Según la Cepal, en Chile alcanzó el 7,8%. Si bien hay un estancamiento del indicador, las brechas de desigualdad siguen aumentando.
La principal conclusión que arrojó la última encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) dada a conocer el sábado fue que el nivel de pobreza en Chile disminuyó, pero se mantuvo estancada la brecha de desigualdad. Hoy la Cepal dio a conocer que en Latinoamérica, la reducción de la pobreza se mantuvo casi sin cambios durante los últimos años, y que el nivel de indigencia viene en aumento.
De ahí que surgiera el debate de pobreza versus desigualdad. ¿Qué es más prioritario atender?
Según expertos, ambos elementos van de la mano y ninguno prevalece sobre el otro.
En ese sentido, para el profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, Dante Contreras, la evidencia empírica da cuenta que los enfoques, tanto para reducir la pobreza como la desigualdad, son multifactoriales.
Por ejemplo, el crecimiento económico, el buen diseño de política pública, una adecuada focalización y la inversión en educación. Por lo tanto, "es la mezcla entre política pública bien realizada con buen diseño y el crecimiento lo que al final del día te ayuda a mejorar estos indicadores sociales".
Sin embargo, en el momento actual de Chile, Contreras plantea que si se busca una solución efectiva en el corto plazo sería "un buen paquete de políticas sociales acompañada de crecimiento económico, porque cuando las economías son más pobres, la primera opción que tiene la gente para superar la condición de pobreza es accediendo a un empleo. Cuando ves datos de Chile, las tasas de desempleo están bajas. Entonces, en ese sentido, la política social apalanca mucho más rápido que el crecimiento económico en estas circunstancias".
En tanto, para la desigualdad, dice que "la única solución sostenible y sustentable es la inversión en capital humano, que se hace a través de educación y eso toma tiempo", advierte.
El director del Centro de Políticas Públicas UC, Ignacio Irarrázaval, coincide en que inevitablemente hay que avanzar en estos dos conceptos centrales, ya que "hay que tener mucho cuidado en que la pobreza no aumente, porque ese es el indicador de corto plazo". Y agrega: "Aquí hubo una reducción muy importante entre 2011 y 2013, pero cualquier cambio de tendencia hacia el alza será complejo", puntualiza Irarrázaval.
Por esto, explica que la literatura académica indica que "para Latinoamérica el grueso de la reducción de la pobreza está explicado por el crecimiento económico y no tanto por las políticas redistributivas" por lo que uno de los factores claves es el crecimiento económico, pero ya que este no es "automático", se deben apuntar los esfuerzos por "mantener el empleo y, particularmente, el empleo en los sectores pobres".
Al respecto, el director ejecutivo de la Fundación Superación Pobreza, Leonardo Moreno, enfatiza que la pobreza y la desigualdad van de la mano, por lo que ningún concepto debe ser más urgente para abordar, sino que hay que "hacerse cargo de la pobreza con mayor igualdad".