Proyecto de ley que ayer fue enviado al Congreso quedaría en condiciones de ser promulgado durante el segundo semestre.
Una tramitación que podría abarcar fácilmente todo el primer semestre del próximo año, es la expectativa que comparte la mayoría de los integrantes de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, luego de que el gobierno ingresara ayer la esperada agenda laboral tras la extensa tramitación que enfrentó la reforma tributaria durante buena parte de este año.
Con ese telón de fondo, y con la iniciativa que comenzará su trámite legislativo el próximo martes en el Congreso, los integrantes de la Comisión de Trabajo de la Cámara esperan un proceso rápido cargado de debate y discusión. Advierten que sería un completo error apurar la tramitación y considerarlo como un "check list" del programa de gobierno.
"Ya la reforma tributaria produjo efectos nocivos en la economía, una reforma laboral demorosa y trancada, generará un clima bastante poco conveniente para la economía. Ojalá sea una tramitación expedita donde se pueda llegar a acuerdo", enfatizó el diputado RN e integrante de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, Cristián Monckeberg. Y agregó que "si en la Cámara somos capaces de despachar esto en dos o tres meses, y en el Senado otros tantos dos o tres meses, sería bastante factible".
Partiendo de la base que aún no hay fechas zanjadas en cuanto a la tramitación del proyecto, el próximo presidente de la Comisión, Lautaro Carmona, cree que "con un buen debate no tendría por qué no estar resuelto, para una toma de posición en general y particular, dentro de cuatro o cinco meses del año legislativo del 2015". Comentó además que la discusión del proyecto tendrá otro debate relevante que se agrega a los puntos ya conocidos: el piso de la negociación. "Ahí hay un debate porque no está resuelto que el piso sea lo que se alcanzó en la negociación anterior, pero actualizado al poder adquisitivo de hoy, es decir, según el IPC. Ese no es un tema que esté resuelto".
En la misma línea, el diputado Patricio Vallespín (DC) proyecta que probablemente "en abril vamos a entrar al debate y a la discusión propiamente tal". Agrega que "durante el primer semestre del próximo año debiéramos revisarlo con el rigor y el detalle que corresponde, escuchando a todos los actores". Para el parlamentario, se ha podido ver "una sobrereacción empresarial inusitada y absurda, porque este no es ningún proyecto revolucionario ni nada por el estilo. Es solamente dejar a Chile con los estándares internacionales en materia de relación laboral entre empleado y trabajador (...). Este es un tema que se debe resolver rápido porque genera incertidumbre infundadas".
Sin embargo, el diputado de la Izquierda Autónoma, Gabriel Boric, plantea que "si estamos hablando de hacer reformas de carácter estructural en materia laboral hay que tomarse todo el tiempo necesario. Afirma que su interés "es que la voz de los trabajadores, en particular, de regiones, sea escuchada en la Comisión y en ese sentido yo creo que sería un error apurar la tramitación con la suerte de hacer una especie de "check list al programa de gobierno y que finalmente terminemos aprobando una reforma que no haya sido conversada con todas las organizaciones de los trabajadores". Considera que "pretender que esto se apruebe en dos o tres meses, tanto en el Senado como en la Cámara, me parecería absurdo".
"Mi opinión es la opinión del empresariado". Así de fuerte y claro respondió el presidente de la CPC, Andrés Santa Cruz, a las amables palabras que el presidente de la Asociación de Bancos, Jorge Awad, tuvo para referirse a la agenda laboral despachada ayer al Congreso.
"Es pro Chile y una oportunidad para que Chile sea más confiable", dijo Awad ayer tras la firma y despacho de la iniciativa.
Tras finalizar hoy el comité de los martes de la CPC, el representante de los banqueros se distanció de las críticas que Santa Cruz hizo ayer al proyecto legal: "tengo una opinión distinta a la del presidente de la CPC, en términos que esta es una legislación pro sindicatos o que llama a responder a una clientela política. Creo que esto llama a responder a una empresa ciudadana, y que los dirigentes gremiales tenemos que acostumbrarnos a que la relación trabajo-capital tiene un formato que cada vez es más reconocer de las personas", sostuvo Awad.
En su calidad de representante de los banqueros, señaló que su sector "siente que el proyecto de reforma laboral es una oportunidad para seguir moderbnizando las relaciones laborales de manera que por una parte tengamos claro que Chile debe aumentar su productvidad. También hay una visión social en que entendemos que la forma en que se relacionan trabajadores y empresarios es un pilar que todos debemos ayudar a perfeccionar".
