Según LyD, en los últimos siete años el reajuste al sector público ha superado el incremento en el índice de remuneraciones, sin el aparato estatal, que mide el INE. En Cieplan opinan que esta evolución de los salarios debería atraer mejores técnicos y profesionales al servicio público.
El acuerdo que logró sellar hace algunos días el gobierno con los 14 gremios que integran la Mesa del Sector Público sobre el reajuste de remuneraciones para el año 2014 puso paños fríos al clima de conflictividad social que en las últimas semanas vivió el país con los paros de los empleados fiscales.
Un triunfo para Hacienda, considerando que el 5% de reajuste acordado es casi cuatro puntos inferior al 8,8% de incremento salarial que pedían los trabajadores públicos y sólo 0,6 puntos por encima de la oferta inicial del gobierno.
Según Libertad y Desarrollo, este reajuste -que actualmente se tramita en el Congreso- reafirma la tendencia que ha mostrado nuestra economía en los últimos siete años donde los funcionarios públicos han mejorado sus remuneraciones por encima de los del sector privado.
"La situación de ingresos de los empleados públicos ha mejorado en forma importante frente a los trabajadores del sector privado. En los últimos años el reajuste al sector público ha superado al índice de remuneraciones (excluyendo la administración pública) que entrega el INE. Esta diferencia se normalizó en los primeros dos años del gobierno de Piñera, pero en 2012 y 2013 volvió a subir", señala la economista de Libertad y Desarrollo, Cecilia Cifuentes.
Agrega que el aumento real del gasto en personal público per cápita también está un poco más arriba del índice de remuneraciones. Y, por lo tanto, la brecha salarial entre trabajadores privados y públicos superaría el 4%. Esto, sobre todo si se considera que el reajuste al sector público es mucho mayor cuando se suman la serie de bonos y asignaciones que también contempla el proyecto (ver nota página 3).
"Estos beneficios son resultado de las presiones de los empleados públicos a través de huelgas ilegales. Hay un poder de presión significativo, que se acentúa en periodos electorales, y que en los últimos años ha elevado significativamente el gasto fiscal destinado a los trabajadores públicos. En los últimos dos años el gasto público en personal ha crecido más que el gasto público total", acota la investigadora de LyD.
Cifuentes precisa que el reajuste de las remuneraciones, que es lo que se conoce públicamente, representa en promedio cerca de 57% del costo total del proceso, lo que evidencia la necesidad de mantener también un control sobre el resto de las materias discutidas.
Para el economista de Cieplan, Jorge Rodríguez, "las estadísticas agregadas muestran que los salarios del sector público son menores que los del sector privado a nivel directivo, similares o algo menores a nivel profesional dependiendo de la institución, y algo mayores a nivel administrativo . En este sentido, la evolución de los salarios en el sector público debiese ser tal que permita atraer a los mejores técnicos y profesionales al servicio público".
La experta de LyD calcula que el costo fiscal de esta alza salarial al sector público, incluidos bonos, es un 9% real superior al del año pasado.
"En términos reales el reajuste es un 8,7% más alto del año pasado, lo que es bastante alto. Se crean una serie de bonos que no estaban el año pasado. Curiosamente el 2008 también se cerraron una serie de bonos especiales, por lo que uno ve el efecto de los periodos electorales en este tipo de negociaciones".
Agrega que "el reajuste otorgado para 2014, por ejemplo, tiene un costo fiscal de US$1.900 millones. Esto demuestra que la discusión del reajuste fiscal es por lejos el proyecto de ley más caro en cada año, lo que muestra su radical importancia en la estabilidad y sostenibilidad de las finanzas públicas", dice.
Las cifras de remuneraciones publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dan cuenta de la positiva evolución que han tenido los salarios fiscales.
En los últimos 12 meses los sueldos en la administración pública muestran un aumento de 6,7%. Otros dos sectores intensivos en mano de obra estatal son enseñanza (suben 4%) y servicios sociales y salud (4,6%).
En la medición de octubre el índice de remuneraciones del INE los sueldos en los otros sectores muestran una evolución dispar.
El sector construcción, con una expansión de 7,9% en doce meses, superan a administración pública. También muestran una positiva evolución hoteles y restaurantes (6,9%); actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (6,4%), y otros servicios comunitarios, sociales y personales (5,7%).
En el otro extremo electricidad, gas y agua y minería muestran expansiones salariales de 2,4% y 3,1%, respectivamente. El índice general de remuneraciones registra una variación mensual de cero por ciento y de 5,6% en los últimos doce meses.
En el último año el sueldo de las mujeres ha aumentado 6,2% y el de los hombres en 5,3%.
Según Cifuentes "lo complejo y costoso que resulta normalmente el proceso de negociación del reajuste del sector público evidencia la necesidad de avanzar hacia una reforma laboral en el sector público, cuyo norte debería ser tender a igualar las condiciones laborales que enfrentan empleados públicos y privados, con fórmulas de reajuste acordadas previamente, con criterios lo más conocidos y observables posible".
"Los números permiten mostrar la importancia que tiene el que el reajuste se mantenga en línea con lo que podría ser un promedio entre inflación pasada y esperada, ya que cuando ese criterio no se cumple, como ocurrió el 2009, el costo fiscal resulta muy elevado".
Según Rodríguez, la estructura "de salarios del sector público amerita ser analizada en su propio mérito, más allá de las coyunturas económicas específicas. En ese sentido, está pendiente en nuestro país una modernización del régimen laboral del sector público, de manera de compatibilizar seguridad con incentivos a la productividad".
Afirma que los recursos para el reajuste suponen que se encuentran ya provisionados en la ley de presupuestos de 2014, por lo que no representarían un aumento de gasto adicional. De todas maneras, desde una perspectiva de mediano plazo es importante monitorear la evolución del peso del gasto en personal dentro del presupuesto total, que hoy está en torno a 22%.
