La Oficina Nacionald e Estadísticas informó que el IPC del país asiático subió un 2,0 % cuando se esperaba que fuera un 2,2 %.
La inflación al consumidor de China se enfrió más que lo esperado en agosto, una prueba más de que la economía está perdiendo impulso, pero los economistas están divididos sobre si Pekín utilizará el espacio adicional para anunciar nuevas medidas de estímulo.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 2,0 % en agosto respecto al mismo mes un año atrás, dijo el jueves la Oficina Nacional de Estadísticas, incumpliendo las expectativas del mercado de un 2,2 % y por debajo del 2,3 % de julio.
El Índice de Precios al Productor (IPP) cayó un 1,2 por ciento, por trigésimo mes consecutivo, debido a que las débiles condiciones económicas siguen arrebatando a las compañías chinas el poder de fijar los precios. El mercado esperaba una baja de un 1,1 por ciento del IPP, luego del descenso de 0,9 % en julio.
En una base mensual, la inflación a los consumidores llegó a un 0,2 %en agosto, según la Oficina Nacional de Estadísticas.
Eso fue la mitad de lo que economistas habían esperado. En momentos en que la inflación al consumidor se ubica muy por debajo del techo oficial anual del 3,5 %, el Gobierno y el Banco Central tienen margen para proporcionar nuevos estímulos a la economía si es necesario - pero la pregunta es si bombear más dinero en el sistema ayudará a la economía o la entorpecerá.
