Tratativas se extendieron por meses, pues los antiguos controladores de la tienda de retail buscaron poner fin a conflictos tributarios, algunos de los cuales se arrastraban desde la década del 80. Perdonazo del 99% de recargas legales, el pago de los impuestos adeudados y la eliminación de un fondo de pérdidas tributables fueron claves para el humo blanco.
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En ese escenario, uno de los flancos que se decidió cerrar fue un conflicto de larga data por el pago de impuestos. Según fuentes que conocieron las negociaciones, la compañía se acercó al Servicio de Impuestos Internos -este tema no pasó por Tesorería- por compromisos que databan incluso de la década de los 80.
Deuda inicial rondaba los US$ 300 millones
La deuda inicial, intereses y multas sumaban cerca de US$ 300 millones.
Un porcentaje menor de los compromisos (US$ 50 millones) correspondía a impuestos de retención relacionados con asesorías contratadas en el extranjero, el año 1986, para el control de calidad de los productos. El otro, mayor, se relacionaba con deudas por sociedades con pérdidas tributarias (cerca de US$ 200 millones).
Por algunos cobros existían sólo expedientes administrativos iniciados por el SII, algunos en apelación ante las cortes de alzada. Por otros, se habían abierto causas civiles e incluso decretado embargos. También había deudas sobre las que la Corte Suprema estaba ad portas de un pronunciamiento definitivo.
Las negociaciones se extendieron por meses, debido a la complejidad de los temas sobre la mesa: No sólo recálculo de impuestos con sus consiguientes intereses y multas -como la deuda se arrastraba por años, el monto por estos factores superaba largamente la deuda neta de impuestos-, sino también el SII puso sobre la mesa eliminar las pérdidas tributarias que arrastraba la compañía, y que fuentes confiables calculaban en US$500 millones. Estas eran un verdadero pozo contable que le permitía a la compañía "restar" a estas históricas cifras rojas las ganancias del presente, postergando así por años el pago de impuestos.
Inicialmente la compañía estaba dispuesta a reducir estas pérdidas acumuladas, mas no a eliminarlo.
En noviembre pasado se vio la luz: Términos del acuerdo
Pero en noviembre del año pasado se vio la luz en estas negociaciones: Este fondo definitivamente se eliminaba, con lo que a futuro la empresa debería pagar efectivamente impuestos cuando generara renta (y se evitaba el riesgo de que en una futura quiebra otra sociedad pudiera adquirir este derecho de postergar el pago de impuestos recurriendo a este pozo contable de pérdidas).
La solución -según se explica- incorporó una condonación de $59 mil millones (US$ 125 millones) por concepto de multas e intereses y la empresa pagó de una vez $4 mil millones (US$ 9 millones) correspondientes a la deuda original.
Activado ese desembolso, se hicieron valer compensaciones (el fisco le debía plata a la empresa y la empresa le debía al fisco) por US$ 150 millones.
"O el SII colaboraba o Johnson's quebraba", dice hoy una personas que estuvo al tanto de las tratativas.
"Habrían quedado 6 mil personas cesantes de un instante a otro y además el fisco no habría recibido nada, porque antes que él existían otros acreedores preferentes", comenta otro cercano al tema.
El acuerdo -pactado por abogados del estudio Carey, por el lado de Johnson's, y la Dirección de Fiscalización del SII, y ejecutado con la firma del director subrogante del servicio estatal- abarcaba todas las deudas que la empresa tenía con el fisco por temas tributarios.
La condonación alcanzó al 99% de las multas e intereses.
Dos meses después del pago, Cencosud compró el 85,58% de Johnson's, con un aumento de capital de US$ 100 millones. Además, el conglomerado se hizo cargo de un 20% de la deuda que la empresa tenía con las instituciones bancarias.