El ministerio de Hacienda estaría evaluando introducir cambios al sistema mediante el cual se financia la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) tras una petición realizada en la Subcomisión de Presupuesto del Senado por el vicepresidente de la cámara alta, Eugenio Tuma (PPD). La medida busca que los recursos de la SBIF sean aportados por el Presupuesto anual de la nación, de manera que el organismo deje de captar sus fondos gracias al canon periódico que cobra a las 128 entidades que fiscaliza.

El senador Eugenio Tuma explicó que la idea, ahora, es que este cobro se siga aplicando a los bancos, casas comerciales, cooperativas y otras instituciones, pero que la recaudación de dichos fondos quede en manos de la Tesorería General de la República, para que ingresen directamente a las arcas fiscales. En tanto, el financiamiento anual de la SBIF se definiría dentro del Presupuesto de la Nación.

"Lo que le he planteado al Ministro de Hacienda, Alberto Arenas, es que no puede seguir tolerándose un escenario en el que los fiscalizados financian al fiscalizador. La SBIF es el único caso en Chile donde una superintendencia es financiada, precisamente, por las instituciones que supervisa", dijo Tuma.

Esta situación "se la planteé personalmente al Ministro Arenas el martes recién pasado y me dijo que la va a estudiar, por cuanto comparte la opinión de que esto no se ve bien". Al respecto, aseguró que el titular de Hacienda iba a "evaluar cómo está estructurado el presupuesto de la SBIF, qué indica la Ley (de Bancos) y las facultades que tiene el superintendente para realizar esta recaudación".

Agregó que "no es posible lograr transparencia si no establecemos una modalidad de financiamiento para la SBIF similar a la empleada con otros servicios del Estado u otras superintendencias como la de Pensiones o la de Valores y Seguros (SVS)".

Ni el Ministerio de Hacienda, ni la Superintendencia de Bancos no quisieron referirse al tema.

Recaudación millonaria

El senador Tuma, explicó que anualmente la Superintendencia de Bancos recauda de sus fiscalizados unos $42.000 millones (más de US$72 millones), de ese total ocupa una parte para su operación, equivalente a unos $14.000 millones -US$24 millones-, y el vuelto -unos $28.000 millones- se lo entrega al Fisco"

De esta forma, la SBIF financia todos sus gastos, mientras que otras superintendencias deben estar acogidas a un presupuesto anual. Por ejemplo, a la Superintendencia de Pensiones se le asignan unos $12.000 millones y a la de Salud, $11.000 millones.

"No existe ninguna razón para seguir tolerando esta falta de transparencia y una relación incestuosa como esta. No pongo en cuestionamiento la independencia de la Superintendencia de Bancos, pero la mujer del César debe serlo y parecerlo" agregó el parlamentario.

La Ley de Bancos establece que las instituciones financieras fiscalizadas por la SBIF deben pagarle un "peaje" en función de su capital y de número de operaciones.

En ese contexto, Tuma reconoció que su propuesta requiere un cambio a la Ley de Bancos, que corresponde a una iniciativa del Ejecutivo.

Desde mediados de los años 90 se viene planteando la idea de modificar esta situación: ya lo han hecho los parlamentarios Pablo Lorenzini, Gabriel Silber y Juan Carlos Latorre, entre otros.