De su doble condición -de accionista y a la vez, acreedor- "nace una evidente dificultad en cuanto a decidir cuáles intereses privilegiar", señaló el fiscalizador Alvaro Gallegos.
La Superintendencia de Pensiones le pidió explicaciones a AFP Habitat por su actuación en la última junta de accionistas de La Polar, donde se votó la propuesta del directorio empresa para realizar un aumento de capital que, en la práctica, significa que los accionistas cedan un 50% de la empresa a los acreedores, que a su vez, quieren quedarse con entre un 80% y un 90% de la cadena de multitiendas.
AFP Habitat, la única AFP que no vendió las acciones de La Polar tras el escándalo de las repactaciones unilaterales, es también acreedora, lo que la tiene en una situación poco cómoda -"una contradicción vital", como dijo el presidente de la multitienda, César Barros- ya que al favorecer una posición, necesariamente significa ir en desmedro de la otra.
Por eso llamó la atención que en la junta del martes fuese el accionista que aportara la mayor cantidad de votos para oponerse a la propuesta del directorio y que a la vez, también diera algunos para aprobarla. A favor votó con las acciones del Fondo A pero rechazó la misma propuesta a través del voto correspondiente a las acciones de los Fondos B, C y D.
"Hemos requerido a AFP Habitat que nos informe acerca de las razones que la llevaron a votar de la manera que lo hizo y esperamos contar con esos antecedentes en los próximos días. Más allá de la situación específica en comento, el tema sustantivo que nos ofrece este caso es la particularidad que un mismo fondo es a la vez accionista y acreedor de una sociedad anónima", dijo el fiscalizador.
Agregó que "de esta doble condición nace una evidente dificultad en cuanto a decidir cuáles intereses privilegiar, aquellos que emanan de su condición de accionista o aquellos otros que responden a su condición de acreedor. Sin duda que es un dilema que no es de fácil resolución, toda vez que tales intereses no siempre coinciden. La votación de AFP Habitat es una prueba de tal divergencia".
Gallegos añadió que "entre las diversas tareas que nos hemos propuesto como organismo regulador, la revisión del eventual antagonismo de intereses al que da lugar esta dualidad accionista-acreedor está presente, toda vez que podría llevar a decisiones subóptimas. Como tales decisiones subóptimas podrían afectar negativamente los ahorros previsionales, el cumplimiento de nuestro rol de protección de los ahorros previsionales nos exige revisar esta situación".
