Cuestionan la decisión del centro de ski -en que Vial es el dueño mayoritario- de construir un nuevo edificio. Lío está en la Justicia.
A las seis y media de la tarde del jueves pasado, los cerca de 40 miembros de la Asociación de Vecinos de La Parva llegaron a su asamblea anual, en CasaPiedra. La directiva, encabezaba por Sergio Tuteleers, puso un asunto sobre la mesa que vino a colmar la paciencia de los asistentes, todos dueños de los refugios que están en la parte alta de este centro de ski. Al decir de los locales, "de la hostería hacia arriba". A ellos no solo los une la vecindad, sino que el hecho de ser los dueños del agua de ese sector, algo que les ha dado el poder para regular las alturas, calidades y cantidades de construcciones en su zona.
De esa calle hacia abajo, el agua es de la inmobiliaria Ski la Parva, por lo que si se levantan ahí las Torres Gemelas, no es problema suyo.
La razón de su enojo tiene un nombre ya recurrente para estos vecinos: Leonidas Vial. El dueño mayoritario del centro de Ski -y de la corredora de bolsa LarrainVial- que, en esta ocasión, decidió levantar un edificio donde supuestamente no podía hacerlo. En el límite de la frontera abajo/arriba.
"El edificio Cascadas", lo bautizó en la junta uno de los vecinos que claramente no le tiene nada de buena a Vial. En la cita, a la que concurrieron parvinos como Eugenio Claro, Cristian Moran, Rodrigo Buzeta y Antonio Tusset, dieron cuenta de que el asunto ya está en manos de la justicia. De hecho, esta mañana presentaron testimonio en el 22° Juzgado Civil el gerente general de La Parva, Thomas Grob, y los demandantes: la Asociación de Patrullas de Ski de Chile.
¿Qué tienen que ver los patrullas? Mucho.
La historia la cuenta Raúl Sigren, vicepresidente de la asociación de vecinos, que también está integrada por los abogados José María Eyzaguirre (padre), Paulo Halpern y Alejandro Álvarez , junto a Luis Eguiguren (socio de Finanzas y Negocios) y el cirujano Sebastián von Unger Covarrubias.
A medida que habla, Sigren va recordando más episodios que revelan su malestar con León Vial, porque los otros dueños de la Inmobiliaria Ski La Parva -Eliodoro Matte, Pedro Donoso y Víctor Larraguibel-"tienen poco pito que tocar en este asunto".
Pero la cosa ahora es otra. "El conflicto viene porque La Parva -léase los dueños- tomaron la decisión de hacer un edificio en un sitio que está abajo de la casa de patrullas. Hace dos años se les habían acercado ofreciéndoles comprar el paño. Como soy ex patrulla, se me acercaron a preguntarme el valor... les estaban ofreciendo unas migajas. Les dijeron que no y la relación entre ellos y La Parva cambió mucho. Los trataron muy mal, les quitaron los beneficios. Pasó un tiempo, y, curiosamente, La Parva pidió aumentar su área de concesión de aguas, justo en el sector donde está el sitio de la patrulla. Lo pidieron en enero, cuando todos estábamos de vacaciones, y se lo aprobaron en febrero".
"Nosotros -cuenta Sigren- nos vinimos a enterar por rumores que se iba a construir un edificio ahí. Yo le pregunté a Grob si era cierto, porque entonces tendrían que pedirle permiso de factibilidad a la Asociación de Vecinos, cosa que no hicieron. Es parte del acuerdo que teníamos con ellos".
"Empezamos a averiguar qué pasaba, y vimos que ellos habían descubierto que podían hacer el edificio que quisieran, porque ya tenían el agua. Por eso se habían saltado a la asociación y la municipalidad les entregó el permiso de edificación".
La cosa se empezó a poner color de hormiga. "Los encaramos. Les dijimos que si bien era legal, había un acuerdo porque todos los permisos de La Parva Alta tenían que pasar por la asociación, ya que nosotros teníamos que dar los derechos a empalme (de agua), que tienen un valor de 1.000 UF. ¿Lo más insólito? Esa plata nosotros la usamos para pagarles a ellos mismos $100 millones anuales por un tranque que nos cedieron hace algunos años", dice Sigren.
¿Cómo llegaron a construir en un sitio que, supuestamente, no es suyo? Esa es la situación que está en manos de la justicia desde el 3 de junio pasado, cuando el abogado Ciro Colombara (en representación de la Asociación de Patrullas Ski de Chile) presentó una demanda contra Ski La Parva, por iniciar en febrero pasado la construcción de un edificio, para fines inmobiliarios, sobre parte del sitio perteneciente a la institución de rescate sin contar con la autorización de ésta.
Dentro de este litigio, a mediados del mes pasado el 22° Juzgado Civil determinó suspender provisionalmente la construcción del edificio que levantaba Ski La Parva. Paralelamente, el tribunal citó a ambas partes para la designación de un perito topográfico, la presentación de sus títulos de propiedad, los permisos de edificación otorgados a Ski La Parva por la Municipalidad de Lo Barnechea el 13 de junio de 2013, junto con solicitar el testimonio de Thomas .
Sigren cuenta que la semana pasada la empresa dueña del centro de Ski notificó a Patrullas que no requeriría más sus servicios, los que serían asumidos por sus propios pisteros que, sostiene, "son de otra calidad. Ellos tienen los conocimientos básicos, lo que no es suficiente". Ya reclamaron a la municipalidad, pues "eso contraviene las ordenanzas que señalan que hay que tener una dotación mínima de auxilio".
La versión de La Parva
El gerente general de La Parva, Thomas Grob, dice que están "tranquilos y muy confiados" pues "contamos con argumentos sólidos que demuestran que el terreno nos pertenece y que queda fuera de el sitio asignado a Patrullas de Chile". Agrega que "esperamos que el proceso sea breve y que, al término de la temporada de ski, podamos retomar la construcción del edificio, tal como se planificó desde un principio".
Consultado por la versión de los vecinos sobre la adquisición del agua para al construcción del nuevo edificio, responde que éste "está dentro del área de concesión de esta empresa, la que está regida por la superintendencia de servicio sanitario y, por lo tanto, se acoge a todo lo estipulado por la ley". Y aprovecha de lanzar sus dardos contra sus contendores: "la Asociación de Vecinos de La Parva no cuenta legalmente con ningún área de concesión. En segundo lugar, la factibilidad de agua potable que entrega es un servicio privado, no regido por la superintendencia de servicio sanitario y, según tenemos entendido, actualmente no están reconocidos por la Dirección de Obras de la Municipalidad como un servicio válido. No tenemos claridad de que sus proyectos de tratamiento de aguas estén aprobados por la autoridad pertinente".
-Los vecinos se quejan de que a la empresa solo le importa el negocio inmobiliario y no una visión integral de crecimiento, ni el servicio.
-Frente a eso debemos decir que es justamente el negocio inmobiliario el que nos ha permitido hacer importantes inversiones en mejorar las condiciones de las pistas, andariveles y servicios que entrega el centro de ski.
-¿Es cierto que expulsaron a los Patrullas de la Parva, justo ahora?
-La responsabilidad de velar por la seguridad recae únicamente en la administración, la que tiene la facultad de invitar o no a patrullas de ski de esta tarea, según lo dicta la ordenanza.
Debido a que se trata de una labor muy delicada, ésta requiere de la absoluta confianza entre las partes involucradas en darle al centro la seguridad que necesita. Producto de los conflictos que han surgido entre La Parva y Patrullas de Chile, se tomó la decisión de no contar con su apoyo para esta temporada.
Esta decisión no afecta en absoluto la seguridad de los esquiadores, ya que el servicio que entregaba Patrullas de Chile siempre fue secundario e intermitente.
Hoy La Parva tiene un equipo de socorristas que cuentan con certificaciones internacionales.
El terreno en el que se encuentran las dependencias de la Patrulla de Ski en La Parva es su mayor patrimonio institucional.
La entidad, que opera desde 1942 -sin fines de lucro- en los principales centros se financia con los aportes que realizan sus propios asociados y los de vecinos.
Según consta en su demanda, el terreno que disputan a la inmobiliaria controlada por Leonidas Vial, fue adquirido por la institución en 1967, a la propia sociedad Ski La Parva, según consta en las escrituras del Conservador de Bienes Raíces entregadas al tribunal.
El predio limita con el Chairlift, con las canchas de novicios (tanto la cercanas a la hostería, como la que está contigua a la segunda curva) y con el camino público, último deslinde donde, precisamente, Ski La Parva inició la construcción de su edificio.
Precisamente, para ratificar su dominio sobre estos terrenos, la Patrulla de Ski encargó un estudio de títulos que ratificó esos derechos y que adjuntó en su demanda.
Ski La Parva levanta en la zona el edificio de siete pisos Vista Pioneros, destinado al desarrollo de departamentos con un valor superior a las 19 mil UF por unidad.
