En septiembre pronosticó US$3 por libra. Desplome del petróleo, alza del dólar, más oferta y menor demanda de China explican el ajuste.
El sostenido desplome del precio del petróleo, el alza del dólar en los mercados internacionales, así como el proceso de desaceleración que enfrenta la economía china, son algunos de los factores que, tal como se esperaba, obligaron a la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), a ajustar a la baja su proyección de precio del cobre para este año: En septiembre estimo que la libra tendría una precio promedio de US$3 por libra y hoy la redujo a US$2,85.
Según informó esta mañana la ministra de Minería, Aurora Williams, y el vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Sergio Hernández, la corrección se basó en el último Informe de Tendencias del Mercado Internacional del Cobre, que además precisó que para 2016 se espera que la cotización del metal promedie US$2,8 por libra.
Sobre este ajuste, Williams precisó que también influyó "una mayor oferta del metal que ha exacerbado la aversión al riesgo de los inversionistas hacia los commodities mineros, precipitando la baja en los precios".
Mientras, Hernández explicó que la estimación de precio para este año asume "implícitamente" una recuperación del mercado del cobre a partir del segundo semestre del año, una vez que el precio encuentre un nuevo equilibrio y se despeje la incertidumbre en cuanto al crecimiento económico de China y los inversionistas ajusten su aversión al riesgo. Puntualizó que al analizar la oferta y la demanda de cobre, es posible observar un mercado en "relativo equilibrio" que no explica la profunda caída registrada en la cotización del cobre, por lo que ha sorprendido, tanto a Cochilco como al resto de los analistas del mercado.
El informe dado a conocer hoy precisa que si bien en el corto plazo el mercado del cobre enfrenta una situación menos favorable que el esperado en septiembre del año pasado, se estima que a partir del año 2018 se debiese hacer frente a un déficit de metal refinado, lo que llevaría a la recuperación de su precio.
Eso sí, "los fundamentos de mediano y largo plazo para el mercado del cobre continúan siendo sólidos", enfatizó la autoridad de Cochilco, pero recalcando que las empresas deben perseverar en sus respectivas políticas de reducción de costos, optimización de sus operaciones y mejorar sus indicadores de productividad para asegurar su viabilidad.
Precisamente, esta mañana y haciéndose cargo de la sostenida caída en el precio del cobre, el presidente del directorio de Codelco, Óscar Landerretche, anunció que en los próximos días, se presentará un agresivo paquete de medidas para reducir los costos de la compañía, los que serán dados a conocer por el presidente ejecutivo de la entidad, Nelson Pizarro.
En cuanto a la demanda mundial de cobre prevista para este año, Cochilco espera que esta llegue a 22,5 millones de toneladas (TM), un aumento de 2,6%, respecto al año pasado. Mientras, para 2016 se estima un crecimiento global de la demanda de 2,8% en relación al año 2015: llegaría a 23,2 millones de TM.
Tomando el escenario que le depara al mayor consumidor de cobre del mundo, la demanda de cobre de China crecería este año cerca de 4% para llegar a 11 millones de toneladas con similares estimaciones para 2016. "La demanda de cobre por parte de China se ha ralentizado, fundamentalmente, por el menor dinamismo que ha exhibido el sector manufacturero y el mercado inmobiliario. Este último responsable de, aproximadamente, el 40% del consumo de cobre", explicó Hernández.
Respecto a la producción de cobre en Chile registrada durante el año pasado, Hernández señaló que ésta cayó 0,5% en relación al año 2013, alcanzando un total de 5,75 millones de toneladas, aproximadamente, debido a menores leyes de mineral.
Para este año se prevé alcanzar una producción de cobre mina de 6 millones de toneladas, lo que implica un crecimiento de 4,5%. Esta mayor producción provendría principalmente de las nuevas operaciones y ampliaciones implementadas en el transcurso del año pasado y las que entrarían en fase de producción este año. Por ejemplo, la expansión de Escondida, y las nuevas operaciones Sierra Gorda, Caserones y Antucoya. Asimismo, para 2016 la estimación de producción superará levemente los 6,2 millones de toneladas, con un crecimiento de 4%.
