De 18 programas ya evaluados, siete tuvieron resultados insuficientes, cinco carecen de información sobre la validez de su eficiencia y cinco obtuvieron la calificación de suficiencia.
La pequeña muestra de programas gubernamentales que año a año toma en cuenta la Dirección de Presupuestos (Dipres), del Ministerio de Hacienda, para realizar evaluaciones sobre el nivel de eficiencia con que se gastan las platas del Fisco, puede no ser representativa del universo de las miles de reparticiones públicas que operan en el país, pero es suficiente para mostrar rendijas por donde se escapan los recursos.
Un informe divulgado este mes por la Dipres, cuenta que se sometieron a evaluación 23 programas ex post. De ellos, 18 ya concluyeron dicho proceso: siete tuvieron resultados insuficientes, cinco carecen de información sobre la validez de su eficiencia y sólo cinco obtuvieron la calificación de suficiencia, lo cual no significa que sean 100% eficientes. Sólo uno fue calificado con la nota máxima de buen desempeño: Subsidio a la forestación, de Conaf.
Lo peor del caso es que de los US$2.313 millones involucrados en los 18 programas ya revisados, poco más de la mitad (el 54%) obtuvo nota insuficiente y un 26% no demostró su efectividad (ver tabla).
Actualmente están en proceso de evaluación de impacto 22 programas, así como el cumplimiento del gasto institucional de nueve instituciones y de dos programas nuevos.
El experto en política fiscal de la Universidad de Chile, profesor José Yánez, destacó que subyace a esta tarea de Dipres "el objetivo fundamental de que cada peso que se gaste en el sector público tenga como propósito solucionar problemas reales de la gente, sobre todo de aquellos grupos más necesitados o vulnerables". Frente a esta tarea, Yánez dijo que "cada programa debiera estar debidamente focalizado en las personas o grupos sociales que realmente necesitan la ayuda del Estado".
Respecto del programa Chile se pone en forma -Deporte Competitivo, del Instituto Nacional del Deporte IND)-, la Dipres observa la "ausencia de un diagnóstico inicial acabado y de información respecto de las brechas existentes, en cuanto a la oferta de competencias deportivas impartidas por establecimientos educacionales, federaciones y otras organizaciones, lo cual impide dimensionar adecuadamente el problema a resolver".
Agrega que el diseño del programa "es aún incompleto en cuanto a disciplinas, tramos etarios, etc., lo que afecta la permanencia de los beneficiarios en el sistema". Si bien este programa del IND ha registrado un pequeño porcentaje de talentos deportivos, "no existe un proceso organizado y sistemático de orientación, seguimiento e inserción a programas de entrenamiento de mayor nivel".
Al analizar el Programa de Inserción de Investigadores que desarrolla Conicyt, Dipres constató que si bien éste se define como de "fortalecimiento institucional", en realidad funciona como uno de inserción laboral, "porque los criterios de selección e indicadores principales se refieren a los investigadores y no a las instituciones". O sea, son trajes a la medida de los postulantes a un cargo en ciertas instituciones.
A pesar de su corta duración, la entidad evaluadora dijo que este programa "no logra su objetivo, ya que el 70% de los insertados en sector academia ya eran profesores de la misma universidad o de otra y el 52% ya trabajaban en el sector productivo; además se evidencia que a corto plazo podría enfrentar problemas de inserción por alta rotación de investigadores en los proyectos, así como bajas expectativas de inserción por parte de beneficiarios e instituciones".
Fuentes de Conicyt aseguraron a La Segunda que como resultado de esta evaluación, están trabajando "en conjunto con el Departamento de Asistencia Técnica de Dipres, a fin de clarificar y expresar de mejor forma el sentido del programa, en incorporar sugerencias realizadas en el proceso de evaluación".
Al analizar el Programa Nacional de Alimentación Complementaria, del Ministerio de Salud, Dipres dijo que si bien contribuye a mantener a raya la desnutrición en el país, en torno al 3% en la población objetivo, "el diseño del programa es insuficiente para abordar la malnutrición por exceso, observándose aumentos sostenidos (de peso) en todos los grupos poblacionales".
Respecto de los programas de Educación Intercultural Bilingüe", del Ministerio de Educación y de Aplicación del Diseño Curricular y Pedagógico Intercultural Bilingüe, que llevan a cabo el Ministerio de Desarrollo Social y Conadi, Dipres dijo que los instrumentos de evaluación aplicados presentan "debilidades metodológicas que impiden emitir juicios evaluativos concluyentes respecto del aprendizaje".
Admite que no existe duplicidad entre ambos programas, ya que atienden niveles educativos distintos. El de Conadi se aplica en el nivel de educación preescolar y el del Mineduc en establecimientos de educación básica y media.
Sin embargo se constata que "no existe coordinación interinstitucional, lo que no asegura que los niños que asisten a jardines donde se ejecuta el programa de Conadi, continúen este tipo de enseñanza en establecimientos de educación básica y media".
En particular, el programa de Conadi carece de una definición clara de los criterios de selección de su población objetivo, lo que lo hace menos efectivo. En el caso del programa de Mineduc, la estructura organizacional no es clara, "ya que los roles y funciones no han sido definidos, ni se han delimitado las responsabilidades".
Sobre el programa de Subsidio Fondo Solidario de Vivienda I y II, que está a cargo de la Subsecretaría de Vivienda, la Dipres sostiene que el resultado de la evaluación da cuenta que "no posee antecedentes suficientes que permitan verificar su asignación dentro del grupo más necesitado, ni es capaz de proporcionar mejoras integrales en su calidad de vida". O sea, adolece de mala focalización. Junto con ello, constató un claro deterioro en las condiciones del barrio asociadas a la localización de las viviendas, pese a los esfuerzos que el Minvu ha realizado en esta materia, como el "Subsidio de Localización". De hecho, señaló que este programa ha sido totalmente rediseñado.
Por último, respecto del Programa de alimentación que está a cargo de la Junaeb, la revisión de Dipres no encontró efectos significativos en las variables relacionadas con sus objetivos declarados. Esto es, rendimiento, asistencia, repitencia y deserción escolar, aunque sí detectó impactos significativos para variables nutricionales en alumnos que se encontraban en 6º básico.
Respecto al diseño, concluyó que el problema para el cual fueron creados (acceso y retención escolar) no tiene una alta prevalencia en la actualidad, "dadas las altas tasas de escolarización de la población objetivo".
A su vez, en torno a la gestión del programa, la entidad dependiente del Ministerio de Hacienda sostuvo que el diseño del mismo "no conoce a sus beneficiarios reales (quienes reciben finalmente el servicio de alimentación), problema que se origina a partir de la asignación de raciones a los establecimientos, así como en la entrega del beneficio al interior de los colegios".
Insuficientes:
Acceso al Microcrédito, a cargo del Fosis (Fondo de Solidaridad e Inversión Social).
Chile se pone en forma, Programa Deporte Competitivo, del Instituto Nacional del Deporte.
Inserción de Investigadores, ejecutado por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt).
Programa Nacional de Alimentación Complementaria, del Ministerio de Salud.
Programas de Alimentación (PAE), de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb).
Programas Intercultural de Enseñanza Bilingüe, uno del Ministerio de Educación y otro de la Comisión Nacional Indígena (Conadi).
No demostraron resultados:
Estudio Práctico Justicia Vecinal, administrado por el Ministerio de Justicia.
Fondo de Organización Regional de Acción Social, del Ministerio de Interior.
Subsidio al Transporte Nacional con Fondos Espejo, impulsado por el Ministerio de Transporte, en conjunto con la Subsecretaría de Desarrollo Regional.
Agencia Chilena de Eficiencia Energética, del Ministerio de Energía.
Bono de Ingreso Ético Familiar, que está a cargo del Ministerio de Desarrollo Social.
Según el informe de Dipres, el Programa de Acceso al Microcrédito del Fosis, que cubre los costos operacionales para el otorgamiento de créditos a microempresarios, aumentó sus operaciones en 51% entre 2009 y 2012, totalizando 57.848. No obstante, dijo que los beneficiarios disminuyeron en 39%, aumentando el número de créditos por beneficiarios de 1 a 3 por año en el período.
Un estudio de casos, levantado en el contexto de la evaluación, demostró que los beneficiarios tendrían acceso a créditos al margen del programa, lo cual estaría indicando una mala focalización de los mismos. Adicionalmente, el informe señala que "los beneficiarios no acceden a mejores condiciones crediticias (tasas), respecto de operaciones no subsidiadas, esto considerando que las tasas que enfrentan en instituciones de microfinanzas son elevadas" (tasas mensuales promedio de fundaciones, 3,7%; bancos, 2,4%; y cooperativas, 2,3%).
Por otra parte, en sus cuatro años de existencia, este programa del Fosis "no ha sido capaz de estimar qué proporción de los costos de operación se está cubriendo", señala el documento de Dipres. Agrega que tampoco contempla en su diseño levantar información respecto a qué tipo de proyecto se está financiando con el crédito y qué impactos tiene el emprendimiento financiado, "funcionando de forma independiente y desarticulada de otros programas públicos que utilizan el emprendimiento como mecanismo de superación de pobreza".
El programa del Fosis, Acceso al Microcrédito, que fue sometido a revisión por la Dipres el año pasado, existe desde 2010 y busca "facilitar el acceso a créditos con fines productivos en instituciones formales a microempresarios que califiquen como vulnerables". Esto último, "según el instrumento de medición vigente", aclaró a La Segunda el propio organismo.
Para seleccionar a sus beneficiarios, desarrolla procesos de licitación a través de los cuales "se adjudican cantidades de subsidios por operación a instituciones vinculadas a las microfinanzas", las cuales a su vez están en contacto con los beneficiarios de créditos.
Las platas asignadas al Fosis para desarrollar este programa sumaron $1.969 millones, el año pasado.
El organismo aclaró que las debilidades detectadas por Dipres "no dicen relación con faltas administrativas, sino que con deficiencias más bien asociadas al diseño del programa y sus resultados".
Luego de conocidos los resultados de la evaluación, el Fosis asumió un compromiso con la Dipres, de modo de someter a los aspectos del programa que no arrojaron los resultados esperados, o sobre los cuales no se contaba con información adecuada.
En este sentido el Fosis dijo que se asumieron tres compromisos a concretarse durante 2014: 1) Realizar un diagnóstico y estudio del mercado desde donde emane una formulación actualizada del problema y sus causas; 2) efectuar el rediseño del programa y sus objetivos, que considere los resultados de dicho diagnóstico sobre el problema y el grado de madurez del mercado de las microfinanzas; y 3) realizar un análisis de complementariedad y sinergias con otros programas que apunten a una estrategia común de superación de la pobreza por la vía del desarrollo empresarial.
En sus descargos ante Dipres, el Fosis estimó que la evaluación de este programa no debió llevar el rótulo de "resultado insuficiente", sino tan solo de "resultados no demostrados". Sin embargo, esto no fue aceptado por Dipres, lo que finalmente llevó al acuerdo sobre los compromisos de mejoramiento ya indicados.