Por promesas presidenciales, se estarían financiando 80 patologías con el presupuesto previsto para 56.
Atropellos del Estado al principio de igualdad de acceso y de publicidad respecto de las decisiones de qué enfermedades cubrir y hasta dónde hacerlo son parte de un informe respecto del sistema de Garantías Explícitas de Salud (GES), realizado por la doctora en Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid y académica de la Universidad de Valparaíso, Alejandra Zúñiga, por encargo de la Fundación Pro Acceso.
Aunque para la profesional no cubrir algunos padecimientos es "natural", dada la limitación de recursos, dice que ello "debe hacerse respetando un principio básico: la regla de oro de igual acceso", la cual, en su opinión, es vulnerada cuando se discrimina por edad.
La académica -que dio a conocer sus resultados en una mesa redonda en el ex Congreso- aseguró que el proceso de selección de coberturas es opaco, de lo cual se dio cuenta al entrevistar a una veintena de intervinientes en el proceso de toma de decisiones, respetando, eso sí, el anonimato de las respuestas.
Los consultados revelaron la existencia de "estudios de preferencias sociales" y de "recomendaciones del Consejo Consultivo" del GES, que solicitaban "universalizar las garantías existentes", es decir, eliminar las discriminaciones por edad o sexo existente en la cobertura de enfermedades, "en vez de ampliar la lista" de patologías cubiertas.
Pero las autoridades de Salud, remató, optaron por la segunda vía.
El ex superintendente de Isapres en tiempos del primer gobierno de Michelle Bachelet, dijo en la mesa redonda que a su juicio los estudios de preferencias sociales y las recomendaciones del Consejo Consultivo fueron desoídas debido a un supuesto uso electoral del GES, realizado por las campañas de Bachelet y de Piñera indistintamente.
Cabe recordar que cuando se creó el AUGE (precursor del GES), por ley se estableció que 56 patologías serían financiadas a través de un presupuesto reajustable (IPC de la Salud).
"Pero nunca se gastó el mínimo legal establecido por problemas de gestión y eficiencia, de incompetencia, y lejos estuvimos de sacarle el máximo posible. Eso provocó que Bachelet saliera elegida la primera vez prometiendo cubrir 80 patologías. Finalmente, subió de 56 a 69, porque tenía una holgura presupuestaria. En vez de mejorar las canastas GES, se gastó la holgura para cumplir con su promesa electoral", aseguró Inostroza.
Y agregó que "como esto ya se había hecho, Piñera hizo lo mismo y subió de 69 a 80 con la holgura, porque vende políticamente incorporar nuevas patologías al GES... Hoy estamos financiando 80 patologías con la misma plata de las 56".
Según él, como consecuencia "se siguen aplicando restricciones (por edad)" e incluso se cometerían "errores en algunas canastas", como en el caso del cáncer colon rectal, "donde se terminó priorizando la canasta de ubicación colónica, pero no la rectal, y entonces tenemos que la canasta cubre prestaciones de ubicación colónica y no cuando la ubicación es rectal... Y nos quedamos con la imposibilidad de mejorar las canastas, por ejemplo, para incorporar medicamentos biológicos para combatir la artritis reumatoidea".
Finalmente, indicó que un recálculo implicaría inyectar unos US$ 400 millones adicionales.
El actual intendente de Prestadores de la Superintendencia de Salud, Enrique Ayarza, reconoció que "cuando partimos con la discusión de (pasar de) acceso universal a garantías explícitas, esperábamos que las garantías explícitas tuvieran acceso universal. Hay cosas que no se han dado como esperábamos".
Además, criticó que no se haya realizado un "estudio de carga de enfermedad" para analizar los impactos de esta política sanitaria. "Es muy sorprendente que no se haya hecho. Queremos priorización objetiva y que no se lleven la priorización los grupos de presión".