En una "ruca" del Hospital Barros Luco se produjo un encuentro clave y monitoreado por el Gobierno: representantes de las comunidades en "resistencia" -Trapilhue, Temucuicui, Curacautín y Lleu Lleu- viajaron desde sus tierras para una cita, en la que habían representantes extranjeros. Hablaron de "guerra", de la violencia como estrategia legítima y del "éxito" que han tenido en el control del territorio de Ercilla. Desde el Gobierno explican que el movimiento mapuche más radical carece en este momento de un líder claro. Y que quienes aspiran a ello "están dedicados a este tipo de reuniones".
En 1997 el ministro del Interior de Eduardo Frei, Carlos Figueroa, acusaba "infiltración subversiva entre los mapuches", luego de ataques incendiarios contra forestales. Tras sucesivos planes especiales, en 2009 el entonces subsecretario del Interior de Bachelet, Patricio Rosende, habló de "orgía de violencia". Luego último del cambio de gobierno, las tomas recrudecieron e incluso ha habido cuatro asesinatos desde 2012 (aparte de las dos muertes anteriores de líderes mapuches).
Según información recopilada por «La Segunda Sábado», la lucha mapuche dio un nuevo paso, al explicitarse entre algunos activistas que ya no se trata sólo de conseguir terrenos por la buena o por la mala, sino que de avanzar con paciencia hacia una independencia total.
Hace pocas semanas sus promotores se reunieron en Santiago para hablar abiertamente de sus "estrategias", de la "guerra" y de los objetivos comunes: ocupación territorial, autodeterminación, autogobierno en franjas territoriales en el mediano y corto plazo, y la independencia en el largo, desde el Biobío al sur. Y según sus dichos, se consideran bien encaminados.
Cumbre en el hospital
El encuentro se concretó el 24 de agosto en la ruca Ruyen Cuyen del Hospital Barros Luco. Hasta aquí llegaron representantes de las comunidades más activas: Mijael Carbone (Temucuicui) y José Huenchunao (fundador de la Coordinadora Arauco Malleco), entre otros, quienes también fueron aplaudidos por visitas colombianas y nicaragüenses.
La reunión tuvo tres particularidades: se habló con crudeza; fue grabado -registro al cual accedió «La Segunda Sábado»- y además fue transmitido en directo por las radios de la Red de los Medios de los Pueblos. Fueron monitoreados por el Gobierno y por las inteligencias policiales... pero a los asistentes, aún sabiéndolo, no les importó.
"Estamos como punta de lanza"
"En Ercilla y Malleco tenemos una decisión tomada: controlar el territorio... Estamos como punta de lanza de esta lucha que es de todos", comenzó señalando Carbone, el werkén de Temucuicui .
Y detalló: "Hoy nos encontramos en una etapa de control territorial efectivo , formando parte de la Alianza Territorial Mapuche de las regiones VIII y IX, compuesta por 140 comunidades... Tenemos alrededor de 20 hectáreas cultivadas. Esto partió fuerte desde 2000. Han pasado varios añitos, pero tenemos terreno controlado", indicó.
"Partimos con el agricultor que sembraba con un contingente policial enorme (entendidos afirman que esta referencia es a René Urban); en 2008 controlamos una hectárea que el particular no pudo controlar; en 2009 controlamos dos hectáreas... Al año siguiente fue mayor, cuando el agricultor venía a tirar semillas con tractor decidimos no dejarlo entrar y tomamos el control territorial absoluto de 200 hectáreas y en 2011-2012 intentamos sembrar la tierra, pero fuimos desalojados", dijo.
"Entonces sembramos una hectárea y media, pero el particular fumigó el cultivo y mató la semilla. Hoy usamos una estrategia sumamente distinta, que nos permite decir que tenemos 20 hectáreas cultivadas y donde vamos a construir casas sólidas", concluyó.
Fuentes de la fiscalía de la IX Región -donde tienen a personal trabajando exclusivamente en el problema- reconocen algún grado de pérdida de control efectivo. Para revertir esa situación desearían contar con las facultades de la ley de drogas, básicamente, informantes y agentes infiltrados libres de responsabilidad penal.
"Tenemos los caminos públicos más transitados con prohibición de circular"
Carbone además reveló otro cambio de estrategia: "Los mapuches por años anduvimos detrás de Conadi para que nos solucionara los problemas, hasta que comprendimos que no tenemos que buscar soluciones. Es particular el que tiene que ir a la Conadi con su expediente y pedir que le paguen... No es un problema nuestro; si se les paga o no es un problema del Gobierno".
Y para que sea el particular el que se interese no sólo hay tomas de fundos, sino también de rutas interiores, en los cuales se hacen controles de identidad.
"Tenemos los caminos públicos más transitados con prohibición de circular, lo que afecta a todo tipo de vehículos, sean particulares o del Estado. A veces entra la policía, pero tienen que hacerlo con un contingente muy fuerte", puntualizó.
Desde la fiscalía se reconoce la situación. Recuerdan que hace pocos días se pusieron cámaras en los caminos: Están atentos a cuánto tiempo podrían durar. Fuentes gubernamentales agregan que los aparatos "están afuera (zonas de carretera), no en el interior", para evitar bloqueos de rutas más emblemáticas.
Pero desde el Gobierno defienden la estrategia de compra de tierras y de Areas de Desarrollo Indígena (ADI). Afirman que ha disminuido la velocidad del avance de los grupos radicales. Cada vez hay más comunidades violentas, pero se han desactivado otras tantas.
El diagnóstico de Carbone es otro: "En Ercilla el Gobierno tiene miedo, los particulares están todos asustados porque dicen que el conflicto mapuche se les salió de las manos. ¿Y qué querían?... Ercilla es un territorio controlado y es bien grande. Muertos vamos a tener; no deberíamos; enfrentamientos vamos a tener, porque con las forestales y lecherías de 4 mil hectáreas, ¿creen que van a abandonar eso?", preguntó en la ruca.
La facción independentista
Cuando tomó la palabra el fundador de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), José Huenchunao, todos callaron.
Habló de dirigir una facción separatista: "Hay una línea que se ha venido construyendo estos últimos años de un movimiento mapuche más autónomo, más independentista; se puede hablar de independencia" , dijo tras presentarse.
Líder en Lleu Lleu, donde viven 14 comunidades, aclaró que "el control territorial es el primer paso a la autonomía ; son las primeras experiencias de autonomía local, que son necesarias, porque la autonomía no se da de manera automática... Los conflictos partieron por comunidades, que luego fueron referentes para otras".
Tras resumir las políticas policiales y asistencialistas del Estado para bajar la intensidad del conflicto, dijo que el Gobierno se habría dado cuenta de lo que se prepara: "Tenemos antecedentes de que el problema mapuche es de Estado... Ya no son los mismos pacos, los mismos ratis, son especializados, tienen preparación antiguerrillera. Estamos peleando frente a poderes que se preparan para una lucha mucho más grande. Ellos saben que la lucha mapuche al final se va a resolver en un tema de confrontación mayor... Ese tema de confrontación mayor se llama guerra", dejó caer.
Y complementó: "No sabemos en cuánto tiempo, pero el enemigo no devolverá cosas por la buena; eso es imposible, no hay experiencia en el mundo. Siempre se han recuperado los derechos cuando hay confrontación".
"Guerra de baja intensidad"
"Hoy mantenemos una guerra de baja intensidad con el Estado chileno, que no se ha querido reconocer. Esta confrontación no va a quedar aquí", reconoció Carbone, para quien "la gente joven tiene esto ya armado en la cabeza; lo tenemos claro, se espera el momento, se espera el lugar... en las comunidades no me esperaba tal sorpresa: que esto se pudiese decir así, francamente, pero estoy totalmente de acuerdo en decir que esto se viene más fuerte".
Tras ello, el peñi "Tabilo" -uno de los organizadores- agregó que "en esta ruca atendí a Celestino Córdova (acusado de ser uno de los asesinos de los Luchsinger Mackay). Fue importante, que haya pasado por acá, dejó huella... Tenemos que ser capaces de volver a recorrer nuestro territorio".
Pascual Curamín, de Curacautín, se mostró de acuerdo. "Estamos haciendo el mismo trabajo de reconstrucción para, posteriormente, lograr una independencia, tenemos que seguir ejerciendo y buscar la forma de un autogobierno".
La fórmula para enfrentar a un Ejército
¿Cómo no ser derrotados por una potencia militar, como el Estado chileno, armado hasta los dientes?, fue la pregunta de uno de los asistentes.
La primera parte del discurso de Huenchunao apuntó a la perseverancia, al definir al "weichafe" (guerrero). El término, dijo, no aplica a quien lucha una vez -"incluso la lucha mapuche se tiende a farandulizar"-, sino a quien "se ha superado política e ideológicamente; es una buena persona y su definición es con la lucha del pueblo mapuche, sin que se vaya a mover aunque vengan camionadas de plata".
Luego apuntó a la unidad, continuando con los encuentros y fortaleciendo a los medios de comunicación alternativos.
Agregó que también se deben potenciar los conflictos en la capital, como por ejemplo, los estudiantiles y los "indignados" chilenos (lo que abre múltiples flancos al Gobierno y también apunta a derribar al "enemigo común", que sería el capitalismo).
Confía también en revivir que "en una parte de nuestra historia tuvimos los mejores estrategas mundiales, como Lautaro y Caupolicán".
Y volvió a la paciencia: "El enemigo es poderoso y si nos vamos de golpe, nos puede eliminar. (Pero) tenemos que aceptar la violencia política".
Sin embargo, dijo que también había que ocupar "la acción política. Hoy nuestra lucha tiene mucha más aceptación que hace 15 años, pues se la veía como de comunidades y personas locas e incluso en sectores de izquierda no era aceptado que dijéramos que éramos una nación, no era permitido ser aparte. Hoy se va aceptando que somos un pueblo-nación y que incluso tenemos derecho a la independencia".
En ese sentido, dijo que "vamos a ir ganando libertades de a poco. El control territorial es básico en estos grados de libertad. Veo que hay franjas territoriales que podrían ser autónomas, donde podríamos ejercer el autogobierno".
Esa mezcla entre lo político y lo militar lo que impide que el movimiento muera, porque "si fuera por el Estado y los ricos ya nos hubieran eliminado, pero no lo hacen porque les genera un problema político mayor. El Gobierno tiene encuadrada (identificada) a la gente que lucha: dice que son entre 120 y 140 revoltosos que están moviendo la cosa y puede ser así".
Lucha de generales
Analistas de gobierno señalan que las franjas territoriales tomadas son menores y que el fenómeno tiene diversas explicaciones, entre ellas, la difícil geografía del terreno. "Aunque en la VIII Región hay más desarrollo político del conflicto, no existen esas franjas, debido a que es una zona más fácil de controlar", se explica.
Además, la CAM casi desapareció. Hace 15 años partió con unas 50 comunidades y hoy menos de una decena adhiere a ella. Los mismos asistentes a la ruca hablaron de lograr la "unidad", porque el movimiento mapuche está disperso.
De hecho, la página web oficial de la CAM registra menor actividad; bajó el nivel de reivindicaciones de sus acciones y ello produjo que en la Araucanía los grupos violentistas se "atomizaran".
Por ello, señalan las fuentes del Gobierno, es que "comenzaron a aparecer los Carbone, los Huenchunao y los Tralcal. La reunión de Santiago es clave, pero es posible porque falta un general y ellos quieren serlo, pero se topan con el problema histórico de su pueblo, que es su dispersión... , y que es la misma dispersión que también nos complica. Por ahora están dedicados a este tipo de reuniones, a comunicarse, a llenar de contenido político a las comunidades que luchan".
Y de ahí el real peligro de Celestino Córdova, el principal sospechoso del asesinato de los Luchsinger Mackay: Es "machi de verdad, no de esos que se dicen machi... puede ser visto como una especie de santificación de la lucha y la validación de métodos más violentos", rematan.
Conflictos internosMás allá de la fragmentación de la emblemática Coordinadora Arauco Malleco (CAM), fuentes de la fiscalía de la IX Región indican que en el seno de las comunidades en lucha existirían divisiones respecto de qué tan violentos deben ser los métodos.
Dicen que habría descontentos con las quemas de casas por el riesgo que implica para la vida de sus dueños y de los mapuches.
La inteligencia policial habría entregado información de quiebres de líderes más radicalizados. Jóvenes como Celestino Córdova y Luis Tralcal Quidel se han distanciado de dirigentes más viejos.
A tal punto habrían llegado las peleas, que el tío de Trancal, José Trancal Coche, habría acusado por agresión con arma blanca a Celestino Córdova, lo que fue corroborado por el fiscal Alberto Chiffelle.
"La denuncia ingresó en octubre de 2012, señalando que en una reunión, en la comunidad se habría producido una pelea en que Trancal, sobre los 40 años, fue agredido por Córdova (26), lo que le provocó un corte en el dedo con arma blanca. Pero cuando Celestino Córdova cayó preso, tras el homicidio del matrimonio Luchsinger Mackay, no quiso seguir adelante, no fue a una pericia al Servicio Médico Legal y tuvimos que aplicar la decisión de no perseverar (una fórmula de cierre de la investigación)".
Trancal Coche no reveló los motivos de la riña.