Un discreto debut tuvo el nuevo crédito tributario para educación, que permitía a los padres que cumplieran los requisitos estipulados recibir $40.200 por cada hijo estudiante menor de 24 años.

Aunque inicialmente el gobierno estimó que un millón 150 mil personas de clase media podrían usar este beneficio, cifra que cuando se promulgó la norma fue reducida a 600 mil por el ministro de Hacienda Felipe Larraín, en concreto poco más de 240 mil contribuyentes habrían solicitaron el beneficio que debutó en la reciente Operación Renta. Ello luego que el SII informara que 240.882 personas había pedido ese crédito tributario faltando sólo 24 horas para que se cerrara el plazo. Esto es, apenas un 40% de lo previsto al promulgarse la ley.

Así, si el gobierno había calculado que podría transferir a los contribuyentes US$142 millones para compensar en parte los gastos en que incurrieron por la educación de sus hijos, considerando las cifras que se conocen, el Estado sólo desembolsaría poco más de US$57 millones por este concepto, quedando en arcas unos US$85 millones que los contribuyentes ya no podrán recibir. Las cifras se precisarán esta semana, una vez que el SII informe el balance definitivo de la operación renta.

Universo acotado

Entre los especialistas estos resultados no sorprenden. El socio del área tributaria de la auditora JMA, Luis Martínez, dice que la baja cifra de interesados en acceder al crédito tributario en educación se explica porque el universo de contribuyentes con derecho al beneficio siempre fue reducido. "Si se había estimado más, seguramente ese cálculo estaba mal hecho", acota.

Añade que contrariamente a lo que se pensó inicialmente respecto a que este beneficio sería una especie de bono para las familias de clase media que tuvieran hijos en el colegio, los requisitos de acceso limitaron ese universo.

"No sólo tenía que ser gente que pague impuestos, para lo cual deben estar sobre el tramo exento; es decir, ganar sobre 600 mil pesos mensuales. Además hay otro tope por arriba, porque se pide que la familia gane a lo más unos 18 millones de pesos al año; es decir, que entre el padre y la madre reúnan aproximadamente un millón y medio de pesos al mes, lo que también dejó fuera a mucha gente que gana un poco más", explica.

Martínez agrega que, además, como se trata de un crédito tributario, muchas personas que cumplían los requisitos terminaron recibiendo menos de lo que pensaban simplemente porque no pagaban tanto impuesto como el que se iba a rebajar.

"Por ejemplo, los contribuyentes que tienen rentas mensuales entre 600 mil y 800 mil pesos no es mucho lo que pagan de impuesto. Si por ejemplo pagan de impuesto 30 mil pesos en el año, por más que tuvieran dos hijos en el colegio y tuvieran acceso a un crédito de 80 mil, sólo les rebajarían los 30 mil que tenían que pagar", detalló.

El economista de la Universidad de Chile, Alejandro Micco, coincide en que parte del bajo uso del instrumento se debe a los requisitos de acceso, pero añade también otras razones, entre ellas que fruto de la reciente reforma tributaria hubo una rebaja de la escala de tributación y por ello el grupo de personas exentas de pagar impuesto aumentó. Además, el ajuste en la escala también podría haber aumentado el grupo exento con quienes antes pagaban poco, debido al efecto de rebaja de la tasa de impuesto para quienes pagan créditos hipotecarios.

"Si no se paga impuesto, no se tiene beneficio aunque se tengan muchos hijos estudiando", indica.

Micco destaca que también debe haber influido el desconocimiento del proceso, ya que muchos eventuales beneficiarios son trabajadores con contratos indefinidos cuyo empleador les descuenta impuestos mensualmente y nunca han tenido que hacer declaración ante el SII. "Es posible que muchos de estos trabajadores no hayan conocido este beneficio ni sabían cómo hacer el trámite", comenta, agregando que por ello puede estimarse que más trabajadores independientes ya familiarizados con la operatoria del SII hayan sido los principales usuarios de esta novedad.

El economista estima que el año próximo, cuando en la operación renta este beneficio alcance a $100 mil por hijo estudiante, podría haber un mayor número de interesados. "Esto no sólo por el mayor monto, sino porque hay un efecto aprendizaje: a las personas les cuesta adquirir los beneficios, más aún cuando deben hacer un trámite nuevo, aunque sea por internet".

En cambio Martínez no cree que el número de beneficiarios vaya a aumentar mucho a pesar del alza, "porque van a prevalecer las condiciones que acotan el universo de entrada".