La historia parece volver a repetirse. Como si fuera un déjà vu, la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) es nuevamente escenario de una pugna por su presidencia, y sus actores -en algunos casos herederos de antiguos líderes empresariales- empujan hacia la puerta de salida a los que representan la "vieja guarda" del empresariado para darle sangre nueva al ente gremial.

Ocurrió hace 14 años, en plena disputa por la presidencia de la Sofofa cuando un arrojado Hermann von Mühlenbrock -que encarnaba el sentir de la "industria con chimenea" y era respaldado por figuras como Hernán Briones, Eugenio Heiremans y Ernesto Ayala- se enfrentó a Juan Claro, un contrincante con tradición empresarial, percibido como un empresario moderno.

En esa oportunidad triunfó Claro -sucediendo a su primo, Felipe Lamarca- y consolidó un perfil en el mando de la Sofofa que luego continuarían Bruno Phillipi y Andrés Concha. Todos, miembros de una misma generación que hoy considera que el organismo ha ido perdiendo la fuerza de su voz. Claro impulsó una fuerte defensa del empresariado, pero también un diálogo fluido con el gobierno, capacidad que no ha sido la característica de la gestión de Von Mühlenbrock, quien ha sido más duro que conciliador en medio de la avalancha de reformas. Sin embargo, empresarios que conocen de cerca el funcionamiento de la gremial, aseguran que si las elecciones fueran hoy, su reelección sería segura. En algunos meses más, quién sabe.

En las empresas añoran la época en que la Industria roncaba fuerte. Claro forjó una estrecha relación con el entonces Presidente Lagos y logró establecer conversaciones entre mundos que hasta entonces no querían cruzarse. De hecho, estuvo detrás de la modernización del Estado que negoció la administración Lagos con Pablo Longueira para salir de la crisis de los sobresueldos. Ejemplos de una era que hoy las figuras de antaño quisieran replicar y que cuestionan que Hermann von Mühlenbrock, quien logró finalmente llegar a la cabeza de la Sofofa en 2013, sea capaz de hacerlo. "No tiene peso específico", es el diagnóstico.

La visión de este grupo coincidió con la que inquietud que desde hace un tiempo venía rondando en las cabezas de la generación «sub 50» como Bernardo Larraín Matte (Colbún), Alfonso Swett Opazo (Forus), Rodrigo Abumohor (Manufacturas Interamericanas) y Jorge Matte (CMPC). Además de Pablo Bosch y Claudio Muñoz, quienes creen que el gremio tiene que recuperar liderazgo, incluir a más sectores, innovar. De ahí surgió el nombre de Andrés Navarro.

De hecho Swett ya había intentado levantar a Claudio Muñoz como candidato a presidente tras dejar el consejo el año pasado en medio de una reestructuración de la Sofofa, lo que evidenció que al interior de ella hay personalidades fuertes en pugna.

La reunión clave

En este capítulo, fue a fines de diciembre cuando Swett Opazo (47 años) lanzó la idea de proponer una lista paralela al actual dirigente. Poco tiempo después, el presidente de Colbún, Bernardo Larraín (48 años), llamó a Navarro (67) para pedirle que asumiera el desafío. Swett vio la idea con buenos ojos y se adhirió a esa petición.

El paso siguiente fue sumar adeptos. Así fue como el jueves de la semana pasada se citó a algunos disidentes a una reunión en la casa de Alfonso Swett, en la que esbozaron los primeros lineamientos de un programa que le harán presente a todos los consejeros. Uno de los asistentes a esa cita -porque en esta historia nadie quiera aparecer públicamente hablando- cuenta que llegó al encuentro tras ser convocado por otro amigo empresario. "No sabía a lo que iba y ahí me encontré con Andrés Navarro. Aunque no quiere decir necesariamente que lo apoye, reconozco que tengo una visión muy crítica de la gestión de Von Mühlenbrock", precisa la fuente.

"Es la batalla de ideas y no las vuelta de chaqueta. No estamos por dividir la Sofofa sino porque haya un programa que queremos para el país", afirma un empresario que colabora estrechamente con Navarro. Además adelanta que se ha creado un calendario de trabajo con reuniones periódicas con el ex presidente de Sonda.

De cara a las elecciones de abril, la Sofofa está dividida en tres. Quienes apoyan la continuidad de Von Mühlenbrock en la presidencia -empresarios de la vieja guardia y que piensan que es perjudicial cambiar al dirigente en medio de las reformas que ha impulsado Bachelet-; los que están descontentos con su gestión y exigen un cambio, y aquellos que quieren posicionar a Andrés Navarro, porque consideran que representa a las nuevas generaciones.

"Sería útil tener un empresario real a cargo de la Sofofa. La trayectoria de Von Mühlenbrock es ejecutiva y ayudaría al gremio que lo dirija alguien reconocido como empresario", precisa un importante consejero.

Dicen respetar a Navarro por haber partido desde abajo, "por haber hecho camino al andar", por su mirada sobre el mundo del emprendimiento y por su sensibilidad política: es muy amigo del ex Presidente Piñera -hasta tienen un helicóptero a medias-, lo que también ha sido un flanco abierto para las críticas, y su cercanía con el mundo DC es conocida.

Quienes respaldan al actual presidente contraatacan: le reprochan a Navarro su escasa participación activa en los consejos de la Sofofa y por eso cuestionan que esté capacitado para liderar el gremio. "De acuerdo al libro de asistencia del comité gremial, Navarro figura ausente de los consejos desde 2012", aseguran desde el gremio. Además, el mismo Von Mühlenbrock le dio la bienvenida a la competencia y se encargó de decir que alrededor de 45 -de un total de 60 gremios que son miembros de la entidad- ya le presentaron su apoyo.

El punto no preocupa demasiado a quienes están con Navarro. Ellos confían en que una vez que el creador de Sonda presente su propuesta frente a las reformas que impulsa el gobierno y dé a conocer su visión del país, los consejeros votarán por él en los comicios de abril (ver recuadro). Apuestan a que Navarro sea más dialogante, acepte ciertas ideas innovadoras y tenga una postura más estratégica-delante de la opinión pública y del gobierno- para defender los derechos de las empresas.

La sombra

Aunque muchos coinciden en que Von Mühlenbrock es muy respetado y querido, uno de los mayores reproches es por el papel que desempeñó en la discusión de la reforma tributaria.

A muchos les pena que la opinión del presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile (ASECh) Juan Pablo Swett, hubiese sido más importante que la de Sofofa, pese a que el organismo también presentó sus propuestas.

"Lo que pasó con la reforma tributaria fue un desastre. Endosamos la responsabilidad de negociar a los partidos, los que llegaron a un mal acuerdo para el país y las empresas", indican.

La gran falencia de Von Mühlenbrock, según algunos consejeros de la Sofofa, es su falta de habilidad comunicacional y política. Un ejemplo de las salidas de libreto del líder gremial fue cuando en un seminario en marzo del año pasado, dijo que "si los proyectos que evalúan las empresas se vuelven poco rentables por aumentos impositivos, sin duda se llevarán adelante, pero en otro país".

Desde el punto de vista de la conducción empresarial, sus críticos sostienen que "hemos sido poco claros como empresarios y en eso Von Mühlenbrock tiene responsabilidad directa: aparecimos avalando el protocolo de acuerdo en la reforma tributaria, cuando tuvimos que haberlo rechazado clara y visiblemente, porque es malo para las empresas y sus trabajadores. Si vamos a negociar así la reforma laboral, seguiremos haciéndolo pésimo", indica un reconocido empresario.

"Si se están levantando dos candidaturas, es porque en la Sofofa hay inquietudes sobre cómo se está manejando el gremio", destaca otro, desde su anonimato.

Además, hacen notar el rol que el nuevo presidente tendrá una vez que Alberto Salas asuma en la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). La apuesta de la Sofofa -su silencioso rival-, es que éste tendrá un papel menos fuerte que el que ha desempeñado Andrés Santa Cruz y así ellos podrán marcar más presencia en el debate nacional. Un revival. O un déjà vu.

 Roberto Fantuzzi, Asexma: "Cambiar de jinete a mitad de carrera no es bueno"

Uno de los consejeros que mantiene su voto dividido, es el empresario y presidente de la Asociación de Exportadores Manufactureros (Asexma), Roberto Fantuzzi.

El riesgo de las descalificaciones, sobre todo en un año en el que a su juicio se sostendrán conversaciones claves con el Gobierno por las reformas que quedan en carpeta, le preocupa. "Cambiar de jinete a mitad de la carrera no es bueno", recalca. Pero repara en que a veces las competencias son buenas: "Se crean nuevos temas, ideas, lo peor que puede pasar en un gremio es la rutina, marcar el paso. El solo hecho de entrar alguien a esta carrera es positivo para la Sofofa", recalca.

"Me pasa como la polola que tiene el corazón dividido", comenta. Dice sentir profunda admiración por Andrés Navarro, por ser un creador de empresas, pero valora la labor de Von Mühlenbrock en la Sofofa, donde impulsó cambios en la plana mayor al reemplazar a Cristóbal Philippi por Jorge Ortúzar, en la secretaría general de la entidad gremial.

A su juicio, el gran tema que debe abordar la Sofofa es cómo reactivar el país. "Ese es un tema mayúsculo. Hay que tener propuestas y presentar soluciones, como en su momento lo hizo Juan Claro, quien propuso un plan de incentivos a la inversión".

¿Quiénes eligen al presidente de Sofofa?

A fines de abril, 120 consejeros tendrán una cita en el segundo piso del edificio de la Industria y cada uno de ellos representa un voto, que elegirá al nuevo presidente de la Sofofa.

La votación se realizará en la sesión del Consejo General de la entidad y sufragan dos tipos de consejeros: los electivos (son 60), que representan a los socios de empresas y los consejeros gremiales. Estos están representados por los presidentes de los gremios automotriz, vitivinícola, etc, que forman parte de la Sofofa y que también aportan con otros 60 votos.

Los candidatos

Hermann Von Mühlenbrock

Edad: 67 años Primer trabajo: Ejecutivo de CAP
Experiencia gremial : Presidente de Asimet (1996)
Presidente de Sofofa (2013)

Tendencia política : Derecha

Trayectoria laboral :

Gerdau Aza

Langton Clark Consultores

Cintac S.A y Siderúrgica AZA

Andrés Navarro

Edad: 66 años
Primer trabajo: Fundó Sonda a los 24 años (1974).
Experiencia gremial: No tiene
Tendencia política: cercano DC. Amigo del ex Presidente Sebastián Piñera.
Trayectoria laboral: Sonda,
AFP Modelo, Viña Santa Rita,

Clínica Las Condes, Salfacorp y Teletón.