El filósofo, víctima de abuso sexual en el caso Karadima, deberá desocupar el inmueble donde actualmente funciona la Fundación para la Confianza.
El filósofo José Andrés Murillo, presidente de la Fundación para la Confianza -que creó para prevenir el abuso sexual infantil, tras el bullado caso Karadima-, está "de cabeza" buscando una nueva sede.
Resulta que el Hogar Catequístico, dependiente del Arzobispado, le solicitó a Murillo que desalojen el departamento que le arrendaron durante dos años en calle Miguel Claro, Providencia. ¿La razón? Que necesitan ocupar las instalaciones para las clases que le dictan a profesores de Religión. El plazo fatal para desocupar el inmueble vence la próxima semana... por eso se ha visto a Murillo "afligido" buscando casa a través de su cuenta en Twitter (@JosAndrsMurillo).