Para 2015, prevé que la inflación descendería a 2,7% gracias a precios de los combustibles.
El Banco Central corrigió el lunes a la baja sus expectativas de crecimiento del 2015 y no dio claras luces de relajar pronto su política de tasas de interés, en un contexto más bien pesimista para la economía en el próximo año, basado, por ejemplo, en una menor proyección del valor internacional del cobre y un flojo consumo interno.
Tras evaluar con detención el Informe de Política Monetaria (Ipom) del Central, para el economista Marcos Buscaglia, jefe de estrategia económica para América Latina de Bank of America Merrill Lynch, "lo más importante para nosotros es que, en principio, no se van a bajar las tasas en los próximos meses", destaca.
-En una evaluación más acabada, ¿qué destaca o qué faltó en el Ipom?
-En la minuta de (la Reunión de Política Monetaria de) noviembre hubo una discusión sobre cuál es la medida de las holguras de capacidad y se menciona que esto iba a ser tratado en el Ipom. Pero en el informe no hay un análisis detallado de las holguras de capacidad, sólo una referencia. Yo esperé un debate sobre esto.
-¿Pero el Banco Central continúa con su sesgo expansivo?
-Creo que parte de la desaceleración en Chile es estructural y no cíclica, es decir que la tasa de crecimiento potencial es más baja de lo que el Central muestra que es 4%-4,5%, pues es algo más parecido a 3%, y eso tiene una implicancia de política monetaria, porque si la desaceleración tiene un componente más grande, dado que el crecimiento está por debajo de ese crecimiento potencial, las holguras de capacidad que se están abriendo en estos momentos son menores que si el crecimiento potencial fuera de 4%-4,5%. En mi forma de verlo, no hay espacio para recortes de tasas.
-Operadores ven que en el primer semestre habría 2 bajas de 25 puntos...
- Creemos que a finales del primer semestre puede haber un momento de discusión adicional, pero no ahora.
-¿Preocupa que el Ipom haya proyectado un precio del cobre por debajo de los US$ 3?
- Si uno mira lo que fue la evolución de los términos de intercambio, que es la razón entre el precio de las exportaciones de un país y el precio de sus importaciones, el impacto para Chile estuvo en 2013, donde tuvo una de las caídas más grandes de Latinoamérica. El impacto hasta septiembre del 2014 fue bastante bajo y en el cuarto trimestre creemos que los términos de intercambio aumentarían, específicamente por la caída de los precios del petróleo.
-¿Ese sería el único beneficio para Chile de la baja del valor del crudo?
-Chile es el más beneficiado, por lejos, con esta caída, porque es el importador neto más grande de la región, y es el único país que tiene un mecanismo de transmisión bien directa del precio internacional del petróleo a las bencinas. El cálculo que hice a principios de diciembre, con un precio del petróleo a US$75 por barril, decía que el bonus del bolsillo de las familias chilenas es de US$1.000 millones, cerca de 4% del PIB. Es un cálculo aproximado, pero sirve para hacerse una idea del impulso que dará, y será positivo para el consumo.
-¿Para la inflación?
-También es bueno. Las proyecciones del Banco Central apuntan a la reversión de la inflación hacia el rango meta. Nosotros proyectamos una inflación de 2,7% pero con riesgos al alza todavía.
Esta semana se han registrado los valores máximos del dólar desde 2009, llegando a superar la barrera de los $620.
La proyección de Merrill Lynch apunta a terminar 2015 en $630.
"Todavía vemos algo más de depreciación, aunque menor a la que vimos este año".
-¿Por qué?
-Porque Chile ya hizo parte de este ajuste macroeconómico de dejar de depreciar el peso. En mayo de 2013, Chile fue el país que hizo la depreciación más grande y consistente, y esto uno lo observa también desde el punto de vista de lo que está ocurriendo con la cuenta corriente.