Minutos antes de esta conversación, Bárbara Figueroa, la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), se aprestaba a reunirse con sus dirigentes para analizar los últimos guiños que tanto el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, como la Presidenta Michelle Bachelet le hicieron al empresariado esta semana en el marco de "echar a andar la alianza público-privada". Y es que su frente de lucha en el terreno de la agenda laboral -que por más de un mes negoció con la ministra del Trabajo, Javiera Blanco- está, por el momento, a la espera. Y se vincula directamente con lo que pase al otro lado de la mesa: el de los empresarios, que se han ido reuniendo por gremio con la ministra en las últimas semanas.

"Hemos cerrado la etapa del debate técnico y ahora estamos en una etapa más política, donde el Gobierno, me imagino, ya estará en proceso de redacción del proyecto de ley", precisa la líder sindical.

Figueroa señala que es poco prudente detallar lo que ha sido acordado con el Gobierno, pero desliza que han visto una "gran voluntad" por parte del Ejecutivo de avanzar en fortalecer la titularidad sindical, en simplificar el proceso de negociación colectiva, en establecer pisos mínimos para estos procesos (considerando los beneficios de la última negociación) y en abordar el debate sobre el derecho efectivo a huelga. "Todos esos temas han sido conversados", afirma. Y otros más. Relata que han puesto temas que estaban fuera de agenda, pero que es "vital" abordarlos, porque "generan las mayores prácticas antisindicales o persecutorias contra los trabajadores que han participado en procesos de negociación".

-¿El desahucio por despido es uno de ellos?

-El tema de la regulación del despido es de relevancia, aunque aún no hay un planteamiento explícito o muy nítido por parte del Ejecutivo, dado que es una propuesta que no está contenida en el programa de gobierno.

-¿Qué otros temas han puesto sobre la mesa?

-La negociación supraempresa, y el Gobierno lo ha ido asumiendo. Les hicimos presente que el derecho a negociación colectiva no sólo debe estar dentro del marco de la empresa, sino que debe ampliar el rango de negociación a la confederación, federaciones y sindicatos interempresas. Hasta ahora hemos visto que el Ejecutivo ha tenido mayor apertura a la negociación a nivel interempresa, lo que para nosotros es un avance. Otro punto que planteamos -fuera de agenda- fue la necesidad de ampliar el permiso sindical, aumentar la cantidad de horas.

Diferencias en la CUT

-En el protocolo que firmaron con el Gobierno se trata en forma general el fortalecimiento sindical y la negociación colectiva, ¿qué seguridad les da?

-Es obvio que no pueden ir detallados. En la Central tenemos más aspiración que los 9 puntos que originalmente planteó el Gobierno. Pero el fortalecimiento sindical y la negociación colectiva equivalen al fortalecimiento del sindicato, derecho a huelga efectivo y a la titularidad sindical. No es un tema que se relativice.

- A los empresarios les preocupa el "monopolio sindical" que impedirá que un trabajador negocie individualmente.

-El empresario no puede dialogar individualmente con el trabajador, porque siempre está en una relación de supremacía. La única manera de estar en cierto nivel de equivalencia es a través de la organización colectiva.

-¿También extienden esa defensa a los trabajadores del sector público?

-La nueva institucionalidad laboral debe ser independiente del empleador que tenga el trabajador.

- ¿Entonces, está pendiente?

-Si estableces el derecho a huelga como un derecho efectivo, evidentemente se entiende que es un debate que no puede después ser ajeno al sector público. Además hay que hacerse cargo de la estabilidad laboral de la que hoy día no gozan.

-¿Cómo recibe las críticas de quienes dicen que es demasiado oficialista?

-Hoy día estamos abocados al debate de reforma laboral. En eso, hay absoluta sintonía dentro de la CUT. Evidentemente que vamos a tener diferencias y matices.

- ¿Y cuáles son esas diferencias?

-No voy a entrar a precisar un debate por el que no se me ha llamado.

-¿Se da por satisfecha con las conversaciones con el Gobierno?

-El momento para darnos o no por satisfechos será cuando el Gobierno presente el proyecto de ley. Ahí veremos si lo planteado por la CUT ha sido considerado o no. Por nuestra parte, estamos confeccionando una ofensiva hacia el Parlamento para que la reforma ingrese pronto.