La ministra del Trabajo, Javiera Blanco, desactivó esta mañana una de las mayores inquietudes que enfrentaba el sector privado tras la reforma tributaria y anticipó buena parte de los contenidos de la agenda de cambios a la normativa laboral que diseña su cartera y que contempla despachar al Congreso hacia fines de este año.

Tras las especulaciones y apuestas que anticipaban que el gobierno incluiría en el Código del Trabajo una serie de restricciones a los empleadores y beneficios para los sindicatos, Blanco apaciguó los ánimos y anticipó que "no está en la agenda laboral del gobierno la negociación colectiva interempresas y el fin de la indemnización por años de servicio".

Durante un foro en la Universidad Adolfo Ibáñez, la secretaria de Estado detalló que "la reforma laboral que estamos trabajando es sistemática, porque contempla tres ejes: derechos colectivos, calificación de la fuerza de trabajo en la productividad y participación laboral".

Derechos colectivos y paz social

Durante su exposición, Blanco se preguntó "¿Por qué esta agenda laboral es buena para el país hoy? Porque es necesario generar condiciones para la colaboración y el diálogo al interior de las empresas, que permitan conciliar productividad con equidad y paz social", se respondió de inmediato.

Entrando derechamente a los cambios que preocupan al empresariado, la ministra dijo que "una de las aristas que queremos incorporar fuertemente en la extensión de materias dentro de la negociación colectiva (hoy limitada a las remuneraciones) tiene que ver con temas de jornada" laboral.

Agregó que respecto a las dudas existentes sobre la titularidad sindical, Blanco explicó que ella "no significa sindicato único, ni siquiera estamos llevando esto al concepto de sindicalización automática. El principio de libertad sindical contempla la adhesión voluntaria de los trabajadores y tampoco podemos prohibir (en el marco constitucional) que los empleadores negocien con los trabajadores individualmente".

Agregó que lo que se busca en el gobierno es "fomentar relaciones y diálogo entre organismos estables dentro de las empresas", y esos mecanismos apuntan a la formación de sindicatos, precisamente respetando lo que la propia Constitución señala sobre la participación de los grupos intermedios en la sociedad.

Sobre el fin de reemplazo en huelga, dijo que se está analizando pero operaría sólo con el sindicato que negocia y no para toda la empresa.

Además, se contemplarían "servicios mínimos" para faenas críticas o escenciales.

Adelantó que también buscan una negociación colectiva más informada, para lo cual anunció recursos para fortalecer la formación sindical (con foco en las mujeres) y un fondo de apoyo a la gestión sindical (para realizar estudios en apoyo a las negociaciones colectivas).

Y para simplificar las negociaciones colectivas buscan establecer "pisos mínimos de entrada", modificando su actual estructura que establece esos pisos una vez votada la huelga, dijo Blanco.

 "Entendíamos que ya había acuerdo"Preocupación en la CUT:

Tras escuchar los anuncios, la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, dijo que las palabras de Blanco instalan "una sombra de duda respecto de lo que entendíamos que ya había sido acordado, como la titularidad plena y efectiva o el debate interempresa. (Ahora) estamos viendo que no tenemos una comprensión común y eso nos preocupa". La dirigenta insistió que espera conocer el proyecto definitivo lo antes posible "para despejar estas ambigüedades y sobre las cuales nosotros solicitamos ya hace bastante tiempo que hubiera una definición"

"Seguir sobre la base de especulación e intervenciones particulares que podamos tener los actores no es lo que ayuda a despejar el debate, sino que lo llena de tensiones y dudas", arremetió.