Pensar que los niños no se dan cuenta de lo que pasa, no tienen edad suficiente para entender o que debido a que preguntan no necesitan saber son parte de las creencias de los padres con las que evitan esas incómodas consultas infantiles que dejan boquiabiertos a los mayores.

La Fundación Integra clasificó las siete preguntas más frecuentes y difíciles de los niños , y entrega algunas pistas claves para que los padres no recurran a la fantasía de que son temas irrelevantes, dado que no están preparados para estas situaciones.

El ranking es fruto del apoyo que da esta fundación a través de su línea Fonoinfancia (800 200 818), servicio que lleva 10 años orientando a los adultos sobre el cuidado de los niños.

¿Como se hacen las guaguas?

¿Por que yo no creci en tu guata? (niños adoptados)

¿Por que no tengo el mismo apellido que mis hermanos? (hijos de distintos matrimonios)

¿Por que mi papa se fue de la casa? ¿Ya no me quiere? (separaciones)

¿Mi mama se fue al cielo? (muerte de un padre)

¿Por que se separaron con mi mama?

¿Por que siempre estas triste? (padres con depresion)

Recomendaciones para no enmudecer

La psicóloga del Servicio Fonoinfancia de Fundación Integra, Cecilia Calvo , enfatiza que "es recomendable tomar la iniciativa y hablar de estas temáticas complejas en la medida en que como papá se sienta en las condiciones de hacerlo". Y si no lo está, "pedir ayuda o buscar apoyo para enfrentarlos".

"Hay que tener en cuenta que mientras más chicos sean los niños, más sensibles son al lenguaje no verbal ; registran las caras, miradas, tonos de voz e intuyen que algo amenazante pasa", agrega.

"Los niños y niñas necesitan información acorde con su edad, es por ello que es importante escuchar lo que están preguntando y qué quieren saber para no darles información de más ni de menos y resolver sus dudas", explica la psicóloga.

Según la recomendación de la sicóloga, hay que perder el miedo a responder con "no sé"... si es que de verdad se carece de una respuesta, y no resulta una forma de evadir un tema difícil.

"El uso de juegos y cuentos, inventados o de autor, son de gran ayuda para explicar ciertas cosas", es otra de sus orientaciones.

Al hablar, es importante que al menor le quede claro que lo ocurrido no es responsabilidad del niño; que es normal, sentir pena, rabia, miedo, etc. frente a estas situaciones y "dejar claro que siempre puede contar con los papás para responder sus dudas o para acogerlo y acompañarlo cuando no se sienta bien".

Calvo explica que no abordar los temas puede ser contraproducente, pues podría estimular al niño a fantasear o hacerlos pensar que ellos tienen alguna culpa.

Finalmente, advierte que "mantener secretos familiares puede afectar el desarrollo de los niños y relacionarse con síntomas como dificultad para dormir o conciliar el sueño, falta de control de esfínteres, alteración del ánimo o violencia, entre otros".