Tomó todas las precauciones posibles para evitar que el corazón le jugara una mala pasada. De hecho, donde fuera cargaba con un desfibrilador portátil, de manera que ningún dolor al pecho pudiese tomarlo por sorpresa. Sin embargo, pese a los cuidados, Emilio Botín no pudo eludir el camino trazado por la naturaleza. El presidente del Banco Santander falleció a los 79 años víctima de un infarto al miocardio.

"Estamos todos en el Santander muy impactados porque él era una persona que quería mucho Chile, admiraba mucho el país y también era una persona muy cercana a todas las personas". Así reaccionó Mauricio Larraín, ex presidente del Banco Santander Chile y hoy director general de la Escuela de Negocios de la U. de los Andes, ante el fallecimiento de su amigo a quien describe, en primer lugar, como una persona íntegra.

"Trabajó intensamente toda su vida y murió trabajando, una persona que a pesar del cargo y la posición que tenía (mostraba) una gran sencillez y humildad y, también, una persona con una gran visión para crear empresas".

Larraín, quien lo conoció desde muy joven, relata que Botín una vez en 1986 lo pasó a visitar a su oficina en Washigton cuando trabajaba en el Banco Mundial y le dijo: "me gustaría que te vinieras a trabajar conmigo a España o a Chile". Oferta que finalmente tomó en 1989 cuando Larraín decidió regresar a Chile.

"Ostras chilenas, las mejores"

Cuenta que cuando el banco creció a nivel internacional pasaba por Chile cada uno o dos años. "Le gustaba mucho trotar y lo hacía en los parques de la Costanera", relata Larraín. En sus viajes al país, Botín regularmente visitaba autoridades, partiendo por los presidentes de turno. En su último viaje en 2011, de hecho, estuvo con el entonces Presidente Sebastián Piñera. Entre sus mejores amigos chilenos, cuenta Larraín, se encontraban Vittorio Corbo, Claudio Melandri y Susana Tonda (ex ejecutiva del Hogar de Cristo).

Anécdotas con Botín, muchas, dice. "Cuando decidimos comprar una empresa de tarjetas en Chile a principios de los 90 que daba crédito a personas, él vino a Chile y me dijo: 'tenemos mucho que aprender porque nosotros en el grupo sabemos muy poco de personas, de crédito a personas'. Le dije 'sí, esta es una buena empresa, una empresa sencilla que está en la Alameda abajo, no sé si quiere ir a conocerla, porque es un galpón practicamente'. Botín aceptó y, al salir de la empresa, encontró un carro de churros y fue por ellos", cuenta.

"Feliz de comprar y comer churros en la calle. Era parte de su sencillez", describe Larraín.

"También decía que las ostras chilenas eran las mejores del mundo", recuerda Larraín, agregando que en la década del 90, junto al ex-presidente del directorio del Santander-Chile Gerardo Jofré fueron a presentarle un proyecto para crear una AFP desde cero.

"Había que invertir US$50 millones y le presentamos todo el proyecto. Ibamos preparado para todas las preguntas. Terminamos la presentación y dijo: 'una sola pregunta. Me gusta mucho este proyecto, ¿por qué no invertimos US$100 millones en vez de 50?", recordó. Según Larraín, esto demuestra el espíritu visionario de Botín y lo mucho que admiraba Chile.

Los restos mortales de Emilio Botín serán trasladados hoy a su ciudad natal, Santander, donde se realizarán sus funerales. En Santiago se oficiará una misa en su recuerdo a las 17.00 en la Iglesia de Las Agustinas.