El director Diego Matte se siente satisfecho por este cambio que incorpora por primera vez una reflexión sobre el pasado, que tradicionalmente había quedado "anclado" en el Golpe de 1973. Algo que no le ha gustado a todo el mundo.
El Museo Histórico Nacional está presentando por primera vez una exposición de objetos, instalaciones, videos, fotografías y pinturas que documentan el pasado reciente de Chile, incorporándolo por primera vez a su muestra permanente. Estas 120 obras forman parte de la muestra "Efemérides: Fragmentos selectos de la historia reciente de Chile" y que forma parte del proceso de renovación de la institución, que anteriormente cerraba su "relato" en el Golpe de Estado de 1973.
El curador Cristián Silva, profesor y artista visual, señala que "los artistas convocados a este proyecto han explorado la noción de archivo, documento, testimonio, monumento, memoria, reliquia, recuperación, trauma, tragedia, tesoro y ruina, investigando intuitivamente en sus propios universos personales y también en el ámbito colectivo más sensible de nuestras comunidades. En ese sentido, el patrimonio objetual del Museo Histórico Nacional ofrece una posibilidad única de relacionarse con la historia de manera casi directa". Entre los artistas participantes destacan Magdalena Atria, Catalina Donoso, Arturo Duclos, Paz Errázuriz, Jorge González Lohse, Nury González, Alejandra Wolff y Enrique Zamudio. La idea es presentar una diversidad de miradas y de generaciones en torno a la reflexión por nuestra historia reciente.
El director del Museo, Diego Matte, cree que es interesante "abrir" la institución a un lenguaje artístico contemporáneo considerando que aquí se exhiben obras mayoritariamente del siglo XX, XIX o incluso anteriores. Asimismo, la diversidad de objetos permite generar variables que los artistas han explorado con mucha creatividad.
"Por otro lado, la historia de Chile y la iconografía de los grandes eventos nacionales son un material excepcional para el arte contemporáneo, el cual tiene mucha libertad para proponer miradas críticas y reflexivas. Asimismo, se enmarca en esta apertura y diálogo que el Museo ha estado realizando con su muestra permanente y la comunidad, y esta es una manera distinta de leer la muestra y poner en tensión ciertos elementos", explica Matte.
-¿Por qué hay que recorrer y visitar "Efemérides"?
-Porque es una forma distinta, lúdica y sorprendente de visitar la muestra permanente, con obras de calidad, que se insertan con mucha inteligencia dentro del Museo. Asimismo, las obras son de destacados artistas chilenos. Es una exhibición inédita, nunca antes se había intervenido un museo histórico de esta manera, lo cual debiera ser de interés, ya que permite una lectura rica y distinta del Museo y sus colecciones.
-Con la muestra en museo se abren sus puertas a nuevas audiencias...
-Efectivamente, con esto el Museo se abre a un público más sofisticado, y también a uno más joven. El MHN se acerca al mundo del arte moderno, y a las galerías de arte, curadores, artistas, escuelas, etc. Pero pone también en tensión y en alerta a nuestro público más tradicional que ve en esta intervención una irrupción, ante lo cual se ve descolocado, generando tanto rechazo como agrado. El Museo es un lugar de encuentro, y no debe quedar encasillado dentro de moldes o etiquetas. No somos el Museo de un sector más conservador de la sociedad ni de una tradición colonial o aristocrática. Somos el Museo de la Historia de Chile, de todo Chile, y aquí deben convivir y dialogar todas las formas del ser chileno, las heroicas, las anónimas, las antiguas y las modernas.
-Ya con un mes de la exposición de esta muestra permanente, ¿cuáles son las reacciones del público?
-Hemos recibido muchas felicitaciones, especialmente de un público más especializado, vinculado al arte, pero también varios reclamos. La gente siente que las obras menoscaban a los personajes históricos, o incluso reclaman porque según ellos no corresponde ver obras contemporáneas en un espacio como este. Hay también un grupo que se ha referido de forma poco respetuosa a la muestra, mostrando bastante desconocimiento de la trayectoria de muchos de los artistas presentes como de Arturo Duclos o Paz Errázuriz. Contra eso no se puede hacer mucho la verdad. Probablemente, si vieran lo mismo en Europa lo aplaudirían, la gente es muy conservadora. De todas formas, nos gusta mucho ver que la gente reclame porque eso significa que siente apego por este lugar.
Museo Histórico Nacional. De martes a domingo, entre 10:00 y 18:00. Entradas: $600 y $300. www.museohistoriconacional.cl
