Hace seis años explotó la crisis del virus ISA, que devastó a la industria salmonera por su mortalidad y porque tras ella se tomaron medidas para desconcentrar los centros de cultivo. Así y todo, entre fines de octubre y la primera semana de noviembre la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) abrió expedientes sancionatorios contra 14 unidades acuícolas que están en manos de cinco grandes empresas del rubro.

La mayoría de los procesos responden a malos manejos sanitarios que, como dice uno de los documentos del fiscalizador, "podrían causar el aumento de agentes biológicos... como enfermedades bacterianas (SRS y BKD), virales (IPN e ISA) o parasitarias (Caligus)".

Los casos fueron indagados hace un año y guardados en el cajón del superintendente desde la administración anterior (ver recuadro en página siguiente). La industria reconoce los problemas, pero sostiene que algunos ya fueron corregidos.

Aquachile, la más cuestionada

De las familias Puchi y Fischer, la gigante Aquachile fue la salmonera más cuestionada por la SMA, pues formuló cargos en contra de seis de sus centros de cultivo, en las regiones X y XI. Se constató la presencia de "redes apozadas en el fondo marino", las que "eliminan toda flora y fauna", aceleran "procesos de descomposición" y producen "repercusiones sanitarias", pues potencialmente "causan aumento de agentes biológicos, actuando como reservorio para algunas enfermedades" de carácter parasitario, viral y bacteriano, según el informe.

De acuerdo a las Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA) que autorizan a las empresas a operar, las redes deben ser retiradas y tratadas, para lo cual hay plantas especiales que ofrecen el servicio.

Pero la SMA tiene registros que señalan que Aquachile contrató a buzos que retiraron las mallas de las jaulas, para luego trasladarlas a sectores aledaños a los centros de cultivos y dejarlas en el fondo.

Dos de estos centros están en Isla Fresia, donde hay indicios de irregularidades en informes de enfermedades: "Se detecta una discordancia significativa de las cargas parasitarias de Caligus Rogercresseyi informados por el titular del centro de cultivo y las verificadas con el funcionario de Sernapesca un día después", se lee.

"La carga parasitaria en hembras ovíjeras -continúa el texto- presenta una variación de 388,8% y en el caso de los adultos móviles, de 69,6%" en uno de los centros y de 159,4% y 21,8%, en otro.

El Caligus, o piojo de mar, produce la "enfermedad de alto riesgo" Caligidosis, que, según Sernapesca, "genera pérdidas económicas por mortalidad de peces; aumento de predisposición a infecciones secundarias; costos de tratamiento; alargamiento del ciclo de cultivo y limpieza de las carcasas durante el procesamiento".

Agua sanguinolenta

Lo común en piscicultura es que todos los días mueren peces, los que deben ser extraídos diariamente en contenedores sellados. En algunos centros de Aquachile eso no se habría cumplido, básicamente por contar con una "dotación insuficiente de buzos". El traslado se habría realizado en "sacos de alimento no herméticos e inadecuados".

Según una fuente de Sernapesca, el manejo de los peces muertos es crucial desde el punto de vista sanitario, pues posiblemente fallecen por enfermedad.

En Conchi, la empresa Antarfood -filial de Aquachile- también habría incurrido en problemas sanitarios, como carga de camiones derramando "agua-sangre". Los mismos vehículos "transitan sobre agua estancada sin desinfección alguna, produciendo la diseminación de agentes patógenos", dice el escrito y critica la vestimenta de los operarios, que impide una "adecuada desinfección".

Ello sería delicado, pues "la planta se encontraba procesando truchas y salmones provenientes de (un lugar) declarado Zona de Emergencia Sanitaria, por lo cual el riesgo de diseminación de enfermedades de alto riesgo es muy alto".

"Empresas AquaChile está resolviendo este tema con la Superintendencia de Medio Ambiente dentro de los plazos que corresponde. En su mayoría se trata de casos que ya han sido resueltos con la autoridad y que ocurrieron durante el primer semestre de 2013", reza un comunicado enviado por la compañía a La Segunda.

Carnada contaminada

Acuinova tiene reparos en cuatro centros de cultivos. Se detectó apozamiento de redes y falta de extracción de los peces muertos de algunas unidades. Tiene además dos acusaciones únicas: la primera es que se constataron "dos contenedores de plumavit con restos de peces de cultivo con sintomatología clara de Piscirickettsiosis (bacteria mortal), en espineles utilizados como carnada". La segunda, es que en las 22 jaulas comprometidas con Piscirickettsiosis "no existe evidencia al momento de la visita de la extracción de mortalidad dos veces al día", como se debe.

Acuinova también tiene problemas por no contar con una bodega de residuos peligrosos; por suciedad; por un "emisario roto y descargando superficialmente dentro de la zona de protección del litoral" y por afectar el paisajismo de Bahía Chacabuco, al generar "una gran mancha de espuma, lo que afecta el valor turístico". La compañía -en manos de un síndico de quiebras y en negociaciones con una noruega- formuló un plan de manejo aceptado por la superintendencia.

Salmones Pacific Star (de los grupos Hurtado Vicuña y Navarro) tuvo problemas en dos centros en Chiloé, incluyendo un "fuerte olor a descomposición" en uno de ellos, donde además se encontraron especímenes flotando en las unidades de cultivo y sus alrededores, desechos orgánicos en los pasillos de las balsas jaulas y "mortalidades contenidas en maxisacos". En el otro, se arrojaban aguas sucias sin tratamiento al mar.

En Isla James, Aysén, Salmones Chiloé (también en manos de Aquachile) enfrenta cargos por redes apozadas y por no seguir "el procedimiento obligatorio para su transporte, limpieza y desinfección".

Todas las firmas pueden presentar planes de superación y descargos.

 "No hemos culminado las tareas que nos fijamos"Felipe Sandoval, presidente de SalmonChile tras crisis del ISA:

"Esperamos haber aprendido la lección y mantener la mejor relación posible con quienes nos relacionamos en nuestra actividad, pero ello solo será posible con una industria que pase de la fase de la recuperación a la de la consolidación".

"Mejorar la competitividad, manteniendo y reforzando nuestra sustentabilidad ambiental y sanitaria, es indispensable para el futuro de la salmonicultura (...). Salimos de la crisis del ISA, estamos en recuperación, pero no hemos resuelto todos los problemas que tuvimos y tampoco hemos culminado todas las tareas que nos fijamos". Este fue uno de los extractos del discurso pronunciado ayer por el presidente de SalmonChile, Felipe Sandoval, en el marco de la XI Cena de la Industria del Salmón. Al ser consultado sobre los procesos de la SMA, no quiere ahondar.

-¿Cuál es su opinión sobre los procesos sancionatorios iniciados, principalmente, por mal manejo sanitario?

-Son como avisos de posibles multas. Son procesos que vienen del año 2013. Hay muchas cosas que las empresas ya corrigieron, y que no van a quedar en multa, hay que esperar a que termine el proceso.

-Entonces, ¿cómo van a terminar el 2014 en este tema?

-El 2014 ha sido un año que en lo sanitario ha sido mejor que el año pasado. En términos de producción debiera ser más o menos similar, pero al ser sanitariamente mejor, también hay menos mortalidad, el pescado está saliendo de mayor peso.

-¿Y los desafíos para el 2015?

-Las principales tareas consisten en avanzar en el proceso de reubicación de las concesiones en lugares ambientalmente mejores, seguir avanzando en la normativa que tenemos, la inserción en la comunidad, porque la industria tiene que legitimarse en su entorno y la diversificación de los pescados. Tenemos un problema institucional, a pesar de tener una muy buena relación con las autoridades, porque la institucionalidad para la pesca se creó hace 30 años, cuando el Chile pesquero era pesca extractiva y la acuicultura era muy pequeña. Hoy es justamente al revés. Es una actividad que necesita, además, una presencia muy importante del Estado.

-¿Y qué esperan en términos productivos para el próximo año?

-Difícil hacer pronóstico en esta industria tanto en volúmenes de producción como en precio. En el mediano o largo plazo es una industria que es sustentable, que tiene buenas proyecciones y eso lo indican los precios de las compras que ha habido últimamente. Eso nos indica una perspectiva, en el mediano/largo plazo, buena. Al corto plazo, suponemos que viene un buen año.