Nuevo Superintendente de Educación General, Alexis Ramírez, deberá fiscalizar el fin al lucro, el término del co pago y la prohibición de la selección. "Va a jugar un rol clave en esta nueva etapa de reformas estructurales" explicó el ministro Eyzaguirre.
El ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, y el nuevo superintendente Alexis Ramírez.
Foto Claudio Cortés, La Segunda
Fiscalizar el fin al lucro, el término del co pago y la prohibición de la selección en los colegios.
Garantizar que los recursos públicos lleguen a la sala de clases "y no se desvíen en el camino".
Y hacer cumplir las normativas de seguridad de la infraestructura de los colegios.
Esto es parte del mandato que el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, entregó esta mañana al nuevo jefe de la Superintendencia de Educación General, Alexis Ramírez, al ser presentado ante decenas de alumnos de 5° básico de la escuela básica municipal Salvador Sanfuentes, de la comuna de Santiago.
Ramírez no es nuevo en el tema. Es profesor de Historia y fue quien estuvo a cargo de la "Oficina 600" del Ministerio de Educación cuando esta se abrió (año 2003) para canalizar las denuncias que tenían alumnos y apoderados contra malas prácticas prácticas en algunos colegios (ver recuadro).
La nueva autoridad jugará un rol clave en el futuro, ya que tendrá la responsabilidad de fiscalizar los pilares fundamentales de la reforma: fin al lucro, co pago y selección.
"La tarea que viene es tremendamente exigente. Por tal razón, la Superintendencia va a ser robustecida en sus atribuciones para asegurar que las reformas, una vez aprobadas, se cumplan", dijo Eyzaguirre luego de explicar a los estudiantes que "los alumnos son el principal foco de atención del Ministerio y de este gobierno".
El foco -se informó- estará puesto en resguardar que todos los estudiantes puedan ingresar y permanecer en el sistema escolar, sin que sean objeto de selección ni discriminación por razones socioeconómicas, físicas, intelectuales, étnicas, sexuales o por credos.
"Quiero decirles que Don Alexis viene con un entusiasmo tremendo" dijo el ministro, tras lo cual aclaró que "tenemos que dejar en claro que la labor de la Superintendencia es fundamentalmente ayudar a los colegios, no sancionarlos, porque el chequeo que se haga (a los colegios) van a significar una mejor educación pública para todos".
El superintendente Ramírez explicó que "la Superintendencia es garante del derecho de todos los niños a una educación de calidad, por lo que vamos a jugar un papel esencial en fiscalización para enfrentar la selección, el lucro y el co pago. Además, nos preocuparemos de que las platas públicas lleguen efectivamente a la sala de clases y no se desvíen hacia otros fines" .
Especial preocupación, dijo, tendrán en el acceso y permanencia de los niños en los establecimientos educacionales: "No permitiremos discriminaciones".
Ramírez también detalló las últimas cifras de denuncias que ha recibido la Superintendencia de Educación General.
Desde marzo del año pasado hasta abril de 2014 se reportaron 12.409 denuncias de parte de alumnos y apoderados. La mayor cantidad de ellas se concentró en maltrato a estudiantes (4.646 denuncias), no renovación de matrículas (1.798) y medidas disciplinarias (1.088).
Ramírez es profesor de Historia y toda su vida ha estado ligada a políticas educativas.
Entre 2003 y 2008 estuvo a cargo de la Oficina 600 Mineduc, la primera oficina del Ministerio de Educación que se preocupó de resguardar los derechos de los estudiantes.
"Ahí comenzamos a gestionar las denuncias de los escolares, a resolver esas situaciones y comenzamos luego a generar información que nos permitió tener datos estadísticos de ciertas prácticas", recuerda.
-Ahora ya hay Superintendencia. ¿Cuánto cambiará el rol de ese organismo con lo que plantea el proyecto de ley?
-Es un tremendo desafío, porque tendremos que dar un paso adelante en la fiscalización del lucro, del copago y de la selección en los colegios. Significa, por una parte, ser muy rigurosos y firmes con eventuales malas prácticas o abusos en los colegios, pero también desarrollar capacidades fuertes para que los establecimientos puedan mejorar sus desempeños sin tener que llegar a ser denunciados o sancionados.
-¿Y cómo harán eso?
-Haciendo fiscalizaciones con "valor agregado"; es decir, asesorándolos en qué y cómo deben mejorar en este tema, en cómo gestionar de mejor manera los establecimientos. No sólo intervenir cuando tengamos dificultades evidentes, sino que poder prevenir para que ello no ocurra.
