El desenlace de los casos Serrano y Cascadas, las denuncias contra los controladores de Penta y la acusación contra Juan Bilbao "contribuyen a deteriorar las confianzas", advierte.
Foto CESAR SILVA
¿Cree que este año ha sido vergonzoso para el mercado?
"No es que sienta vergüenza del mercado chileno, pero ha habido actitudes vergonzosas y me avergüenzo de hechos en particular. Pero el mercado de valores es mucho más que esas pocas cosas", afirma el presidente de la Bolsa de Comercio, Juan Andrés Camus, al repasar los hechos que marcaron el año bursátil.
Aunque asumió en marzo de 2014, ya ha dado tantas o más entrevistas que su antecesor, Pablo Yrarrázaval, durante sus últimos cinco años en el cargo y no han sido pocas las veces que le han preguntado por situaciones poco decorosas que se han visto recientemente.
Camus responde, opina y enfrenta los hechos. Así ha marcado una gran diferencia en su gestión: de a poco, la bolsa empieza a perder la opacidad que la caracterizó durante muchos años.
El 2014 fue un año "difícil", "complejo", dice Camus, tanto en lo que tiene que ver con la propia actividad bursátil -no hubo aperturas de empresas a la bolsa, los montos transados son menores que en años anteriores, hay menos corredoras que hace doce meses y el principal indicador bursátil, IPSA, cerró el año con una humilde ganancia cercana a 4%- como en los hechos que de una u otra forma pusieron a la bolsa en los titulares de la prensa: las sanciones impuestas por el caso Cascadas -entre ellos, al ex presidente de ese centro bursátil, Leonidas Vial, y a dos de las principales intermediarias del país, LarrainVial y Banchile-, la condena penal efectiva a dos ex ejecutivos de la quebrada corredora Raimundo Serrano Mc Auliffe, la bancarrota de Fit Research, el acuerdo de Manuel Cruzat -que también vio quebrar a su corredora de bolsa- con Falabella para poner término a un juicio por apropiación indebida de US$ 40 millones y las denuncias realizadas por el SII contra los controladores del grupo Penta -también dueño de una corredora de bolsa-, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín. Ahora último, la demanda de la SEC estadounidense contra Juan Bilbao y Tomás Hurtado Rourke
"Obviamente no contribuyen a mejorar la confianza, sino que la deterioran. Pero estas son actuaciones personales más que institucionales o del conjunto de agentes del mercado. Hay casos y va a seguir habiéndolos. Así ocurre en todas las economías capitalistas y especialmente en países desarrollados", señala mientras insiste en que no hay que generalizar y subraya que no comparte las declaraciones del ministro de Energía, Máximo Pacheco, quien dijo que la demanda de la SEC contra Bilbao y Hurtado Rourke por uso de información privilegiada manchaba la reputación "de la bolsa y sus alrededores". Ha sido la única vez que una autoridad de gobierno se ha referido en público al caso.
"Las responsabilidades son individuales y de las personas y esas personas no son directores ni ejecutivos de ninguna corredora de bolsa. No comparto eso de ponerlo en el vecindario de los corredores de bolsa", refuta.
¿Qué está fallando? "Las sanciones deben ser duras, hay algunas que lo son, tenemos una legislación apropiada, pero puede endurecerse. Las malas prácticas deben ser eliminadas con escarmiento", enfatiza Camus.
Quizás por eso, desde que se hizo cargo de la presidencia de la bolsa se impuso un plan de trabajo que incluyó una reforma a la normativa bursátil y el diseño de una nueva estrategia para los gobiernos corporativos de las corredoras de bolsa. Todo para enfrentar adecuadamente los conflictos de interés entre los intermediarios y sus clientes.
La primera iniciativa está siendo revisada por la Superintendencia de Valores y Seguros, y la otra, será enviada a la autoridad, posiblemente durante este mes, para ser visada por el fiscalizador.
Aunque para algunos corredores de bolsa de menor tamaño estos cambios son una amenaza para su existencia -debido a los costos que pueden significar los cambios propuestos-, Camus es claro: "Hay que proteger los estándares mínimos que deben cumplir los corredores de bolsa. La protección a los clientes es básica, porque las corredoras operan en una institución que queremos que sea respetada y valorada por la sociedad. No veo que nuevas normativas hagan inviable a una corredora, porque también hay posibilidad de eximirse de algunas disposiciones. Eso sí, tiene que haber un mecanismo para que los corredores que no pueden brindar esas protecciones puedan expresarlo".
