Economía
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Andrés Navarro y su "plan Sofofa": "El desprestigio nace de faltas cometidas por los propios empresarios. Debemos dar la cara"

Luego de casi un año de silencio, el ex presidente de Sonda se define frente a las próximas elecciones de la asociación gremial.  

por:  Pablo Tapia C.
viernes, 30 de enero de 2015
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Hace más de un año que Andrés Navarro no da una entrevista. "Pasé un período bastante retirado, que terminé a fines de 2014. Se me juntaron varias cosas: cumplí 65 años y enviudé. Después de cuarenta y tantos años a toda máquina necesitaba un descanso", dice.

"Dejé de asistir a reuniones y a mis actividades de siempre. Dediqué un tiempo a encontrarme con mis propios sentimientos, viví un duelo, sin pastillas ni fármacos y salí bien. Estoy con mucho ánimo retomando mis actividades", confiesa.

-¿Qué sacó en limpio?

-Que entré a la tercera edad con una nueva perspectiva. Me di cuenta que la vida es bastante más corta de lo que pensaba. Tuve que aceptar que se fuera mi compañera de 40 años.

-¿Ya está preparado para tener nueva compañía?

-Soy un mal solitario. Necesito tener compañía. Tengo siete hijos, lo que me ayuda bastante. Pero sí, estoy preparado.

-¿Por qué decidió volver al mundo activo?

-A nadie le gusta ni le conviene que haya un sector empresarial desprestigiado y deprimido. Es malo para el país. Entonces, ahora estoy pensando, más que en las empresas, meterme en la dirigencia empresarial.

Cuando uno tiene un cargo con visibilidad pública se da el privilegio de hablar y que te escuche mucha gente. Al final, de una u otra forma, estos cargos son un púlpito desde donde uno puede también alentar, motivar, transmitir ideas positivas que animen.

-Ha dicho que en marzo decidirá si postula a la presidencia de la Sofofa, pero ya está buscando apoyos...

-Estoy entusiasmado, teniendo reuniones y escuchando. Pero primero quiero ver si hay agua en la piscina. No me quiero tirar sin agua.

-¿Por qué?

-Para no hacer el ridículo. Hermann von Mühlenbrock es un gran tipo, tiene mucho apoyo y hay una tradición de que, en general, los presidentes se reeligen. Por eso voy tomar una decisión a mi vuelta de vacaciones.

-Alberto Salas es prácticamente el futuro presidente de la CPC. ¿Cuál debe ser el rol de la Sofofa, al considerar la buena relación que él tiene con la Presidenta Bachelet?

-No lo conozco mucho, pero siento una gran admiración por él, un minero genuino que ha hecho una carrera impecable. Sé que representa bien el sentir empresarial chileno. La Sofofa debería armar un buen equipo con él.

-Alfonso Swett dijo que le interesaba asumir la vicepresidencia de la Sofofa.

-A mí me dijo que no. Que quiere colaborar, participar en el debate, pero que no quiere ningún cargo.

-¿El es su operador?

-Operador, no. Me está ayudando a coordinar todas estas reuniones, porque conoce a muchos consejeros y los ha convocado.

-Pedro Lizana advirtió que su candidatura se cae por no cumplir con requisitos como participar activamente en los consejos de Sofofa...

-Es verdad. Estuve más de un año ausente de toda reunión, pero no hay precedentes en la historia de que se haya inhabilitado a alguien por eso.

-¿Es una regla muerta?

-No se aplica. Nunca se ha hecho y espero que esta vez no sea el caso.

-Sus adherentes dicen que representa a las nuevas generaciones. ¿Ha elegido gente joven para su lista?

-Estoy conociendo gente y quiero conocer más, pero ojalá haya muchos jóvenes que opten por una carrera empresarial.

Diagnóstico distinto al de Von Mühlenbrock

-¿Coincide con Hermann von Mühlenbrock, quien en la Cena Anual de la Industria dijo que en Chile había un clima antiempresarial?

-Tengo un diagnóstico un poco distinto: han ocurrido hechos negativos y que todos lamentamos y condenamos. Son varios, no uno, donde el sector empresarial ha quedado bastante mal parado. Y si bien se trata de un grupo pequeño de personas, afecta a un grupo grande de empresarios, y ese golpe lo hemos sentido todos. El desprestigio público afecta al final el ánimo empresarial.

-¿Ese desprestigio es responsabilidad de los propios empresarios o del gobierno que los critica públicamente?

-Ese desprestigio nace de errores y faltas, algunas graves, cometidas por los propios empresarios que debiésemos salir, y es lo que quiero hacer, a dar la cara y mostrar que también hacemos muchas cosas buenas, y que el país, como un todo, necesita empresarios animosos, con entusiasmo, ganas de invertir y que, dentro de lo posible, tengan una hoja de vida totalmente limpia.

-¿El desprestigio tiene también que ver con un tono más duro que algunos dirigentes han utilizado en el último tiempo?

-Pienso que sí. Por lo menos, no es el tono que me gusta.

-¿De quién no le ha gustado?

-No voy a dar nombres. Esto que estoy pensando (postularse a la Sofofa) no es una pelea personal con nadie. Le tengo mucha estima a Von Mühlenbrock, es una gran persona. Que podemos tener estilos distintos, sí, pero no quiero personalizarlo en él.

-Pero fue él quien, a raíz de la reforma tributaria, dijo que "si los proyectos que evalúan las empresas se vuelven poco rentables en Chile, se llevarán adelante, pero en otro país".

-No creo que nadie esté pensando en irse de Chile, pero hay que respetar e incentivar el proceso de internacionalización de las empresas. Los empresarios chilenos hemos estado invirtiendo fuera de Chile hace muchos años, pero las inversiones principales son en Chile. Somos chilenos, vivimos acá, y nuestro principal lugar de trabajo es acá.

-¿Usted es menos confrontacional?

-Durante muchos años he sido un negociador, no digo excelente, pero tampoco pésimo, sino que razonablemente bueno y si preguntas, vas a encontrar opiniones muy variadas: Algunos dicen que soy un duro y otros que no, que es fácil llegar a acuerdos conmigo.

"Aprendí la lección: no aporto a la política"

-En 2013 se declaró "cada vez más lejano de la DC y más cerca de Andrés Velasco". ¿Sigue pensando igual?

-Tengo mucha cercanía con la DC y a Velasco le tengo un gran aprecio, pero no estoy diciendo que vaya a votar por él.

Recapacitando sobre esos dichos, creo que en las bases de la DC les cuesta mucho aceptar a los empresarios. Ir a esas reuniones siendo empresario es ir a pasarlo mal, porque muchas veces no somos bienvenidos. Pero no me importa, estoy dispuesto a pasar el mal rato y decir lo que pienso en cualquier parte.

-¿Invitó a Velasco a almorzar alguna vez?

-Me tomé un café con él el año pasado.

-¿Y le cobró?

-No (ríe). Afortunadamente he estado fuera del financiamiento de la política hace muchos años. Cometí un traspié importante en 2007. Dije cosas equivocadas y eso me sirvió para aprender.

-Fue cuando el ex Presidente Lagos responsabilizaba a Sonda por el fracaso del Transantiago, y usted dijo "estoy dolido. No sé por qué está haciendo esto. Le recuerdo que yo aporté financieramente a su campaña".

-Me acuerdo perfectamente bien. Fue un error muy importante haberlo explicitado en un momento de conflicto, porque quedó la idea de que estaba pidiendo auxilio porque lo había ayudado. Fue un error muy importante y pedí disculpas.

-El ministro Pacheco dijo que los empresarios aportaban a las campañas para luego tener puertas que tocar...

-No es mi caso.

-¿Ha vuelto a aportar para campañas políticas?

-Nunca más. Cuando yo aportaba, nunca lo hice a través de empresas donde tuviera socios, siempre fue con mi dinero.

-¿A Piñera tampoco?

-No. ¡Imagínate! Somos amigos, pero no creo que necesitara demasiado mi aporte. Entiendo que alguna de mis empresas hizo aportes legales a través del Servel, pero no participé directamente.

-¿Volvería a aportar a campañas políticas?

-Sí, podría hacerlo, pero siempre de acuerdo a lo que estipule la ley.

"Lo de Bilbao es lo más grave"

-¿Cuál de todos los casos conocidos últimamente le parece más grave?

-El de Juan Bilbao, por uso muy evidente de información privilegiada en favor propio.

-Usted lo conoce. ¿Es su amigo?

-Lo conozco hace muchos años y sí le tengo estima. Me sorprendió que estuviera involucrado en esto.

-¿Cree que es responsable?

-Sí.

-¿Debe recibir la pena que se merece, como dijo el ministro Pacheco?

-Sí. Lamentablemente sí.

-¿Debe ser castigado en Estados Unidos y también en Chile?

-Sé que hubo transacciones en Estados Unidos, pero desconozco si hay faltas ilegales en Chile. Me imagino que la Superintendencia de Valores y Seguros lo debe estar investigando.

-Usted es también amigo del ex Presidente Piñera, quien pagó una multa por comprar acciones de una compañía de la cual era director, luego de conocer sus resultados previo a que se enterara el mercado. ¿Lo considera igual de grave?

-Me acuerdo de ese episodio, conocí el caso. Es de una gravedad distinta, pero si fue sancionado, quiere decir que reviste algún nivel de gravedad.

-Mucha gente llama a no generalizar e insiste en que se trata de casos puntuales, pero usted dice que esto los afecta a todos...

-No digo que todos los empresarios sean así, pero cuando se juntan cuatro o cinco casos, la opinión pública generaliza. Lamentablemente lo mismo ha pasado, por ejemplo, en el clero, donde faltas de algunos sacerdotes hace que la opinión pública demonice al resto.

-¿Qué le parece la situación de Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín?

-Complicadísima.

-¿Está en el ADN de los empresarios tratar de pagar los menos impuestos posibles? Porque cuesta explicar que alguien que aporta a una causa como la Teletón, trate de no pagar impuestos que luego van a ayudar a los más necesitados. Al menos una parte.

-No quiero hacer escarnio público, pero por supuesto que la primera obligación básica del empresario es cumplir con las leyes tributarias. La mayoría de los empresarios paga sus impuestos. Yo cumplo siempre con todo. Dado que soy empresario y tengo cierto nivel de exposición, siempre he cuidado las formas. Hacer trampa no es gratis en la vida, y no lo digo solamente por el tema empresarial.

Puentes con el gobierno: Cómo recuperar las confianzas

-¿Cómo se puede recuperar la confianza de la sociedad y del gobierno en el empresariado?

-Con buena voluntad, comunicación y transparencia. Tenemos que hacer muchas cosas: una, es dar la cara y no poner a terceros para que hablen por nosotros. Segundo, tratar de convencer a mucha gente que la actividad empresarial no solamente es necesaria para el desarrollo del país, sino que se puede hacer de forma limpia y sin faltas.

-Durante los primeros gobiernos de la Concertación usted fue un vínculo entre los ministros de la época y los empresarios. ¿Le gustaría volver a jugar ese rol si gana en la Sofofa?

-A lo largo de mi vida empresarial he construido una red de relaciones que no es menor y que me gustaría usar en beneficio del objetivo, que es reposicionar al empresario y a la imagen empresarial en el nivel que me gustaría que estuviera, que es mejor que el actual.

-¿Tendiendo puentes entre ellos y el gobierno?

-En la construcción de políticas públicas, donde participan muchos, es muy importante sentarse y tender puentes, hacer diálogo, sin perjuicio de que uno puede ser bastante claro en sus convicciones aunque no coincidan con las de quien se tiene enfrente. Pero tienen que estar abiertos el diálogo y los puentes. Cerrarse a esas conversaciones es un craso error.

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