"Por primera vez una pobladora, una nadie, una nunca como decimos nosotros, una torreja, como digo yo, es candidata a la Presidencia de Chile".
Tiene 47 años, una mueca que transita entre la tristeza y la amargura, y una sonrisa escasa que cuando brota le ilumina los ojos.
Se llama Roxana Miranda Meneses y vive en la población Rapa Nui de San Bernardo.
Es modista. Hace cortinas y ropa.
Es la otra mujer, de las tres entre los 9 candidatos a la Presidencia.
Ni se dio cuenta cuando la lanzaron a la piscina; sólo al segundo día reparó en la mochila que se cargó a la espalda. El lunes pasado, a las 9 de la noche, inscribió su candidatura en el Servel. Mientras subía la escalera del mismo, le vino un flashazo... y al contarlo a "La Segunda" se le humedecieron los ojos.
En ese acto "histórico", como ella lo califica porque una "torreja" llega a esas alturas políticas, la acompañó su "gurú", el abogado de la Defensoría Popular Rodrigo Román Ardoñe, el "defensor de los luchadores sociales", de los acusados por poner bombas, de los encapuchados, de los que se toman calles u otras cosas para protestar.
Roxana saltó a la fama como dirigenta del movimiento de deudores habitacionales Andha, y especialmente cuando fue detenida por "amenazar" a la entonces Presidenta Michelle Bachelet, hoy su contrincante en las presidenciales que se vienen. El gobierno de Bachelet la acusó de "acto terrorista".
"Hicimos de Andha una marca registrada"
Doña Porfilia Meneses Roa y don Francisco Miranda tuvieron cuatro hijos; Roxana fue la segunda y "la más contestataria". El padre, obrero municipal, murió cuando ella tenía 6 años. Y la madre falleció de un cáncer justo cuando Roxana salía del hospital luego de haber nacido sus mellizas.
Estudió en la Escuela 2 de Niñas, después, cuando murió el abuelo, consiguieron la vivienda definitiva y se fueron a la Escuela Alemania que quedaba más cerca, también en San Bernardo. Quería estudiar Diseño, pero, dice, aprendió sola, mirando a su madre coser, y se convirtió en "modista autodidacta". Hace 11 años, en su población, fue elegida dirigenta de la junta vecinal. Y cuando llegaron las deudas habitacionales se transformó en la líder de la Asociación de Deudores Habitacionales, Andha Chile.
-¿Y qué lograron en Andha, en definitiva?
-Logramos organización, ser conocidos y reconocidos por la autoridad, por los parlamentarios, por el conjunto de la sociedad porque donde tú te parís dicen: "¡Ah, las viejas del Andha!" Es una marca registrada. Y lo más importante: logramos ganar 260 mil condonaciones en el gobierno de Lagos, cuando estaba terminando su periodo, gracias a todas las funas que le hicimos.
-¿Por qué a usted no le tocó la condonación?
-Porque ponen programas distintos y decretos distintos por cada proyecto habitacional. Si viene un perdonazo, es segmentado. Y eso hace que la lucha nuestra continúe, porque, bueno, si salió mi vecina, ¿por qué yo no?
"Detrás del Partido Igualdad hay gente sin dientes"
-¿Y cuándo fue que a alguien se le ocurrió que usted podría ser candidata a Presidenta?
-La candidatura se definió en el primer Congreso del Partido Igualdad, que fue el 19 y 20 de enero de este año. Hasta entonces estábamos pensando solamente en candidaturas a diputados, senadores y cores. En el encuentro empezó a generarse el ánimo de llevar una candidatura presidencial. Más que las característica personales del candidato, se definió que el escogido tenía que ser un dirigente social de un movimiento fuerte. Y eso fue lo que primó para que me eligieran.
-¿Y usted se lo esperaba?
-No, ni en mis mejores sueños. De hecho, yo al segundo día recién me di cuenta de la tremenda responsabilidad que significaba la determinación que habíamos tomado, y que tenía en mis espaldas.
-Cuando ustedes empezaron a armar el partido, ¿quiénes los ayudaron?, porque no es llegar y constituirlo...
- Según los que tienen partido, no es llegar y armarlo; según nosotros, solamente con atrevimiento. Detrás de nosotros no hay ningún empresario, ningún político. Detrás del Partido Igualdad hay gente sin dientes, hay gente sin trabajo, gente sin pan, gente común y corriente que, con visión política, decidimos legalizar una herramienta que nos permitiera autonomía no sólo como movimiento, sino que autonomía política. En ese caminar ya llevábamos un par de años...
Antes, hace tres años, habían intentado legalizar el Partido SOL ("Solidaridad, Organización y Lucha") y el Servel lo rechazó, dice ella, por dos razones: porque el nombre hablaba de lucha y "nos dijeron que era anticonstitucional", y porque el lema del partido era "el pueblo manda". Y cuando ingresaron el documento al Servel les respondieron "que en Chile no manda el pueblo, sino que las autoridades".
-¿Y cuál es la filosofía del Partido Igualdad?
-Igualdad no tiene ni doctrinas ni nada. Nace simplemente del descontento de vecinos, de gente común y corriente que, asqueada con esta clase política, buscamos la formalidad y cumplimos al pie de la letra. Es un partido transversal, donde las decisiones se toman en asamblea. Si hay cargos de presidente, secretario, tesorero, es sólo para la formalidad. Esos cargos no corren internamente dentro del Partido Igualdad.
-Pero tiene que haber algún orden, algún líder...
-Sí, yo soy fundadora y la presidenta del Partido Igualdad. Sucedí a Lautaro Guanca, que era el primer presidente que tuvimos, cuando fue inhabilitado de por vida a cargos públicos.
Guanca, su antecesor, era concejal ex comunista en Peñalolén y fue condenado por maltrato a Carabineros.
Cómo ve a Bachelet y a Matthei
-¿Cómo ve a su contrincante Michelle Bachelet, en lo bueno y lo malo?
-A ver, lo bueno: su tremenda habilidad para engañar al pueblo chileno, con su cara de ángel, con su postura de señora buena. Y la crítica es su responsabilidad por sus tremendas estupideces que hizo en su periodo, como haber aprobado tantas termoeléctricas debido a las cuales tenemos poblaciones completas enfermas de cáncer; el mismo terremoto no resuelto, ya que todavía no se responde por la cantidad de muertos; el no haber solucionado el problema de la deuda habitacional y que tampoco resolvió la problemática de la mujer.
-¿Y de Evelyn Matthei?
-Destaco su care' palo, su capacidad de olvidar. Piensa que es hija de un militar, igual que Bachelet pero, a diferencia, ella fue parte de quienes asesinaron a mis hermanos, por ser hija de un general. No me refiero a algo literal, de sangre, sino cuando estamos del mismo lado, del mismo territorio. Evelyn con su cara muy sonriente, como la niña bonita de la derecha, tiene capacidad de hacer lo bueno, malo. Lamentablemente me veo obligada a referirme a estos personajes como Evelyn Matthei o Michelle Bachelet. Ellas son iguales, son uña y mugre. Una representa a la derecha oficialista y la otra a la derecha concertacionista. Son lo mismo, no hay diferencia.
-¿Y usted se considera de izquierda?
-No, yo soy del mundo real, que no tiene que ver si es de izquierda, derecha, del centro... yo soy del mundo real que muchas veces no tiene que ver con ser de allá o de acá. Nosotros somos de la gente explotada, abusada por este sistema capitalista.
"Yo tengo un magíster en Economía..."
-¿Qué Presidente le gusta, de los del mundo?
-Evo Morales, porque es un poco lo que hoy día estamos haciendo con nuestra candidatura: un dirigente indígena, imagínate, y la Roxana una dirigente torreja, poblacional y más encima estafada por la deuda. Y, por otro lado, lo que yo admiro de él es su tremenda capacidad. Sin tener grandes conocimientos, ha ido expropiando recursos que hoy día le están sirviendo para darle más dignidad al pueblo de Bolivia.
-¿Siente que a usted le ha faltado, tal vez, más estudio?
-No, yo tengo un magíster en Economía. Gano 38 mil pesos de cargas familiares. Hay que ser magíster para distribuir eso en una canasta familiar de las comunas de la periferia de Chile. Y como yo, hay miles de economistas que tienen magíster, trabajadores que ganan una mugre de sueldo y que con eso hacen maravillas. Entonces no necesito ir a la universidad para darme cuenta de que las cuentas aquí en Chile no cuadran. No necesito ser doctora, como la señora Bachelet, para darme cuenta de que aquí la enfermedad no somos nosotros; son ellos. No necesito ser ingeniera para darme cuenta de que la construcción y la elaboración de las viviendas en mi país ha sido de mala calidad, donde se construye para el norte las mismas casas que se construyen para el sur. Ahí te das cuenta de que esta clase intelectual a la que yo le hago una crítica importante, esta clase macabra, es la que nos tiene como nos tiene.
"Sí po, soy cuatro veces resentida"
La quedamos mirando y comenta:
-Cuando a mí me tratan, me dicen: "Roxana, es que tú eres una resentida". Yo digo sí po, soy cuatro veces resentida, porque aquí les mintieron a mis abuelos, a mis padres, a mí y les mintieron a mis hijos. Porque ser resentido es sentir dos veces y a mí no me han hecho sentir dos veces; me han hecho sentir dos mil veces.
-¿Cómo se informa de lo que está pasando en el país?
-Redes sociales es la mejor herramienta, porque es la que hoy día nos permite la verdad de muchos temas. Las redes sociales y los medios alternativos que nosotros ocupamos. No es el medio oficial ni son los grandes canales de televisión y las radios. Y lo otro es que nosotros tenemos un movimiento que es nacional; entonces, cuando yo hablo de las termoeléctricas en Coronel es porque nosotros tenemos organización ahí".
Anda con un celular táctil Motorola y otro, "el más antigüito" es un Samsung. "Estas son mis herramientas de trabajo", dice.
-¿Tiene Twitter?
-Sí, crearon uno para la candidatura. Se llama "Roxanaespueblo".
-¿Y usted escribe ahí?
-No, yo no. Hay un equipo encargado. Es que yo no me manejo en esas cosas. No me gusta cuando la gente anda en el metro o en la micro y está en eso y no se miran po. Hay un equipo de comunicaciones que se encarga del correo, del Twitter, de la página, de Facebook. El Facebook sí que me gusta, porque ahí yo me entero de las noticias frescas y reales.
"Mi teléfono quedó intervenido después de que fui acusada de amenazar a Bachelet"
Asegura que sus dos celulares están intervenidos.
-¿Cómo sabe que están intervenidos?
-Se nota, porque o te cortan la llamada o muchas veces se escucha que están hablando, o cuando estás hablando y empiezan a grabar cambia al tiro. Bueno, mi teléfono quedó intervenido después de que fui acusada de amenazar a Bachelet. Eso fue el 2009. Nos tomamos una grúa en la calle Arturo Prat, detrás del Ministerio de Educación. Buscaban vocería y como yo en ese momento era vocera del movimiento, la prensa llegó y yo dije: "Bueno, que Bachelet se resguarde, que resguarde su seguridad porque donde ella esté yo voy a estar". Y la prensa decía: "Bachelet resguarda su seguridad. Dirigenta de deudores amenaza a Bachelet". Y ahí, olvídate, me tomaron detenida, pasé a control de detención por acto terrorista y Carabineros a la puerta, donde yo iba tenía carabineros detrás.
-¿Cómo cambió su vida ese episodio?
-No, lo que pasa es que yo desde que nací he vivido las penas del infierno en todo sentido. Pasamos hambre cuando murió mi papá, luego cuando murió mi abuelo... en lo económico, mal, mal, mal. Mientras algunos luchaban por la dictadura o en contra de la dictadura, nosotros estábamos buscando un pedazo de pan. Esas armas que me entregó la vida son las que hoy día ocupo para defenderme de toda la crítica que viene y en la que estoy po, imagínate hoy día: candidata a la Presidencia. Siempre he dicho que estoy dispuesta a dar la vida si es necesario, en este proyecto que, estoy clara, no me va a beneficiar a mí. El disfrute de esto que estamos soñando no lo voy a vivir yo, y a lo mejor tampoco mi hijo, pero tal vez mis nietos, o los hijos de mis nietos. Alguien va a disfrutar este sueño de una sociedad, justa, igualitaria.
La noche en que inscribió su candidatura
Dice que sus vecinas de la población le ofrecieron conseguirle un vestido bonito para que fuera a inscribir su candidatura la noche del lunes, pero ella no quiso, porque "no es lo que queremos reflejar. Este es un sistema desechable, donde todo tiene que ser bonito, donde tiene que estar toda la gente bien vestida...".
-Pero se hizo ese corte de pelo bien bonito...
-No, esto son dobladas que yo misma me hago. Andaba con el brushing, ni siquiera alcancé a lavarme el pelo. Es que fue un momento muy emocionante. Mientras íbamos subiendo las escaleras del Servel, yo sólo me imaginaba...
Se le quiebra la voz, traga saliva y continúa:
-Me imaginaba las veces que pasamos hambre. Cuando salimos al norte a recolectar las firmas dormimos casi 15 días en el suelo, había ratones, porque nos prestaron una bodega. No teníamos dónde alojar. Y partimos un miércoles en la Cuarta Región con un cajón de feria. Y me acordaba de todo lo que nos ha tocado vivir, de cuánta gente tiene depositadas esperanzas en este proyecto. Yo me emociono ahora, pero ¿sabes qué? Me sentía muy tranquila. No lloré nada. Generalmente el llanto está relacionado a flaqueza; no po, muchas veces el llanto es otra cosa. Felizmente tuve la tranquilidad suficiente para decir las palabras adecuadas; súper bien. Fue un momento histórico también: por primera vez una pobladora, una nadie, una nunca como decimos nosotros, una torreja, como digo yo, es candidata a la Presidencia de Chile.
