Contador se autodenunció a Ministerio Público. Cobraban "comisión" de al menos 20% por estos servicios. Caso lo indaga la fiscalía de Ñuñoa.
Debilidades en el sistema informático del Servicio de Impuestos Internos (SII) y falta de fiscalización para las rectificaciones de años anteriores permitieron que más de cien personas naturales y sociedades hicieran mal uso del Fondo de Utilidades Tributables (FUT) y recibieran devoluciones millonarias sin tener derecho a ellas, operaciones fraudulentas que lograron concretarse gracias a la complicidad de al menos un funcionario del organismo que, además, se habría quedado con una buena tajada.
El monto que hasta ahora se estima defraudado alcanza los $2 mil 706 millones, pero no se descarta que pueda ser más, pues todavía el SII se encuentra recabando antecedentes sobre la cantidad de "beneficiados" y la posibilidad de que otros empleados hayan sido cómplices de las operaciones. El caso es investigado judicialmente por el fiscal jefe de Ñuñoa, Carlos Gajardo, quien decretó el secreto de la carpeta tras incorporar el delito de lavado de activos a los ilícitos tributarios presentes en una querella interpuesta por el SII en septiembre.
De acuerdo con la querella presentada ante el Octavo Juzgado de Garantía -que apunta a la tramitación de devoluciones fraudulentas de impuestos-, la primera alerta de que algo estaba funcionando mal se dio en la subdirección de Fiscalización del SII. Esta detectó que 122 contribuyentes habían obtenido indebidamente devoluciones de impuesto a la renta por concepto de pérdidas tributarias (P.P.U.A.) correspondientes a los años 2007, 2008, 2009 y 2010. En octubre de ese año, el departamento de Delitos Tributarios inició las indagaciones, tomando declaración a 47 personas.
Así se conoció que, a través de rectificaciones realizadas en la página web del servicio, todos los contribuyentes habían modificado el Formulario 22 aparentando la existencia de un impuesto por utilidades pagado los años anteriores y habían elevado los costos de bienes y servicios sin tener respaldo documental ni registro en la contabilidad, creando una aparente pérdida tributaria.
Los investigadores de Fiscalización separaron a los "beneficiados" en al menos cinco grupos, cada uno operando con su propio contador. Uno de ellos es Sergio Díaz Córdova, contra quien fue dirigida la querella. Los otros cuatro continúan siendo investigados, ahora por el fiscal Gajardo.
El nombre de Díaz figuró por primera vez en las indagaciones del SII en noviembre de 2012, cuando fue interrogado el representante de una sociedad educacional llamada Voces Limitada, que recibió $30 millones por una rectificación al año contable 2007. Este también vinculó a los hechos a una funcionaria del servicio.
"Esta rectificatoria -dijo el contribuyente Marcos Villablanca- la realizó Sergio Díaz Córdoba. A él lo conocí a través de su pareja, Mitzi Carrasco, funcionaria del Servicio de Impuestos Internos, no sé de qué unidad (N. de la R.: pertenece a Ñuñoa). Ella fue compañera de curso de mi esposa. Mitzi Carrasco sabía que junto con mi señora estábamos a cargo de unos colegios y nos ofreció asesoría a través de su pareja, señalando que él nos podría administrar contablemente de mejor forma, que incluso podríamos obtener buenos retiros a final de año".
Villablanca dijo que no volvió a operar de esta forma, pues cuando el contador Díaz le exigió la mitad de lo recibido y le ofreció repetir el procedimiento con los otros años contables, "a mí me pareció extraña toda esta situación".
El 17 de enero de 2013, declaró el contribuyente José Quiroz, apuntando nuevamente al contador Díaz como quien había realizado la rectificación. Dijo que lo conoció a través de Leonel Baeza, un funcionario de la Universidad Diego Portales. "Leonel me dijo que existía una posibilidad de obtener una devolución de impuestos. Le pregunté si todo era legal y respondió que sí, incluso me dijo que esta era una plata mía y que no había ningún problema en ello, pero que esta gestión tenía un costo del 60% o 70% de las devoluciones". Quiroz dijo haber pagado en efectivo a Baeza "unos $43 millones".
Dos días después, fue inquirido por los investigadores de Impuestos Internos el contribuyente Raúl Céspedes, cuya empresa fue beneficiada con unos $170 millones gracias, dijo, a una gestión de su socio. Céspedes reveló que el contador Sergio Díaz le había comentado a posteriori "que esta devolución era indebida y que había sido efectuada con ayuda de un funcionario del SII".
Tardó una semana solamente desde esta revelación para que el contador Díaz se autodenunciara en la Fiscalía de Las Condes, entregando el nombre del funcionario que habría colaborado en el ardid: Iván Alvarez Díaz, fiscalizador de esa misma comuna.
Dijo que se conocieron el 2009 y que al poco tiempo "me explicó que como fiscalizador de renta del SII había desarrollado un método para vulnerar el sistema informático o plataformas de rentas, en el cual, realizando ciertas modificaciones a una declaración de renta y su posterior rectificación, era posible obtener la validación de devolución de dineros pagados supuestamente en exceso o derechamente inexistentes".
En el documento que presentó el contador se lee que, "dada la complejidad del método, como asimismo que no se aportaban antecedentes documentales falsos sino que meramente se vulneraban las debilidades del sistema informático, es que acepté la propuesta, gestionando mi RUT personal... Posteriormente realicé esta misma propuesta a algunos de mis clientes". Señaló que no a todos les comentó que se trataba de algo irregular.
Otro de los detalles que se leen en la autodenuncia del contador es que las rectificaciones que permitían obtención de los dineros las hacía directamente el funcionario del servicio.
"(Iván Alvarez) me explicó que se trataba de modificar algunas variables y no superar ciertos montos o parámetros, los cuales son conocidos sólo por funcionarios del SII. Me explicó que todo ese sistema lo había desarrollado gracias a su experiencia laboral en la operatoria del sistema informático del SII. No me dio grandes detalles, así como tampoco conozco sus parámetros... Me refirió que, al ser parámetros aprobados por el propio sistema informático, no se produciría ningún tipo de revisión posterior", denunció Díaz.
"Debo aclarar que nunca personalmente ingresé a la página del SII de alguno de los clientes. Todo ello lo hacía personalmente Iván Alvarez Díaz. Mi parte del acuerdo y lo que me comprometí fue a gestionar a los contribuyentes y así lo hice".
El trato, según señala, era quedarse "normalmente con el 20% y ello nos lo repartíamos en partes iguales".
Juan Apablaza, presidente de la Asociación de Funcionarios de Impuestos Internos (AFIICh), calificó como graves los hechos denunciados en la querella. "Estas situaciones no las habíamos visto. A veces tenemos algunos episodios de faltas a la probidad, pero hechos tan graves suceden una vez en la década, y aunque no podemos emitir juicios de valor en el tema pues es algo que debe investigar el Ministerio Público , sí podemos decir que nosotros no avalamos actos de corrupción y no los vamos a avalar nunca".
-En su autodenuncia, el contador querellado señala que el funcionario fiscalizador del SII tenía acceso a saber los montos máximos que se podían gestionar sin ser fiscalizados...
-Yo soy fiscalizador y le puedo decir que nosotros no tenemos acceso a esa información. No sé por qué podría haberla tenido él. Todo lo que son los programas de trabajo provienen de la subdirección de fiscalización del servicio. A nosotros nos instruyen fiscalizar a tal y tal, y no conocemos los parámetros, los filtros sobre los cuales se determinan esas fiscalizaciones. Encuentro bastante raro este caso... Faltan muchas piezas para saber de qué se trata este tema, establecer cómo fue, dónde está la debilidad.
Respecto a la eventual vulnerabilidad del sistema informático, el subdirector jurídico del Servicio de Impuestos Internos (SII), Gonzalo Torres, enfatizó que "en este caso lo que hubo fueron declaraciones maliciosamente falsas, las que fueron detectadas, y producto de ello se presentó esta querella. Nuestro sistema tributario se basa en el principio de la buena fe de los contribuyentes... Aquí, asesorados por un contador, efectuaron declaraciones rectificatorias de renta, modificando su declaración primitiva e incorporando información maliciosamente falsa, lo cual fue detectado".
Agregó que a raíz de este caso, el SII incorporó nuevos controles en su sistema de rectificatorias por internet.
Consultado sobre cantidades máximas de devoluciones que se pueden pedir para no ser fiscalizado, aclaró que "en la actualidad, las selecciones están relacionadas con el comportamiento y riesgo, no con los montos que solicita el contribuyente para su devolución".
Desde diciembre del año pasado que Iván Alvarez Díaz ya no trabaja en el servicio. Presentó su renuncia poco después que fuera mencionado por primera vez en la investigación realizada por el Departamento de Delitos Tributarios.
Ello ocurrió el 13 de diciembre pasado, cuando uno de los contribuyentes indagados, de iniciales P.S.C, dijo haber tomado contacto con él cuando, junto a su contador Eduardo Tillería Hinojosa (a quien, a su vez, el contador Sergio Díaz le había gestionado una devolución fraudulenta) visitaron las oficinas del SII de Las Condes para rectificar una de estas operaciones fraudulentas y volver su contabilidad al estado original.
Con su renuncia, Alvarez logró salir del SII sin sanciones, pues ya no siendo funcionario no podría recibir castigo de acreditarse alguna responsabilidad administrativa.
