José Yuraszeck obtendrá una ganancia de casi US$4 millones.
Carlos Heller (segundo de izquierda a derecha) participó en el debut bursátil del club en 2008.
El 18 de noviembre de 2008 la concesionaria del club de fútbol de la Universidad de Chile, Azul Azul, debutó en la Bolsa de Comercio con un precio por acción de $480. Hoy, los mismos accionistas que apostaron por el papel en ese momento, se ven enfrentados a la posibilidad de vender sus títulos a $1.100, luego que José Yuraszeck acordara vender el 10,29% que tenía de la propiedad del club a uno de sus principales antagonistas dentro de la sociedad anónima, el actual presidente de Azul Azul, Carlos Heller.
De concretarse la operación, Inversiones Alpes (propiedad de Heller) alcanzará un 50,19% de la sociedad y deberá lanzar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) por el resto de los papeles que hoy están en manos del resto de los accionistas, a quienes también deberá pagarales los mismos $1.100 que cancelará por las 3.757.904 acciones que posee Yuraszeck.
En total, Heller pagará cerca de US$6,63 millones a Yuraszeck, lo que según calculas analistas del mercado, le reportará una ganacia neta cercana a US$3,7 millones.
La operación ha generado expectativas entre los accionistas minoritarios de la concesionaria, quienes calculadora en mano, evalúan las ganancias que podrían obtener. Entre los analistas del mercado ven la oferta con distancia, ya que estiman que a futuro, el valor de la acción puede ser mucho más alto que lo que ofrece Heller. Las buenas expectativas que genera el presente del equipo de fútbol (actual campeón del torneo chileno, clasificado a la Copa Libertadores y con planes para construir su propio estadio), podrían impulsar el papel para que vuelva a niveles de $2.750 que ya alcanzó en mayo de 2012.
Por eso llaman a revisar bien la situación de cada accionistas antes de concurrir a la OPA. "En el caso de los accionistas minoritarios que compraron paquetes de $50.000 o $100.000, no les recomendaría vender en la OPA por $1.100, pensando que incluso llegó a costar cerca de $3.000 en su momento. Sobre todo porque la U ha hecho bien las cosas: están invirtiendo, saben de fútbol y por eso la acción ha respondido así", señala el subgerente de inversiones de Sartor Investments, Alfredo Harz.
El gerente de estudios de Renta4 inversiones, Guillermo Araya, discrepa: "yo participaría en la OPA, vendiendo una parte de las acciones y el resto las mantendría, porque el proyecto de Heller debe ser bueno. De lo contrario él no haría una inversión de esa magnitud ni le preocuparía tener el control", afirma. Agrega que el actual presidente de la concesionaria ve que las inversiones que va a realizar el club son rentables y las considera una buena alternativa de inversión, más allá de su calidad de hincha.
En el caso que los accionistas minoritarios que compraron acciones cuando el club debutó en la bolsa, podrían obtener una rentabilidad de hasta 196%, lo que equivale a más del doble de su inversión inicial.En el caso de los accionistas que hayan comprado acciones ayer, cuando cerró en $1.025, la rentabilidad que obtendrán en la OPA sería de 7,3%.
Cercanos a de Yuraszeck, señalan que tras su salida de Azul Azul dedicará su tiempo a sus operaciones en Muebles CIC, la Viña Santa Rita y al estudio de nuevas inversiones.
La salida de Yuraszeck de Azul Azul termina de configurar el nuevo panorama en la concesionaria que, desde su formación en 2007, estuvo marcada por la lucha de poder entre él y Carlos Heller.
En un comienzo, el bloque que lideraba el ex gerente de Chilectra tenía el control y solía imponer su voluntad, pero ese poder se fue disipando en los últimos años tras las salidas de sus dos principales aliados, Federico Valdés y Carlos Alberto Délano, quienes vendieron sus participaciones en noviembre de 2013.
Con el 50,2% de las acciones y una mesa de directores plagada de hombres de su confianza -como su hijo Pedro, más Gonzalo Rojas y Mario Conca-, el poder del presidente del grupo Bethia ahora es total y se enfocará en reforzar el proyecto futbolístico que encabeza Martín Lasarte (entrenador a quien eligió personalmente) y en dar los últimos pasos en pos del postergado estadio propio.