Economía
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Expertos y pequeños comerciantes advierten sobre la "letra chica" de la ley de estacionamientos

Lo que en primera instancia se ha visto como una buena y gran noticia para los conductores que usan estacionamientos en comercios, aeropuertos, clínicas y hospitales, debido a la aprobación en la Cámara Baja de la Ley que establece su gratuidad; se ha convertido en preocupación e inquietud para expertos en transporte y entre los pequeños comerciantes por el impacto que real que tendrá en sus ventas.

por:  La Segunda Online
miércoles, 15 de abril de 2015
Estacionamientos

Estacionamientos.


Escasez de espacios para estacionar, baja en las ventas y encarecimiento de productos y servicios a los consumidores,  son algunos de los efectos que, expertos en transporte y dueños de pequeños comercios, prevén traerá consigo la iniciativa de liberar de pago de estacionamientos a los usuarios de automóviles. Carlos Abusleme, presidente de la Cámara de Comercio de Patronato, considera que puede llamarse como la “letra chica” de la Ley de estacionamientos.

El proyecto, aprobado en la Cámara Baja, debe ahora ser ratificado en el Senado para ser ley. La iniciativa preliminar (que durante la discusión tuvo varias modificaciones) considera entre sus puntos más relevantes 30 minutos de gratuidad para el uso de estacionamientos ubicados en centros comerciales, aeropuertos, supermercados y otros similares, ampliándose a dos horas y media, al presentar cualquier boleta de algún proveedor del recinto.

Posteriormente, el cobro deberá ser por minuto, quedando prohibido redondear la tarifa al alza; la eliminación de una tarifa prefijada por pérdida del comprobante de ingreso (siendo obligación del proveedor consultar sus registros a fin de determinar el tiempo real efectivo de uso). En cuanto a los hospitales, sean o no concesionados, no podrán cobrar a los pacientes; y en el caso de las clínicas, esto aplica durante el tiempo que dure la atención de urgencia y en caso que el usuario se encuentre bajo tratamiento.

Para Raimundo Cruzat, master en Planificación Urbana, profesor de Ingeniería de la UC y ex director de Transantiago, “el proyecto de ley propone la gratuidad por tratarse de un servicio accesorio, sin embargo, construir e implementar los estacionamientos, así como su mantención y servicios -entre ellos los de seguridad - implican costos que probablemente sean recuperados traspasándose a los arrendatarios de los locales, quienes a su vez, los traspasarán al precio de venta de sus productos. Así, serán los consumidores, independiente de cómo se movilicen, quiénes asumirán los costos”. 

Según Cruzat, este proyecto de ley “pretende generalizar situaciones y realidades muy distintas, como tamaño de los centros comerciales, número de estacionamientos, tecnología disponible, ubicación, cercanía a ejes de transporte público, etc., obviando instrumentos más idóneos para regular la cantidad de estacionamientos dependiendo de las condiciones particulares, como son los planos reguladores”.

Para el experto, el proyecto de ley además no discrimina según el tamaño de los estacionamientos e intenta normar en igualdad de condiciones para aquellos de grandes centros comerciales (con más de 1.000 plazas),  así como para los pequeños estacionamientos de supermercados de barrio, strip centers y otros. “No ofrece una diferenciación para los sitios de menor capacidad que representan el 95% de los recintos equipados con sistema de cobro automático. Además no está claro cómo estos van a poder hacer efectiva la gratuidad solo una vez por día que exigirá la nueva ley si la gran mayoría no cuenta con sistemas de control de patente. Se estima que esa tecnología solo la tiene el 5% de los estacionamientos  y es de alto costo”, destaca. Adicionalmente, ante la pérdida del comprobante de ingreso, el proyecto establece que será obligación del proveedor consultar sus registros a fin de determinar el tiempo real efectivo de uso del estacionamiento. 

Para Rodrigo Quijada, Ingeniero en Transporte, coordinador de la Coalición por un Transporte Justo e integrante de Ciudad Viva,  “suprimir el cobro de los estacionamientos, implicará que más personas lo demanden y por más tiempo, lo que hará caer la capacidad dinámica (factor de rotación) y la disponibilidad de espacios, volviendo aún más difícil encontrar dónde estacionar. Adicionalmente y aún más relevante para la población, el actual proyecto de ley difiere con las políticas públicas actuales de transporte, energía, medioambiente, salud y equidad. En lugar de ir en la dirección global actual de desincentivo al uso del automóvil particular, busca ofrecer más facilidades. En países desarrollados, como Europa, existen políticas para elevar los costos de los estacionamientos privados como un mecanismo para descongestionar zonas saturadas, como fue declarada Santiago”. 

CÓMO AFECTA AL PEQUEÑO COMERCIO

Representantes de sectores comerciales aledaños a estacionamientos municipales, que no fueron incluidos en la ley  (como Providencia, Patronato y Franklin, en Santiago), aseguran que tendrán una disminución de clientes, ya que estos preferirán migrar hacia centros comerciales que ofrezcan gratuidad. 

En este sentido, Carlos Abusleme ve con preocupación la posibilidad que se apruebe este proyecto “que atenta contra el principio de igualdad ante la ley, ya que los estacionamientos ubicados en la calle continuarán cobrando. Perjudicará seriamente al pequeño comercio, ya que habrá una fuga de consumidores que preferirán comprar en grandes malls, donde será gratis. Mientras los pequeños centros comerciales que han debido invertir en infraestructura para cumplir con la normativa, tendrán sus estacionamientos copados”. 

William Banduc, Secretario de la Cámara de Comercio de Patronato y dueño del Centro Comercial Paseo Patronato –que cuenta con 52 locales y 500 estacionamientos-,  analiza la situación desde el punto de vista económico “cuando se planifica una inversión de esta envergadura, se hace en base a una proyección de retorno y es muy complejo que quieran cambiar las condiciones de esta manera, porque entonces  resulta inviable abordar el costo.  Y a los pequeños comercios, que cuentan con este sistema se les generará un problema aún mayor, pues el tiempo de permanencia es menor que en los grandes centros comerciales. ¿Cómo recuperarán la inversión?”.

“Por ejemplo, 30 minutos de gratuidad tiene un impacto muy diferente en un gran centro comercial, donde el período de permanencia es mayor que en un pequeño centro comercial, supermercado o strip center, donde es considerablemente más breve. Se debe diferenciar de acuerdo a las distintas realidades según el tamaño (cantidad de plazas) de cada estacionamiento”, dice Abusleme.

Al respecto, De Grange agrega: “El primer punto de inequidad de esta política, es que se perjudica al comercio detallista de distintos sectores de Santiago en que la gente se estaciona en la calle, donde tiene que pagar parquímetro y esto no se estaría aplicando en los mall. Entonces ya hay una desventaja. Se está incentivando a la gente a ir a los mall respecto a otro comercio. Eso me parece que es injusto. El diseño de implementación de estas políticas hay que estudiarlo bastante bien antes de empezar a dar pasos en falso”.
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