Corredoras más pequeñas tienen una posición diferente a las bancarias. En el medio está el presidente Juan Andrés Camus.
Juan Andrés Camus, presidente de la Bolsa de Comercio.
Para este mediodía estaba programado el primer directorio de la Bolsa de Comercio de Santiago posterior a las multas de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) por el llamado Caso Cascadas, donde su presidente, Juan Andrés Camus, tendrá la difícil misión de conciliar las posiciones de sus distintos integrantes.
La sesión estará cruzada por las sanciones del ente fiscalizador que afectaron, entre otros, a la corredora LarrainVial, a su copropietario Leonidas Vial y a dos de sus ejecutivos, Manuel Bulnes y Felipe Errázuriz.
Pero también se espera que se planteen comentarios a los cambios regulatorios propuestos por el Comité de Buenas Prácticas.
En el primer caso, el debate estará centrado en si se aplica o no la parte de la Ley de Mercado de Valores (artículo 49), que obliga a los mercados bursátiles a suspender a quienes incumplan el artículo 53, por el cual fue castigada LarrainVial, o si se mantiene la posición de que, habiendo multa de la SVS, no corresponde que la bolsa haga lo propio o que se debe esperar un fallo final de la Corte Suprema al respecto.
En el caso de las propuestas de cambios normativos, las diferencias entre las corredoras más pequeñas y las más grandes tienen que ver, principalmente, con las precisiones hechas al concepto de "murallas chinas" para separar a quienes elaboran informes o recomendaciones para clientes y los que administran carteras. La propuesta establece que los reglamentos internos de las corredoras deben considerar "la forma en que se producirá la segregación física entre las áreas responsables por diferentes actividades prestadas relativas al mercado de capitales". Esto podría elevar los costos de las intermediarias familiares, muchas de las cuales ocupan espacios reducidos en el edificio de la Bolsa de Comercio.
