La Feria del Libro de Buenos Aires es siempre un referente. Su amplia oferta editorial tal vez nos canse en la larga caminata que propone y algunos mañosos sigamos creyendo en las librerías pequeñas de Baires, Guadalquivir, Eterna Cadencia, Arcadia, y otras nuevas siempre preocupadas de disponer de los últimos títulos y conservar también un catálogo en riesgo donde encontrar títulos que creíamos perdidos.

Lo imperdible de la feria, eso sí, siguen siendo los invitados internacionales. La lista siempre es larga y abarca todos los niveles y por eso es bueno recomendar a los que son parte de la escena literaria mundial y no deberíamos dejar pasar aunque fuera desde nuestra lectura chilena, si es que no podemos estar ahí cuando se presenten ante el público porteño.

Cuatro piezas clave de la escritura contemporánea

Entre la manada de nombres potentes destacan este año cuatro piezas claves de la escritura contemporánea.

La muy aplaudida Sandra Cisneros, escritora chicana autora de LA CASA EN MANGO STREET y CARAMELO, con un registro intimista, muy femenino, autobiográfico, de fácil acceso y gran delicadeza. Nacida en Chicago, ha hecho su carrera en EE.UU., anclándose en San Antonio, Texas, desde donde es frecuentemente invitada como representante de la literatura femenina de nuestro tiempo y nuestra lengua, a pesar de escribir originalmente en inglés. Sus párrafos breves funcionan como cuentos sugerentes y emotivos y están en la red algunos de ellos en inglés y castellano, si es que alguien quiere formarse una idea antes de aventurarse con sus novelas.

Otro nombre notable es Daniel Pennac , el profesor de francés nacido en Casablanca, Marruecos, que ha hecho una trayectoria respetable como escritor de policiales pero con lo que ha ganado una auténtica fama mundial ha sido con COMO UNA NOVELA hace unas décadas, y ahora con MAL DE ESCUELA, ambos centrados en el cada vez más rudo oficio de enseñar a leer, tan esquivo y tan complejo. En COMO UNA NOVELA plantea la enseñanza de la lectura lo más lejos posible del análisis y la interpretación, dándole pleno derecho al placer de leer, incluso al vicio, con un decálogo que todo lector de verdad suscribe y que incluye desde leer cualquier cosa o leer desde cualquier parte y hasta donde dé la gana hasta el simple derecho a no leer.

En MAL DE ESCUELA, su última entrega, se dedica a revisar el caso de los malos alumnos, los que el sistema no atiende ni comprende, a partir de su propia experiencia como alumno con dificultades serias que terminó siendo profesor y escritor. Libros amenos y totalmente vigentes, los textos de Daniel Pennac son de lectura obligatoria para todo el que desee opinar sobre el tema, docentes, padres y apoderados, incluso malos alumnos que quieren dejar de serlo.

Sin embargo, los dos nombres literarios más pesados, a mi parecer, son el rumano Norman Manea y el escritor judío y también arduo pacifista y polemista donde lo pongan, David Grossman .

Se trata de dos autores reconocidos con la Orden de las Artes y las Letras por el gobierno francés y a veces hasta en alguna apuesta por el Nobel. Con obra amplia y propuestas originales.

Desde la persecución nazi al medio oriente

Norman Manea ha conocido tanto la persecución nazi como la comunista y está exiliado en los Estados Unidos, haciendo una carrera muy sólida como novelista. Destaco su autobiografía novelada EL REGRESO DEL HÚLIGAN, de prosa vibrante, intensa, estremecedora incluso, que se lee a toda máquina, contando con una rica escritura y un manejo del lenguaje que la traducción parece que respeta (no he podido leer el original) por el probado placer del lector en castellano.

Su colección de cuentos EL TE DE PROUST permite recorrer todo su registro donde el tema político, desde los campos de concentración de su infancia a la utopía soviética en los tiempos de Ceacescu, ocupa un sitio importante. Un nombre clave no sólo en la literatura rumana sino en el panorama contemporáneo actual.

David Grossman, y por eso lo dejo al final, puede que sea la perla del encuentro. Junto a los reconocidos Amos Oz y A.B. Yehousha, forma la tríada de grandes autores judíos vivos que merecerían quizás el Nobel. Con varias novelas de excelente acogida de público y crítica (recomiendo TÚ SERÁS MI CUCHILLO) es también un periodista que polemiza permanentemente sobre la situación en Medio Oriente.

Su obra mayor es la dolorosa novela LA VIDA ENTERA, que tiene como marca el haber sido escrita galopando sobre la realidad de la muerte de su propio hijo en el conflicto entre Israel y el Líbano, acaecida durante la composición de la novela que trata justamente de una madre que no acepta la partida de su hijo al frente y decide vagar para siempre para no volver a casa hasta que su hijo regrese.

Escrita maravillosamente, deliciosa y terrible, LA VIDA ENTERA ha juntado devotos por donde ha pasado, conmoviendo tanto por su desgarradora temática como por el estilo del autor, fino, preciso, de gran despliegue de voces (se siente su oído de formación teatral). No está de más apuntarse a ESCRIBIR EN LA OSCURIDAD, una colección de agudos y sensibles ensayos sobre literatura y política, que permiten seguir la inteligencia de Grossman al destruir todos los lugares comunes con que enfrentamos la situación actual de Israel. Vive en Jerusalén y la describe como una ciudad muy compleja que vuelve a sus habitantes cada vez más fanáticos. Sus declaraciones son quemantes y su propuesta literaria absolutamente sólida.

Hay más nombres, no se los voy a negar. La programación de la Feria del Libro de Buenos Aires es vasta. Pero si no se puede viajar entre el 19 de abril y el 7 de mayo, está siempre la posibilidad de encontrar en nuestros escaparates a estos cuatro autores: Pennac, Manea, Grossman o Sandra Cisneros. Para todos los gustos. En serio.

 Debutan los diálogos narrativos en Buenos Aires

Estrenados en la pasada Feria del Libro de Santiago, los "Diálogos narrativos latinoamericanos" debutarán en Buenos Aires. Organizada por el Programa de Internacionalización del Libro, perteneciente al Consejo de la Cultura y las Artes y la Cámara Chilena del Libro, la iniciativa busca debatir -y unir- las diversas corrientes de pensamiento del continente.

En esta segunda versión participarán cinco autores nacionales -Alejandra Costamagna, Alejandro Zambra, Alvaro Bisama, Cynthia Rimsky y Rafael Gumucio-, quienes, junto a sus pares de otras naciones, compartirán las interrogantes, problemas y proyecciones de la literatura latinoamericana.

¿Por qué no nos leemos entre los latinoamericanos?, es uno de los temas a "resolver".