Cultura/Espectáculos
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Bombo Fica Su lado serio

Quiso ser profesor de religión... ingresó a estudiar al Hogar Catequístico de la Universidad Católica. Se recibió como técnico en máquinas de escribir... nunca ha escrito un libreto para sus shows. Vivió en la Villa Jaime Eyzaguirre en Macul, una población que nació al alero de la "Operación Sitio" durante el gobierno de Frei Montalva. "Cuando uno viene de un estrato social humilde, uno siempre tiene la idea o el deseo de poder triunfar en algo, algo que le cambie la vida. Pero muchas veces no se dan las oportunidades. Yo la tuve y la aproveché".  

por:  La Segunda / Lilian Olivares
viernes, 02 de marzo de 2012

Foto Iván Sarmiento

"El año pasado se cerró la ultima fábrica de máquinas de escribir, que estaba en la India".

Lo cuenta Daniel Haroldo Fica Roa, más conocido como Bombo Fica.

El dato es relevante en su historia, por eso reparó en la noticia que se publicó en abril de 2011.

Es que el primer título que tuvo fue como técnico en máquinas de escribir, con el que salió de la enseñanza media que cursó en el Liceo Industrial A-20, en Santiago. "Era el año '80. Se dio casualmente, tenía condiciones manuales y consideré que era una profesión que tenía mucho campo. En ese tiempo todas las empresas tenían máquinas de escribir, pero el mundo en 10 años evolucionó tanto...".

Tanto como él, que hoy circula por el Mall Plaza Vespucio intentando pasar inadvertido, pero no puede, porque es el humorista de los 56 puntos de rating del Festival de Viña. El que se rió de La Polar, de los bancos, de los policías... pero no del público. Tanto así, que cuando le dieron la primera antorcha y querían seguir con las otras, incluidas gaviotas, se convirtió en el primer artista que se sube al escenario de la Quinta Vergara y pide que no le den más trofeos, porque con el cariño del público tiene más que suficiente. Luego agregó el chiste-pelambre: "Después andan diciendo que están regalando las antorchas en Viña".

Se las dieron todas, menos la que estaba destinada en exclusiva para Luis Miguel. Pero eso no fue lo notable de Bombo, sino su humildad.

A él le gusta el show, aunque arriba de una tarima. Abajo, prefiere mantenerse anónimo y esquiva las entrevistas íntimas.

Esta vez hace la diferencia y cuenta su historia... .

Fue zapatero remendón, hizo volantines y participaba en la parroquia

Aunque le gusta presentarse como "hijo oriundo de Purén" -y el 2007 lo declararon Hijo Ilustre de la ciudad ubicada en la IX Región de la Araucanía-, vivió allá hasta muy pequeño:

-La familia fue escalando, hasta que mi padre se vino a trabajar a Santiago, de carpintero y junior de Sermena (ex Fonasa).

Sus padres lo matricularon en la Escuela 466 de Ñuñoa. Quedaba cerca de su casa en la comuna de Macul.

Por ese tiempo el matrimonio Fica Roa vivía con sus cuatro hijos (Patricio Gastón, Daniel Haroldo, Ricardo de la Cruz y Marta Eugenia, además de Daniel Haroldo) en la Villa Jaime Eyzaguirre, que nació producto de una "operación sitio" durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva, como una solución para los sin casa. La misma población donde el año pasado murió un joven en noche de paro, en agosto.

Cuando egresó, más tarde, del Liceo Industrial A-20 como mecánico en máquinas de escribir, rápidamente se dio cuenta que no era lo que quería y que debía buscar por otro lado. Su interés no iba por entrar a la universidad, eso lo tenía claro. Nunca fue estudioso, aunque con lo que aprendía en clases alcanzaba un promedio de notas de 5,5, dice. Igual dio la Prueba de Aptitud Académica (hoy PSU) y sacó alrededor de 570 puntos.

-Vendí huevos, fui taxista, zapatero remendón, carpintero. Hacía volantines y los vendía al por mayor. Sentía la gran necesidad de poder crear recursos para mí y para mi familia.

Tuvo una fuerte participación en las actividades pastorales de su parroquia, la Santo Tomas Moro. Todavía recuerda al padre Charles Müller, "una eminencia como sacerdote, un curita francés que trabajaba con el padre Fernando Tapia bajo las órdenes de nuestro vicario Mario Garfias".

Dice que en torno a la parroquia había toda una cofradía de amistad con los jóvenes. El tocaba guitarra, cantaba y animaba los eventos del grupo pastoral.

-Fue un período difícil en el gobierno militar manifestarse con condiciones artísticas y culturales, que siempre estaban ligadas a la cosa de la protesta.

Su proximidad a la Iglesia lo llevó al Hogar Catequístico de la Universidad Católica, en Miguel Claro al llegar a la Avenida Providencia, donde ingresó para ser profesor de religión.

Su padre no alcanzó a disfrutar del éxito de "Bombo"

Su madre iba a los talleres de tejido de la parroquia.

-Era dueña de casa, pero aparte de eso fue el sostén de la familia: Trabajó en innumerables oficios domésticos, como nana, lavandera. Orgullosamente lo digo, porque de ella he aprendido el valor de ganarse el dinero con el sudor de la frente.

Su padre, el hombre que trabajaba en Sermena, falleció en la década de los '90.

-Tenía 65 años, más o menos. Tuvo una insuficiencia cardíaca. No alcanzó a disfrutar el éxito de mis humildes y pequeños triunfos.

El profesor de religión en ciernes terminó cuando un día se le ocurrió asistir a un programa de televisión del Pollo Fuentes, "Exito".

-Cuando uno viene de un estrato social humilde, uno siempre tiene la idea o el deseo de poder triunfar en algo, fútbol, espectáculo, o algo ligado a las masas, o ganarse el Loto... algo que le cambie a uno la vida. Pero muchas veces no se dan las oportunidades. Yo la tuve y la aproveché.

Llegó al programa "En busca del éxito" con su bombo, pero no para cantar o decir un chiste, sino para recitar una poesía. Pero el productor le dijo que necesitaban alguien que contara chistes, que si no lo hacía no podía subir al escenario.

-Don Polo Herrera, el productor, me dijo: "Mira, si contái chistes con el bombo, podís participar". Y salí al escenario. La ropa me la prestaron ellos: me consiguieron un chaqué negro con un tongo. Me fue tan bien, que gané un día, gané la semana y luego el mes. Y me contrataron como artista profesional con cuatro rutinas. Me pagaron como 50 mil pesos.

A partir de ese momento, cambió su visión con respecto a lo que quería hacer:

-Sabía que tenía un destino en la vida, pero no sabia qué. Ahí recién lo descubrí. Dediqué mi vida al humor. De lo cual no estoy arrepentido y doy todos los días gracias a Dios por haber elegido el camino correcto.

Pero Daniel Haroldo era inquieto. Siguió haciendo otras cosas, mientras ganaba sus pesos con el humor. Estudió comunicación audiovisual, producción y eventos especiales. Por esa época conoció a su futura mujer, una estudiante de Documentación en la Universidad Técnica. Se la presentó una compañera ovallina que vivía en la casa de la alumna de la UTE. Pololearon un año y se casaron cuando ella tenía 25 años y él 28.

Tuvieron cuatro hijos, uno de los cuales es el "Bombito", que de repente lo acompaña en sus rutinas. De hecho, fue el "Bombito" quien impidió que el humorista dejara para siempre el artefacto fetiche que le había sido útil en un principio, cuando armaba una rutina hablando de las cosas que no se pueden hacer con el bombo. Ocurre que Fica había decidido terminar con el bombo durante el Festival de Viña. Le empezaba a molestar, había que cargar con él para todos lados. ¿Y qué tal si lo abandonaba? Subió al escenario sin el instrumento, pero "Bombito" salió detrás de él y se lo llevó.

-Inconscientemente, dentro de mi ignorancia yo creé un personaje, y ese personaje trascendió. No contrataban a Daniel Haroldo Fica, sino a Bombo Fica. Y hasta el día de hoy me acompaña. En un momento pensé que ésa podía ser la oportunidad para desligarme, salir sin el bombo, pero no pude. Mi hijo apareció y me lo dejó ahí. ¡Menos mal que no me puse Piano Fica!

-¿Y es cierto que le pagaron 80 millones de pesos por su actuación en la Quinta Vergara?

-No, no son 80 millones de pesos. Pero yo no hablo de plata en la entrevista, porque es de roto.

 
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