Nacional
Compartir | | Ampliar Reducir

La Rueda de la Fortuna y su implícito, El Ermitaño y La Fuerza

por:  Jaime Hales
sábado, 08 de febrero de 2014
Imagen
Imagen
Imagen
jQuery Carousel

CARTA 10 / LA RUEDA DE LA FORTUNA


Es éste el más antiguo símbolo esotérico: la rueda que gira desde el centro divino y que nos muestra que el mundo está en constante movimiento. Cuesta al ser humano aceptar que su voluntad incide poco en los movimientos y los ciclos que lo afectan. Por eso su tarea es aceptar esa circunstancia y ser capaz de descubrir su ritmo y su sentido. Debe frenarse ante la tentación de controlarlo todo, dejando fluir una energía de cambio y movimiento, asumiendo los procesos propios de la edad, de la época y de las tareas kármicas, que son aquellas que vienen desde las encarnaciones anteriores. La tentación de imponer un ritmo, una mirada, un sistema, es una propuesta de control que debe desechar.

Quien es Rueda, deberá contribuir al mundo con todo su ser, aunque el mundo no reconozca su contribución. Su papel emana de esas encarnaciones previas que le entregarán el mensaje necesario

Permitir que las cosas sucedan, viviendo el plan en el marco de la sencillez y sacando a relucir el mago interior, sólo cuando es requerido. Porque El Mago es su arcano implícito y es quien le da la capacidad de hacer lo que debe: tiene en sus manos todos los recursos y siempre estará iniciando un nuevo proyecto: "en sus ojos siempre hay un barco que llega y otro que parte", dijo el poeta.

CARTA 9 / EL ERMITAÑO


Si bien un ermitaño es un hombre solo, este nombre en el Tarot nos relaciona más bien con un maestro o un peregrino, que recorre los caminos solo, pero cerca de la gente, pues les trasmite sabiduría. Justamente con ello nos relaciona la carta: el reconocimiento de la propia sabiduría interior, de la necesidad de hacerla consciente y luego entregarla a las personas que conforman su mundo.

Silencio, prudencia, soledad, iluminación del entorno con la luz que nace del alma, de la palabra, del amor. Es necesario vivir con profundidad los procesos personales, pero sólo con el sentido de conectarse mejor con las demás personas y no quedarse encerrado en sí mismo. Se tratará de atreverse con sus propios recursos, sin brillar con lo ajeno. Cuidado con creer que es mejor ser címbalo que resuena por mano ajena, que el instrumento que genera su propio sonido, su propio canto, su propia melodía, su propia voz interior.

El Ermitaño ayuda y guía a los suyos, pero también aprende ellos tanto como de su propia interioridad

Es la hermosura de la sabiduría pendiente, desde tantas vidas, que en ésta debe asumir, conocer y entregar.

CARTA 8 / LA FUERZA


Antes de iniciar el camino del desarrollo personal, el ser humano debe ser capaz de mirarse a sí mismo en su forma más elemental. Y eso es saber que es un ser de contradicción: cuerpo y alma que se funden para generar un ser singular. Y - en una mirada integradora - lo material y lo espiritual deberán ser reconocidos en la tensión que se produce. Consciente de las fuerzas contradictorias, de que residen en mí, asumo un proceso de "domesticación", generando amistad entre ellas.

Pero lo más importante es que esas fuerzas viven y la persona tiene la capacidad de actuar y desarrollarse a partir de cada una de ellas y de ambas en su conjunto. Por lo tanto deberemos vivir nuestra capacidad de acción, nuestras pasiones, nuestra sexualidad y nuestros amores en toda la intensidad, con ternura, piel y comprensión.

Persona de gran capacidad de conexión con los demás, es percibida como fuerte y con importante presencia en todas las áreas, tanto intelectuales como físicas. Maneja los temas con propiedad, facilidad y certeza. 

Queremos conocerte. Por favor, responde esta encuesta.
Redes sociales
Redes sociales
Portada

Cerrar

img