Tenía doce años cuando comenzó a mostrar al mundo sus talentos. Fue poeta, sacó libros, los ilustró. De las letras puras pasó a las letras con música. Y desde ahí, al éxito.
A las 10 de la mañana, apenas maquillada, representa mucho menos de los 27 años que tiene. Muy alta, delgada y estilosa, ha marcado un hito en el mundo rockero por su vestuario sobrio y refinado en escena, a raíz del cual hay quienes la llaman "la princesa del rock" o "la rockera más glamorosa de Latinoamérica". Nos acostumbró a su voz y estilo desde las teleseries: las aventuras y desventuras de "Soltera otra vez" tuvieron como telón de fondo tres de sus canciones y su versión de "El tiempo en las bastillas" fue el tema central de "Los 80".
Hija de Pablo Valenzuela, Premio Nacional de Ciencias aplicadas, y la doctora en Biología Bernardita Méndez, Francisca es la cuarta entre los cinco hijos de la familia y la única mujer. Nació y creció bajo los cálidos soles de California, en Estados Unidos. Cuenta que en algún minuto tuvo dudas entre el arte y las ciencias, pero muy temprano se impuso su vocación actual y, como parece ser todo en su vida, aquello ocurrió de modo vertiginoso.
Desde niña estudió música y escribió poesía. Cuando tenía 12 años, sus padres enviaron algunos de sus poemas a una amiga dedicada a la crítica literaria, para que les recomendara clases o talleres en que Francisca podía perfeccionarse, o concursos en los cuales poner a prueba sus creaciones. A vuelta de correo recibieron una invitación a publicar y el contacto ya hecho con una pequeña editorial. La propia Francisca ilustró los poemas de "Defenseless Waters" (aguas indefensas), libro digital que luego -invitada por la editorial- promovió en una gira por galerías de arte latinas y una librería en San Francisco. Así, a los 13 años se vio leyendo poemas junto a Ariel Dorfman, con una reseña de Isabel Allende en su libro y un augurio de la escritora: sería la promesa de la poesía chilena. Luego vino un libro de cuentos (Abejorros/Madurar) y el retorno a Chile, donde tras terminar su educación secundaria en el colegio Saint George, ingreso a la UC para estudiar Periodismo.
"Cuando estaba en tercer año, ya pasaba mucho tiempo en giras y dedicada a la música. Tuve que tomar una decisión y opté por la música", cuenta, explicando por qué su formación universitaria quedo interrumpida.
Y otra vez el vértigo: el 2006 lanzó su primer single , "Peces", canción escrita a los 13 años que la revista Rolling Stone designó como una de las 100 mejores del año en que fue difundida. Desde entonces ha lanzado 2 discos, realizado cientos de recitales, teloneado para Shakira, U2 y Julieta Venegas, cantado con los Inti Illimani, y Miguel Bosé, bajado del escenario del Festival de Viña del Mar consagrada por el público y la crítica, y abierto mercado a sus composiciones en España y México, Brasil, Australia y Estados Unidos.
-Formas parte de la Fundación Todo Mejora, ¿qué te motiva a participar de ella?
-Es una fundación dedicada a combatir el bullying homofóbico entre adolescentes y aborda temas de identidad sexual en general. Chile es uno de los países con mayor tasa de suicidios adolescentes por ese tipo de bullying . Mi rol es de embajadora en tanto rostro ante los medios. Y también hacemos trabajo en colegios y municipalidades con unidades de antidiscriminación, charlas y talleres.
-Se supone parte de nuestra cultura el ser "talleros". ¿Una talla es bullying ?
-Lo que se supone, es que hay que burlarse del que es diferente. Y que ellos o ellas tienen que aceptar las burlas, como parte de los costos de su diferencia. Recién empezamos a valorar en nuestra cultura el respeto como un ejercicio consciente.
-¿Percibes grandes diferencias entre Chile y Estados Unidos en temas como la diversidad sexual?
-No necesariamente. Crecí en California y es cierto que allí muchos de esos temas están resueltos. Pero en asuntos como el matrimonio homosexual, se legisló a favor, luego en contra y ahora se volvió a aceptar. Como en Chile, hay resistencia de ciertos sectores conservadores de la sociedad. Aunque allá se ha construido una sociedad donde lo que es políticamente correcto está tan asumido, que en cierto temas se ejerce el respeto en forma automática.
-¿Y cómo percibes a Chile en esa materia?
-No hemos superado el doble estándar, el machismo, la culpa, la intolerancia, pero hoy estamos concientes de que esos temas importan y se deben cambiar. Entiendo que hablo desde mi realidad, que representa un sector pequeño y bastante privilegiado de la sociedad, pero siento que este país es más multicolor, más discutidor y menos miedoso que cuando llegué por primera vez.
Habla tan rápido que a ratos -cuando se apasiona- se atropella en las palabras. Mira de frente, salta de una idea a otra sin incomodidad y no elude preguntas, aunque se ocupa de precisar que no es autoridad en ninguna materia y que detesta el rol de "opinóloga de Chile" en que parecen ponerla con frecuencia los entrevistadores, con cargo a su infancia "gringa".
-En esta generación destacan muchas mujeres en el ámbito musical chileno, tales como Ana Tijoux o Javiera Mena, quienes también lanzarán sus trabajos este septiembre. ¿A qué lo atribuyes?
-La democratización de la tecnología, que permite con muy pocos recursos producir música y distribuirla por las redes sociales, ha sido muy importante en esto de abrir espacios nuevos. Es probable que en los 80 las mujeres se acercaran a un sello y no las tomaran en cuenta. Hoy, ellas pueden saltárselos, hacerse escuchar a nivel masivo y -si son buenas-, ganar su propio espacio en la industria. A eso se suma un empoderamiento femenino a nivel mundial que también se refleja acá.
-Por tus letras, uno podría pensar en una persona muy introvertida e hipersensible.
-Hacer música nace de una parte egoísta y visceral, y si tengo un canal "rollento" es ese. Pero la música es parte de lo que hago y de lo que soy. Será el 10% de un día. Hay también algo de teatralidad, que uno va haciendo consciente.
- ¿Ves en tus canciones un espacio para expresar un punto de vista social?¿Te interesa influir en quienes te escuchan?
-No es mi intención, pero si algo me inquieta y me conmueve, escribo sobre ello. Y si genera opinión, bien. En el caso de "Salvador", una canción que escribí en homenaje a Salvador Allende, sentí la necesidad de hablar hoy de la carencia de un liderazgo político real, personas a las que uno admire y quiera seguir. En otra canción, llamada "Entrevista", también canalizó mi emoción frente al tema de la cesantía y la educación.
-¿Por qué te interesa Allende?
-Porque fue capaz de transmitir y contagiar pasión por algo en lo que creía. Hoy piensas en los políticos, todos, de todas las tendencias y dices ¡¡Qué lata!! En Estados Unidos Barack Obama generó ese encantamiento y después... fue como todos.
