"La Dama de Hierro" le valió halagos y su tercer Oscar a Meryl Streep. Pero la cinta recibió críticas de políticos de diversos bandos por el retrato de la Primera Ministra luchando con la demencia en su vejez.
"La Dama de Hierro" (ver crítica de Ana Josefa Silva), que llegó a salas el año pasado y le mereció a Meryl Streep su tercer Oscar, recibió críticas de diversos bandos. Esta mañana fue uno de los temas más comentados en Twitter.
La izquierda consideró la cinta un instrumento de propaganda política a favor de quien fue la Primera Ministra entre 1979 y 1990. Mientras, los conservadores, liderados por el Primer Ministro David Cameron, criticaron la imagen que el filme plantea de su heroína política, a quien muestran en su vejez, ya enferma.
La cinta parte en 2008, con una anciana Thatcher que va a comprar leche sin ser reconocida por los clientes. Luego se ve cómo convive con la demencia mientras rememora momentos de su vida profesional y personal, recordando a su difunto marido Denis Thatcher (Jim Broadbent). También se muestra la relación distante que tiene con sus hijos, Mark y Carol.
En lo político, se muestra su llegada al Partido Conservador dominado por hombres y en quince minutos se hace referencia a sus gestiones por el conflicto de las Malvinas. Al final de la cinta, alucinando, se ve empaquetando las pertenencias de su ya difunto marido para decirle que es hora de que se vaya.
"Es más una película sobre el envejecimiento y elementos de la demencia que sobre una extraordinaria Primera Ministra", señaló Cameron.
Incluso Michael Heseltine, rival de la Dama de Hierro y considerado en parte el hombre que provocó su caída, indicó: "La señora Thatcher fue una formidable Primera Ministra y hacer una película sobre su última etapa describiendo los problemas de su avanzada edad me parece de un mal gusto extraordinario".
Streep: "Fui capaz de dormir, comer y respirar como ella"
Frente a las críticas, la actriz se defendió: "Es una imaginación subjetiva... Es una mirada muy profunda a una vida completa, vista desde su final".
"Si Margaret Thatcher tuviera un problema pulmonar y tosiera o si tuviera algo en sus piernas y cojeara, nadie pondría el grito en el cielo. Pero hay un estigma especial que acompaña la demencia. La gente la considera vergonzosa. ¿Vergonzoso? No creo que lo sea, no creo que las cosas deban ocultarse", aseguró Streep.
Y continuó: "Decían que era la mujer más odiada en Gran Bretaña... A Margaret la odiaban por su cabello, por sus bolsas y su ropa y también por sus gestos y por el hecho de que cambió su voz, por todo".
La aclamada actriz tuvo una preparación intensa para abordar el polémico personaje. "Me encerré una semana con mucha fruta y todos sus libros hasta que la ingerí, hasta que fui capaz de dormir, comer y respirar como la propia Margaret Thatcher. Lo sorprendente a partir de ese momento era no verla en el espejo".
A pesar de esta defensa, los hijos de Thatcher no quisieron colaborar con la producción ni asistir a su estreno en Londres.
"Puedo entender su decisión de no querer ver esta película bajo la atención pública. Pero el retrato que hacemos de ella, que sufre uno de los 41 tipos de demencia, no es irrespetuoso", declaró la directora Phyllida Lloyd, que antes había dirigido a Streep en el musical "Mamma Mia!"
