Economía
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Juan Eduardo Saldivia, presidente de Copsa: "Las concesiones deben tener una relación mucho más amable con los usuarios "

"La gente tiene críticas y muchas de ellas son legítimas", reconoce.

por:  Karen Peña C.
viernes, 22 de agosto de 2014
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"Te lo contesto formalmente: fui subsecretario de Obras Públicas (en el primer gobierno de Bachelet) y tuve una tremenda responsabilidad en el desarrollo de licitaciones para obras tradicionales y concesiones y firmé muchos decretos. Pero, en estos cuatros años, no he trabajado con ningún concesionario. Entonces, tengo una independencia de juicio muy relevante", advierte el presidente de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (Copsa) -que promueve el sistema de concesiones de obras de infraestructura pública y es el interlocutor de sus socios con la autoridad-, Juan Eduardo Saldivia. Han pasado exactamente dos semanas desde que este democratacristiano fue nombrado como máximo representante de los concesionarios, y está seguro de que su paso por la vereda de enfrente no es un conflicto para asumir este nuevo desafío.

"En mi pasada por la subsecretaría de Obras Públicas fui responsable de sacar adelante la ley de concesiones que modificó la ley vigente que a las concesionarias no les gustó mucho y que a algunos todavía no les gusta. Tengo una mirada muy independiente y la voy a mantener. Por esto, el énfasis para mí es que Copsa vele por el desarrollo de la industria y no por las situaciones particulares de cada uno sus asociados", señala tajante.

Plantea que los compromisos asumidos por la Presidenta Bachelet en esta materia son "señales" que lo mantienen optimista. "Y, a mí, lo que más me importa, son las señales", cuenta.

Institucionalidad "más sólida"

-¿Cuál es el principal desafío al asumir este cargo?

-Han pasado casi 15 años desde que se inició el proceso de concesiones en Chile, que tuvo un momento de gloria. La inversión vía concesiones acumuló del orden de US$15 mil millones en estos años. Le cambió la cara al país, está a la vista, pero a pesar de todo, hoy hay una cierta mirada de distancia, de crítica, de desconfianza al instrumento de concesiones. También, a algunas concesiones y concesionarias en particular. La gente tiene críticas y muchas de ellas son legítimas.

-¿Por qué?

-Hay varios factores. El principal es que transcurre el tiempo y la memoria es frágil. Nadie se acuerda que hace 15 años la Ruta 5 llegaba por el norte hasta Polpaico y por el sur hasta San Fernando. Ya está internalizado por la sociedad que tiene una doble pista de un estándar excelente y que tiene unos problemas especiales y, precisamente, nos fijamos en ellos.

En segundo lugar, parte importante de los usuarios no conocieron el país de hace 15 años. Viven con una infraestructura que, dado el crecimiento económico y el cambio de perfil social que ha tenido el país, le parece que es lo mínimo que hay que tener, piden más y eso es lógico. Hay un cambio de contexto del cual hay que hacerse cargo.

En tercer lugar, como las concesiones son contratos muy particulares donde existen rigideces importantes para modificarlos, se requiere un proceso de toma de decisiones un poco largo (...). Cuesta mover el aparato para que ese tipo de decisiones e inversiones se hagan rápido. También, ha habido una crítica a los modelos utilizados para licitar, para modificar contratos y esta no ha sido suficientemente contestada y se ha mantenido.

-¿Qué se le debería hacer al mecanismo de concesiones para cambiarle la cara?

-Una de las preocupaciones de Copsa en la que trabajaremos fuerte es en comunicar. Estamos plenamente disponibles para mostrar toda la información si es que alguien cree que hay algo oculto.

Segundo, es importante darle una institucionalidad más sólida al sistema de concesiones desde la perspectiva del Estado. La Presidenta ha anunciado que se va a trabajar en una agenda destinada a crear la Agencia de Concesiones y creo que esa será una discusión relevante, porque la transparencia también pasa porque la gente confíe que el proceso de toma de decisiones sea un proceso técnico lo menos politizado posible y lo menos disponible para ser utilizado en etapas electorales. Y, lo tercero, es el tema de la flexibilidad del sistema.

Las concesiones no son sólo construcción sino, sobre todo, prestación de servicio y que como tal tienen que tener una relación con los usuarios mucho más amable, donde haya más información y transparencia, porque aquí no hay nada oculto y a veces en esas materias claramente hemos fallado.

-¿Hay un exceso de burocracia en esta institucionalidad?

-Más que exceso de burocracia, falta capacidad en el Estado y también en el sector privado para que los procesos de toma de decisiones sean más rápidos y haya más confianza.

-¿Qué se ha discutido en las reuniones sostenidas con el ministro de OO.PP. en cuanto a los desafíos del sector?

-Nos hemos reunido y después nos hemos encontrado en actividades públicas del ministro y hemos intercambiado opiniones (...). Pero el desafío común es que el gobierno ha dado a conocer una cartera de inversiones para su período del orden de los US$10 mil millones y un conjunto de obras (...). Esto requiere un trabajo arduo de ambas partes y nos hemos puesto a disposición como asociación gremial que vela por el desarrollo de la industria no como concesionarios tal o cual que quiere ganarse determinado.

Nosotros queremos que la agenda se concrete porque es buena y necesaria para el desarrollo del país. La presidenta ha señalado que quiere que en su gobierno, de inversiones en infraestructura, que representan un 2,7% del PIB más o menos tendencial en los últimos 10 años, pasemos a 3,5% del PIB. Eso es imprescindible para cumplir los objetos de desarrollo, de inclusión y de igualdad.

-¿La cartera de inversiones y todas las medidas anunciadas son acordes al contexto económico y se pueden concretar?

-La infraestructura es una tarea del Estado, hay que darle continuidad a esa tarea. Algunas se podrán concretar en este gobierno, pero otras se iniciarán en este gobierno y desde esa perspectiva lo importante es iniciar el trabajo (...). La infraestructura en general, entre que se te ocurre un proyecto y su inauguración, no pasan menos de cinco años.

Entonces, la cartera anunciada por el ministro y la Presidenta es una cartera que trasciende los gobiernos (...), pero lo importante es que avancemos y esa cartera ojalá pueda crecer.

-¿Este sector es clave para reactivar la economía en un contexto de desaceleración?

-Desde el New Deal en los Estados Unidos de los años 30 que las obras públicas son un motor de la economía cuando el ciclo está a la baja y, desde esa perspectiva, los anuncios que han hecho para señalar que se está trabajando en reactivar obras públicas e infraestructura son elementos centrales. La materialización de los proyectos dinamiza la economía, genera puestos de trabajo y, fundamentalmente, mejora las condiciones de vida.

-¿Pero es un eje principal?

-Es imprescindible que la agenda de infraestructura se concrete dado el ciclo económico. Hay algunas áreas donde las cosas pueden avanzar más rápido, pero esto tiene que ser una cadena sin fin.

La deuda pendiente: "Se cometieron errores en la gestión pasada"

Según Saldivia, "debemos reconocer que en el gobierno pasado se comprometió una cartera de US$8 mil millones y no se alcanzaron a concretar 3.500. Por lo mismo, queremos que la cartera de hoy se concrete, no por el bien de los concesionarios, sino por el bien del país. Junto con ello, la evaluación de las concesiones están un poquito mal miradas y tenemos que cambiar". Recalca que "el tema medioambiental, la participación ciudadana temprana, la relación con las comunidades y la protección ambiental, son temas que hay que trabajarlos fuertemente para que esa cartera se concrete y ahí hay que poner el foco". En ese sentido, dice que "claramente se cometieron errores en la administración pasada", agregando que "esta administración tiene el desafío de enmendar esos errores para salir adelante". Dice que uno de los errores se puede ejemplificar con un caso concreto: la Ruta de la Fruta.

"Estaba licitada, adjudicada y con su estudio medioambiental en proceso de aprobación. Estaba ya en la etapa de observaciones y el gobierno decidió retirar el estudio de impacto ambiental cuando, a lo mejor, lo que hubiera sido la decisión técnica más correcta, era darle respuesta a las observaciones y hacerse cargo dentro del proceso de evaluación de impacto ambiental de las observaciones. Pero cuando lo retiraste e iniciaste un nuevo proceso, lo que habías licitado, se hizo inviable", explicó.

Asimismo, la ex autoridad de gobierno señaló que "el gremio quizás ha estado menos visible, pero siempre ha sido extraordinariamente activo".

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