Presidenta del Sindicato de Trabajadoras Inmigrantes de Casa Particular, Matilde Rodríguez, estima que actualmente hay cerca de 100 mil empleadas domésticas extranjeras en Chile.
Cada mañana llegan a la Plaza Perú decenas de nanas a pasear los hijos pequeños de sus patronas. Es un punto de encuentro para las asesoras de hogar chilenas, peruanas, bolivianas y una que otra centroamericana. Todas comparten la misma rutina: una vuelta a la plaza, subir a los niños a los juegos y conversar con sus "colegas", con las que después de todo se ven todos los días.
"Aquí se llena como a eso de las 11 y media. Todas aprovechan de sacar a los niños, sobre todo cuando los días están bonitos", cuenta Margarita Castro, quien trabaja desde hace un año como empleada doméstica en un departamento de Vitacura.
Chilena, de 65 años, jubilada y comerciante, dice que optó por volver a trabajar de empleada porque las ventas de su local en la feria persa de Peñalolén -que hoy atiende sólo los fines de semana- "estaban dando muchos menos plata" por los supermercados instalados en la zona y porque los sueldos han mejorado. Negoció con sus patrones trabajar entre nueve de la mañana y cuatro de la tarde -$18 mil por día-, cuidando a la niña "e igual lavo, plancho, cocino y hago el aseo, pero esta chiquita es mi prioridad.
Pero más allá del nivel de renta que obtiene (supera los $350 mil mensuales), Margarita Castro es una excepción: De acuerdo con las cifras de desempleo entregadas hoy (ver segundo título) por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el trimestre terminado en agosto hay 37 mil menos trabajadoras de casa particular que en igual periodo del año pasado. En total, 325 mil personas se desempeñan en este sector de la economía, según las estadísticas oficiales.
Cerca de un 95% son mujeres y aproximadamente un 80% se encuentra bajo modalidad "puertas afuera" y poco más del 15% "puertas adentro".
Hasta duplican salario mínimo
También frecuenta la Plaza Perú la señora Martha (58 años) -prefiere no dar más datos personales-, quien dice que trabaja hace dos décadas de empleada en la zona: "Trabajo de nueve a nueve. Hago de todo en la casa, cuido tres niños, dos están en el colegio. No gano mal, me pagan $350 mil".
Los sueldos de Margarita y Martha están dentro del promedio de lo que ganan hoy las nanas en el barrio alto. Esta cifra, que casi duplica un salario mínimo, según estiman las trabajadoras del sector ha mejorado cerca de un tercio en los últimos dos años.
Pero, ¿porqué, pese al alza de sueldos, hay menor disponibilidad de personas dispuestas a hacer estas tareas? Entendidos explican que las mayores ofertas laborales de otros sectores de la economía y las todavía precarias condiciones laborales de las trabajadoras puertas adentro están detrás de la respuesta.
"Nadie quiere ser puertas adentro. Hay quienes pagan hasta $450 mil, pero trabajar por 50 lucas más doce horas diarias ni loca... Hoy la mayoría prefiere puertas afuera, sobre todo las chilenas", acota Margarita.
Abordadas hasta en las plazas
La señora Martha reconoce que la han abordado en la calle para ofrecerle trabajo. "Hace como un mes una persona, dijo que era de una agencia, me preguntó si me gustaría cambiarme de pega. Yo le dije que por lo menos no hasta diciembre del próximo año".
Esta oferta se la hicieron en la Plaza Raúl Devés, más conocida como la "Plaza del Hoyo" de Vitacura. Este también es un punto en que se topan muchas trabajadoras domésticas del sector.
La señora Iris -en medio de su paseo diario por esta plaza- dice que le han ofrecido trabajo varias veces en el último tiempo. "Pero he sido empleada de una familia del barrio por más de 50 años. Gano mucho menos de $400 mil, pero tengo mis regalías... Sí he conocido muchos casos de gente que sus patrones las han ido a buscar a las plazas cuando pasean los niños".
Una sicóloga peruana -que paseaba junto a su hijo y su empleada por el lugar- reconoce que fue en esta misma plaza en donde le ofreció trabajo a Mirtha, quien lleva cinco años en Chile.
Crean "Dicom" de nanas
La fundadora de Chile Nanas, Sylvia Santos, cuenta que fue precisamente la necesidad de conseguir una empleada la que la llevó hace poco más de un mes a generar este emprendimiento. "Desde mi experiencia: soy ingeniera comercial de la Católica, empresaria, súper trabajadora, mamá soltera y siempre he dependido de asesoras del hogar. De hecho, estaba buscando una cuando se me ocurrió inventar un portal de clasificados gratuito. No quería depender de las agencias".
Agrega que el portal - que tiene un costo de $9 mil para quienes encuentren una empleada- "también tiene un acusete, que es una especie de Dicom de Nanas donde las patronas publican en forma anónima malas experiencias". Además ofrece el servicio de búsqueda de nanas puertas adentro que es un proceso un poco más complejo, ya que incluye entrevistas personales y garantías, igual como operan las agencias de empleo.
"Las puertas adentro están trabajando sobre $350 y las chilenas del sur casi los $400 mil. Es caro, pero la gente los paga", acota.
Santos dice que la tendencia es contratar peruanas, colombianas, dominicanas. Pero advierte que "hay una cláusula que es bien brutal, que obliga al empleador a pagar los pasajes de regreso a su país a las nanas extranjeras que se despiden o renuncian. También están obligados a pagarles los pasajes de vuelta con toda su familia. Este tema muchas veces complica que las contraten".
A las peruanas aún les conviene trabajar en Chile
La presidenta del Sindicato de Trabajadoras Inmigrantes de Casa Particular (Sinaincap), Matilde Rodríguez, cuenta que "en Chile las extranjeras no tienen mayor dificultad para encontrar trabajo".
Estima que actualmente hay cerca de 100 mil empleadas domésticas extranjeras en el país y que al igual que ella casi 60% son peruanas.
-¿Es cierto que ya la situación en Perú ha mejorado y muchas nanas que trabajan en Chile se están devolviendo a su país?
-Eso de mejora económica en Perú es para nosotros, los trabajadores, casi un mito. Es cierto que la construcción se ha activado y para los hombres hay un poquito más de posibilidades... Acá en Chile hay algunas mujeres que ganan hasta $400 mil (como empleadas en casa particular)... Sumando la diferencia entre trabajar aquí y en Perú es que allá nos estarían pagando un tercio de lo que está ganando.
Y agrega que la legislación chilena es "para nosotras, las mujeres, buena en relación al Perú donde solo el 12% de las personas que trabajan en casa está con cobertura social, en cambio aquí abarca como un 80%".
Dice que en el último tiempo se está viendo progresivamente una mayor presencia de nanas bolivianas. "Las hermanas dominicanas están muy poco, prefieren trabajar en puestos de comida y las colombianas tienen un estigma muy fuerte".
Una de ellas es Nelly, una empleada boliviana que lleva tres años en Chile, como trabajadora de casa particular puertas adentro en el sector de Chicureo, la que anhela volver a su país para cuidar a sus cuatro hijos. Ya le dijo a su patrón, quien no quiere que se vaya y le ofreció comprarle un auto y arrendarle una casa para que pueda traer a sus niños a estudiar a Santiago.
Aunque este caso es una excepción -y todavía el sueldo de las asesoras siguen siendo acotados- refleja la mejora sustantiva que han tenido en los últimos años, de la mano de la mejor situación de la economía, de la baja tasa de desempleo y de la mayor incorporación de la mujer chilena al mercado del trabajo. Y, parece confirmar que, tal como sucede en los países desarrollados cuando Chile cruce el umbral del desarrollo tener una empleada puertas adentro será un lujo que muy pocos podrán darse.
Adentro vs. afuera: La pelea por igualar derechosUna verdadera pelea están dando las organizaciones de trabajadoras domésticas para que se incluya en el proyecto de ley que mejora condiciones laborales de trabajadoras de casa particular una indicación que incluya en la nueva regulación a las empleadas puertas adentro.
La presidenta del Sindicato Unitario de Trabajadores de Casa Particular (Sindutcap), Emilia Solís , dice que debe considerar el proyecto que se tramita en el Senado que las (nanas) "puertas adentro trabajen de lunes a viernes, 45 horas semanales, como las puertas afuera".
El ministro del Trabajo, Juan Carlos Jobet -quien ha sostenido reuniones con las dirigentas- recuerda que el proyecto se gestó en este gobierno, pero "las representantes del sector que anteriormente habían firmado el acuerdo se han opuesto y han propuesto indicaciones que no estaban contempladas originalmente, lo que ha entorpecido la tramitación del proyecto, que se encuentra en la comisión de Trabajo del Senado", explicó.