Información entregada por el Servicio de Impuestos Internos permite mapear lo que ha sido la ley de financiamiento de actividades políticas desde su estreno. Los sectores; las regiones y el nivel de utilidades de los principales aportantes. Restricciones de secreto tributario impiden conocer quiénes hacen las millonarias donaciones.
Entre 2004 y 2010, las empresas que han hecho aportes a la actividad política han solicitado un total de $36 mil 428 millones en beneficios tributarios -valores actualizados a septiembre pasado-, de acuerdo a la información proporcionada por el Servicio de Impuestos Internos a «La Segunda», tras una consultad realizada vía Ley de Transparencia.
Cuando desde diversos sectores del país se reclama opacidad en el sistema de financiamiento electoral por parte del mundo privado, «La Segunda» solicitó al SII detalles de montos donados y sectores económicos a los cuales pertenecen las compañías.
La ley de financiamiento de campañas y actividades políticas de principios de la década pasada reguló por primera vez la donación a este mundo, permitiendo a las empresas efectuar aportes. A cambio, podían recibir una rebaja de hasta el 1% de la renta líquida imponible que corresponda al ejercicio en el cual se efectúa la donación (imputando a gasto este donativo).
Invocando restricciones relativas a la reserva tributaria, según el artículo 35 del Código Tributario, el servicio no entregó el nombre de los donantes ni tampoco las cantidades donadas cuando se trataba de un rubro económico en que 10 o menos contribuyentes hubiesen aportado, de acuerdo a normas de la OCDE.
Los $36 mil 428 millones donados no significa que hayan recibido efectivamente el beneficio tributario, dado que posterior a ello hay una revisión de Impuestos Internos si procede o no acoger la solicitud.
De hecho, las estadísticas de Impuestos Internos indican que en el mismo período de tiempo se realizaron aportes por $31 mil 141 millones que no calificaron para recibir la franquicia tributaria, dado que el donador no esgrimió tal figura o el servicio no consideró su pertinencia. En todo cado, fuentes entendidas en la materia advierten que dado que puede haber traslape entre ambos tipos de datos, no es posible sumar ambos para determinar cuánto totalizó en el período el aporte del mundo privado a la política.
Para lograr la franquicia las empresas deben efectuar las donaciones en dinero, registrarlas separadamente en los libros contables del donante y presentar el certificado que debe emitir para estos efectos el donatario (el partido o el candidato).
Este documento debe contemplar la identidad del donante, el monto de la donación efectuada y la fecha en que se realizó.
De acuerdo a los datos entregados por el SII, la mayor parte de lo donado proviene de las grandes empresas , principalmente de aquellas cuyas ventas superan el millón de UF al año: El 83% de los aportes que permitieron una rebaja tributaria provino de este grupo.
Por ejemplo, de los $13 mil millones donados por empresas y solicitantes del crédito fiscal en 2005, $11 mil millones son del grupo de 116 firmas clasificadas como las más grandes del país. Otro dato: En 2009, el aporte de este sector bajó un tanto, ubicándose en $8,5 mil millones (de $10,3 mil millones en aportes totales sujetos a franquicia tributaria), aportadas por 92 compañías.
En menor grado aparecen las ayudas monetarias de aquellas empresas que facturan entre 100 mil UF al millón de UF anuales.
¿A qué rubros pertenecen las compañías donantes?
En este punto, la información del SII es bastante parcelada, siguiendo las restricciones que justifican en normas de la OCDE: Algunos rubros no detallan montos, dado que los aportantes son menos de 10 firmas.
En términos históricos, y clasificadas según la mayor cantidad de compañías que aportan, el rubro de "intermediación financiera", "comercio", "industrias manufactureras no metálicas" e "inmobiliaria" llevan la delantera (ver tabla).
Mucho más lejos aparecen las empresas mineras y las de electricidad, gas y agua.
En todo caso, el que encabecen el ranking de los rubros que suman más firmas donantes no significa que sean las que más dinero entregan.
Por ejemplo, en 2005 un total de 53 empresas de intermediación financiera solicitaron franquicias por $3,2 mil millones por sus aportes. Pero el rubro minero, con tan sólo 13 donantes, sumó solicitudes por $1,6 mil millones.
En los años siguientes no se detalla el monto aportado por el rubro minero, dado que las firmas suman menos de 10.
La imposibilidad de determinar montos de donaciones se repite en otros sectores económicos del país, por lo reducido del número de empresas involucradas: Rubro agrícola y pesquero (5 o menos contribuyentes como máximo al año); construcción, hoteles, servicios de salud y establecimientos de enseñanzas.
En cuanto a ubicación geográfica, la mayor parte de los donantes se da en la Región Metropolitana, seguidos por las regiones del Biobío y Valparaíso.
Al observar la cantidad de donadores, las elecciones que mayor interés despiertan son la presidencial y parlamentaria.
La de 2009 fue donde más dinero se recibió por concepto de este tipo de donación: $ 27 mil 483 millones de 409 aportantes (la segunda vuelta entre Sebastián Piñera y Eduardo Frei también recibió aportes: $ 3 mil 849 millones).
Los comicios de 2005 recibieron $16 mil 783 millones (de 510 empresas) mientras que la segunda vuelta (entre Michelle Bachelet y Joaquín Lavín) $ 2 mil 65 millones.
Otro comicio interesante fue el de las municipales de 2008 donde se registran 373 aportes que significaron $12 mil 385 millones para esa campaña.
La información del SII no detalla los receptores de los fondos, dado que estos antecedentes de hecho los maneja en forma reservada el Servicio Electoral y no son atribución de Impuestos Internos.
La información del Servel en la materia no está consolidada para identificar donantes que hayan recurrido a los certificados que luego se anexan al SII, pues además el sector empresarial históricamente ha privilegiado hacer sus aportes bajo figuras de reserva legal.
Como ejemplo, en la elección presidencial 2009, el 35% del financiamiento fue de carácter reservado. Mientras que las campañas de diputados alcanzó al 41%.
Para el presidente de Chile Transparente, Gonzalo Delaveau, los antecedentes permiten tener un mayor acercamiento sobre el tipo de empresa que realiza los aportes de campaña y en qué momento se hacen.
-¿Qué explica que haya un interés mayor en las presidenciales y parlamentarias que en las municipales?
-Es bastante lógico. Pero en las empresas más pequeñas, la variacion es menor no sube tanto para las presidenciales, como pasa en las grandes empresa.
Eso demuestra que las elecciones presidenciales son nacionales y se eligen parlamentarias. Las otras como son locales, podría explicar que las empresas más chicas mantengan cierta estabalidad en los aportes anuales.
-¿Considera que con este sistema al final es el Estado que hace un doble aporte a los partidos: el financiamiento estatal por voto y esta franquicia?
-Efectivamente está el tema del reembolso por voto y esta franquicia. Respecto a esto último nosotros hemos sostenido que hay que ir avanzando hacia un sistema donde el beneficio tributario sea hacia las personas y no a las empresas, además porque las empresas tienden a repartir la torta (las donaciones) a diferencia de las personas.
Delaveau añade que sería bueno saber "si se elimina la categoría de aporte reservado hasta dónde las empresas van a seguir o no aportando".
Asimismo valora el esfuerzo de "La Segunda" para conseguir estos datos dado que "con esto se desvirtúan acusaciones de opacidad. La información parece que está pero no se busca".
