Coinciden en que es difícil ver una reactivación mientras no se recupere la confianza del empresariado. Bajo crecimiento y punto de inflexión en duda.
El precio internacional del petróleo sería clave en el repunte de la economía chilena para 2015, que de todas formas sería acotado.
La economía chilena se prepara para cerrar el año con los niveles de crecimiento más bajos desde 2009 y un pesimismo generalizado entre sus principales actores.
Desde octubre del año pasado, la caída del crecimiento manifestado en el Imacec ha ido mermando las expectativas de empresas y consumidores, lo que golpeó con fuerza el tercer trimestre, especialmente en los meses de julio y agosto, cuando el crecimiento no superó el 1% (0,8% y 0,3%, respectivamente).
Las razones de este frenazo han sido diversas para los analistas, pero a esta fecha han alcanzado cierto consenso. Apuntan directamente a los efectos provocados por las reformas estructurales que impulsa el gobierno de Michelle Bachelet, lo que ha generado un distanciamiento entre el Ejecutivo y el empresariado, además de una incertidumbre entre los inversionistas (nacionales y extranjeros) y los consumidores.
El diagnóstico es compartido por las autoridades académicas de las principales universidades de regiones, donde vislumbran un 2015 mejor que 2014 en términos macroeconómicos, pero que de todas formas no estaría dentro de los parámetros de crecimiento a los que estaba acostumbrado nuestro país en los últimos años.
Para el próximo año, los académicos coinciden en que debería despejarse la incertidumbre provocada por la reforma tributaria, ya que la medida del Gobierno debiera quedar implementada, lo que permitiría tener más certezas por parte de los inversionistas. Además, existe optimismo en cuanto al escenario externo, reflejado en un mayor crecimiento de Estados Unidos y la posibilidad de que tanto Europa como los países asiáticos comiencen a recuperar su dinamismo.
"El clima político y social no ha favorecido la marcha de la economía durante este año que termina, por lo que espero que el 2015 será mejor", asegura el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Valparaíso, Ricardo Barril. El académico estima que "las reformas que se están produciendo en el país, sin duda han provocado incertidumbre en los mercados y un clima político adverso que ha ralentizado la actividad económica", pero confía que en 2015 la economía mundial mejore, que siga la baja en el precio del petróleo y así diminuyan los costos de producción de los productos y servicios, y que el alza en el tipo de cambio potencie la actividad del sector exportador, lo que permitiría recuperar el dinamismo en la actividad, alcanzando un crecimiento entre 3% y 3,5% en 2015.
"Viendo las proyecciones, hay cifras que no son las mejores que uno esperaría", diagnostica para 2015 el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Concepción, Juan Rolando Saavedra.
Asegura que hay números ajustándose a la baja respecto de las primeras estimaciones que había para 2015.
"Pareciera ser que bastante entrado en 2015 podríamos tener una recuperación. Se ha hablado mucho del punto de inflexión, se esperaba para el cuarto trimestre, pero se ha ido atrasando cada vez más", comenta.
Para 2015, espera un crecimiento más cercano a 3,5%; "ojalá me equivoque y sea más, pero creo que vamos a tener un crecimiento más cercano al piso que da el Banco Central".
Además, espera una inflación acotada, en torno a 3%.
El decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Austral, Jorge Díaz, no está seguro de que durante 2015 se dé el esperado punto de inflexión. "El crecimiento, de acuerdo a todas las proyecciones, estaría rondando el 2%. No veo más que eso", asegura. De todas formas, es optimista en cuanto a la inflación, ya que, a su juicio, con un mercado deprimido es difícil que se dispare, así que debería alcanzar niveles de entre 4% y 5% como máximo. Con respecto al tipo de cambio, Díaz estima que no debería avanzar mucho más al alza que se ha observado en las últimas semanas.
El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Andrés Ulloa, es más optimista y espera que la economía empiece a repuntar durante el primer trimestre del próximo año. "Va a ser una recuperación lenta, comenzará en el primer trimestre de 2015, y finalizará con un crecimiento de entre 2,5% y 2,8%".
Con respecto a la inflación, el académico cree que se ubicará en el rango meta del Banco Central, básicamente por el precio del petróleo y por el tipo de cambio, que seguirá subiendo, pero de manera más lenta.
"El país ha tenido que enfrentar una serie de reformas que han generado incertidumbre, afectando los niveles de inversión y consumo, dejando el consumo de ser el motor de crecimiento como en los últimos años. Mientras no se clarifiquen bien las nuevas regulaciones o leyes que el Gobierno pretende implementar, será difícil tener un punto de inflexión", asegura el decano de la facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca, Arcadio Cerda, cuya expectativa de crecimiento para 2015 no supera el 2,5%, aunque espera que el año 2016 se observen mejores cifras. "Esto toma más fuerza debido a que se espera que China crezca más lentamente que 7,5%, afectando la demanda mundial", asegura.
De todas formas, es optimista respecto de la inflación, que a su juicio tenderá a la baja debido a la disminución del precio de los combustibles, al menos en el mediano plazo.
"Debería darse el punto de inflexión, pero eso no implica que la economía va a estar mejor que en 2014", estima el director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad de La Serena, Erico Wulf. De todas formas es optimista y considera que la expansión del gasto público y una política monetaria propicia podrían permitir recuperar la actividad económica, "pero los incrementos serán moderados y dependiendo de qué ocurra con los factores externos, que van a hacer una diferencia importante", advierte.
Wulf cree que para fines de 2015 deberían estar debidamente internalizados todos los factores que han complicado la capacidad de reacción de la economía, como la incertidumbre en el sector privado. Despejadas esas dudas de los sectores productivos más importantes, podría haber cifras económicas más positivas, pero asegura: "No creo que la economía vaya a crecer mucho más que en 2014".
"Lo primero es retomar la confianza del sector empresarial, ése es el factor principal para reactivar la economía", asegura la directora de Ingeniería Comercial de la Universidad de la Frontera, Karina Sandoval, quien afirma que la economía está en un proceso de desaceleración provocado principalmente por escenarios como la reforma tributaria. "El sector empresarial es muy importante para la estructura de la economía, mientras no exista la confianza no creo que haya un impulso de inversión", agrega. La académica asegura que 2015 será mejor que el 2014. "Los primeros trimestres deberían ser mejores que el tercer y cuarto del 2014, ya que los cambios de la reforma tributaria ya serán bien conocidos por las empresas". Considera que el descenso en el precio del petróleo jugará un rol clave, porque encadena muchos productos de la canasta, y podría provocar un descenso en la inflación.
Para el director de Ingeniería Comercial de la Universidad Católica del Maule, Andrés Valenzuela, las proyecciones para 2015 son muy conservadoras, porque el crecimiento proyectado para de Chile se encuentra por debajo de países como Colombia, Perú y México. "En general, las economías emergentes, como es el caso de la chilena, se encuentran en niveles más bajos de crecimiento que en años anteriores. A nivel interno, los factores más influyentes son la baja en las inversiones y consumo privado. La encuesta de expectativas económicas ha mostrado una baja en el último tiempo, lo que podría traducirse en la presencia de incertidumbre", afirma. Aunque cree que 2015 será mejor en términos económicos, considera que aún se encuentra bajo los valores acostumbrados para nuestro país. Advierte, además, que la apreciación del dólar frente al peso chileno podría traducirse en menor inversión extranjera.
