lo general se roba para desarme, se venden el marco, los aros, el sistema de frenos, y si son de competición, el sistema de cambios y amortiguación. Todo por separado. En el mercado negro el valor de un repuesto es mucho menor al que tiene la pieza original".
-¿Dónde se venden?
-En ferias informales y sitios de repuestos. También en internet, que se usa mucho para reducir especies robadas, porque las empresas administradoras de las páginas no controlan la procedencia del artículo ofertado.
En el espacio virtual la oferta de bicicletas va desde los $60 mil hasta $1.000.000. También se expone una amplia gama de accesorios y repuestos.
Para contrarrestar este fenómeno, los ciclistas han creado alertas en las web de sus propias agrupaciones, como "Bicicultura", "Recicleta", "Arriba E La Chancha" y el mismo "Furiosos Ciclistas". Aúnan fuerzas, y a través de las redes sociales publican fotos y pantallazos de las bicicletas robadas que estén a la venta. La idea, explican, es "funar" una futura compra.
El subprefecto Concha sostiene, asimismo, que hay lugares establecidos, como el Persa Biobío, donde ha crecido la venta de bicicletas robadas: "Hay muchos comerciantes honestos, pero también hay gente que no es propietaria de un local, inescrupulosa, y que se dedica a la venta de bicicletas por partes".
Los reportes de los afectados que reciben en "Furiosos Ciclistas" también apuntan al Persa Teniente Cruz. Felipe Araos cuenta que, incluso, han visto bicicletas enteras a la venta: "Nos han llegado avisos de gente que ha recuperado sus bicicletas porque las ha ido a buscar a los persas y las compra. El problema es que muchos no siguen el procedimiento policial de hacer la denuncia".
Según las cifras que maneja Carabineros de Chile, desde 2009 a la fecha se han registrado 2.724 detenciones por este delito. "La mayoría se cometen en el domicilio particular, seguidos de la vía pública y recintos comerciales", indicaron.
En los locales de bicicletas del barrio San Diego sólo hay resignación. Día a día les roban bicicletas y repuestos por valores que pueden llegar a los $5 millones.
"Tenemos identificados a los ladrones. Vienen dateados a sacar bicis caras. Cuando las sacan, arrancan, e inmediatamente se las llevan a Argentina, donde no las podemos identificar", cuenta Miguel Quitral, dueño de "MaqBikes".
Otra de las quejas de los locatarios es que los reducidores llegan al barrio para vender partes robadas a precios muy bajos. "Hay veces que vienen y traen marcos o frenos de disco, que si fueran nuevos costarían sobre los $200.000. Ellos los ofrecen a $80 mil. Claramente son robados", asegura Juanito Mena, dueño de "El Rey de Las Bicicletas".
Cosa distinta sucede en algunos talleres mecánicos: "Si vienes con la bici, te la revisan y te ofrecen un repuesto que les 'quedó sobrando'. Esos son los robados", apunta un vendedor del barrio.
Los locatarios acusan que, además de la calle San Diego, los lugares donde más se revenden artículos robados son el persa Biobío o en la avenida Teniente Cruz, en la comuna de Pudahuel.
Felipe Araos, de los "furiosos" ciclistas, sostiene que para mejorar la seguridad en torno a las bicicletas es necesario reforzar la vigilancia de los espacios públicos, destinados para estacionamientos.
Y, como siempre, el autocuidado es esencial: "Hay que invertir. Lo más recomendado es el candado U- lock , que tiene forma de U, es el más seguro. Pero hay que comprar uno bueno, ojalá que no sea chino, porque hay algunos que son muy delgados y que se rompen solos. En nuestra web nosotros recomendamos un par de marcas, que son buenas, y los valores van desde los $17.000". Idealmente, añade, el fierro debe tener un grosor de cinco centímetros.
La forma de anclar la bicicleta es también es importante. Los "Furiosos Ciclistas" recomiendan "enganchar el marco y también la rueda" al soporte del estacionamiento.
Sobre lo que puede hacer la autoridad, Araos es claro: "Se necesitan más cámaras y vigilancia en las zonas con mayor riesgo". Por su parte, el subprefecto Concha llama a los usuarios a "tomar nota del número de serie de la bicicleta y de todos los sistemas anexos que posea. Generalmente la gente nunca lo hace, con ningún artefacto, pero si llegan a robarla es mucho más fácil detectar el artículo".
En el mercado, además, existen sistemas para marcar las bicicletas en un registro web.
"Me han robado tres veces mi bici"
Hasta hace un tiempo la actriz de Canal 13, María José Bello , utilizaba regularmente su bicicleta para desplazarse por Santiago, sobre todo en las horas de alta congestión vehicular. Pero todo cambió luego de que fuera víctima de robo en tres ocasiones, a pesar de que siempre las dejaba aseguradas con candado.
"La primera me la robaron en los estacionamientos ubicados en Providencia, otra en las cercanías del Drugstore y la tercera en Ñuñoa", relata.
"La lata es que, en cada oportunidad, había invertido una buena suma de dinero para adquirir una nueva, de buena calidad", dice la actriz, graficando su frustración.
-¿Qué se puede hacer al respecto?
-No existen estacionamientos de cletas con guardias de seguridad, ni tampoco locales comerciales que permitan ingresar con ellas.
