En el Congreso intentarán colocar al IPC dentro del piso mínimo de la negociación colectiva.
Fernando Carmona, economista asesor de la CUT.
Detalles inéditos sobre la gestación de la reforma laboral impulsada por el Gobierno entregó el economista asesor de la presidencia de la CUT, Fernando Carmona. En medio de los tira y afloja que se dieron a mediados de año por esta agenda entre Gobierno, sindicatos y los gremios empresariales, la entidad que representa a los trabajadores optó por una decisión estratégica: incorporar a un aliado de mayor peso político como el Ministerio de Hacienda a través de un ente articulador, el Partido Comunista.
Así se buscó salvar la reforma laboral luego de que el Ministerio del Trabajo no lograra instalar en el debate político esta agenda y su compromiso de despacharla al Congreso en octubre pasado.
Ante este inminente fracaso, en la CUT se optó por el pragmatismo y, en vez de apostar por el todo o nada, se decidió avanzar en la reforma bajo las actuales condiciones, relató el economista, quien además es hijo del futuro presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara, el diputado Lautaro Carmona (PC).
En los peores momentos de este debate laboral, en septiembre y octubre, "se pensó que la reforma no prosperaría, salvo que convocáramos a estas conversaciones al Ministerio de Hacienda" como un tercer actor. De esta forma, Hacienda aportó a las negociaciones su "peso político dentro del Gobierno", relató.
Según Carmona, en el primer gobierno de Bachelet, la reforma laboral no avanzó pese a que en ese momento el ministro del Trabajo era el actual presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, y a que él ha sido uno de los principales impulsores de este cambio. "¿Por qué no se pudo avanzar en ese momento? Porque la reforma tuvo la desaprobación del entonces ministro de Hacienda, Andrés Velasco, y su opinión tuvo más peso... Por eso la CUT ahora buscó la incorporación de Hacienda, por temor a que esta reforma se cayera", agregó.
Con la incorporación del ministro Alberto Arenas a las tratativas, éstas "de inmediato se destrabaron". Carmona explicó que Hacienda señaló en ese momento en qué materias estaba dispuesto a avanzar y en cuáles no, y la CUT aceptó el diagnóstico.
En la discusión que hubo en la CUT, "se llegó al convencimiento de que debíamos avanzar lo que más pudiéramos en mayores derechos laborales bajo la actual Constitución", que hace inviable opciones como la negociación interempresas, por ramas o actividad, dijo.
"Eso no significa renunciar a la aspiración de obtener para los trabajadores esos derechos ya consagrados en muchas partes del mundo. Por eso vamos a esperar el debate que se dará sobre la redacción de una nueva Constitución, para buscar por esa vía consagrar mayores derechos colectivos e individuales para los trabajadores", añadió el economista.
-¿En el debate legislativo buscarán introducir más cambios?
-No se trata de llevar esta reforma a la cocina para negociar cambios. Pero sí estamos interesados en realizar ciertos ajustes al proyecto.
-¿Qué tipo de ajustes?
-Como que, por ejemplo, el piso de toda negociación colectiva (que el proyecto fija en el contrato colectivo vigente) establezca como mínimo el reajuste del IPC, considerando que las estadísticas indican que en Chile, en promedio, lo que se suele lograr en estas negociaciones es sólo la inflación. Si ya tenemos eso, la idea es avanzar más allá.
Otro aspecto que nos interesa establecer es cómo se determinará la representatividad de los sindicatos dentro de la ampliación de materias a tratar en una negociación, como por ejemplo, a la hora de convenir la duración de la jornada laboral.
Nuestra idea es establecer como mínimo una representación del 50% más uno de los trabajadores, en el marco de la gradualidad que plantea la reforma, ya que se debe considerar que establecer una representatividad cercana a un 10% puede ser peligroso, considerando la realidad chilena.
Dentro del acuerdo que llevó a la redacción de esta reforma laboral, Fernando Carmona destaca el rol que asumió el Partido Comunista.
"Desde la CUT, a través de Bárbara Figueroa, el PC logró equilibrar las posiciones y aspiraciones frente a la reforma. Desde el Gobierno, el subsecretario de Previsión, Marcos Barraza, logró transformarse en un verdadero enlace en las conversaciones entre los ministerios de Hacienda y Trabajo". "Ahora, será el turno del diputado PC Lautaro Carmona, que desde la presidencia de la Comisión de Trabajo de la Cámara deberá llevar adelante la conducción de esta reforma", explica el también hijo del congresal.