El ejecutivo explicó que "a mi como banco, lo que me interesa en primer lugar y como principio básico es que La Polar nos explique cuál es su plan de negocios y la viabilidad de éste en el largo plazo. Sin ese plan de negocios, cualquier otra conversación es en vano".
La Polar propuso la semana pasada a todos sus bonistas un plan de restructuración de pasivos donde les proponía descontar un 50% de los montos adeudados con el propósito de sanear su estructura financiera y viabilizar su negocio.
Precisamente, ese descuento de 50% y la crítica situación financiera de largo plazo de La Polar son los factores que incomodan al Banco de Chile (uno de los mayores acreedores de la multitienda), considerando que el acuerdo judicial preventivo que concretó la cadena con la banca considera el pago entre los años 2015 y 2022 del 44% de sus pasivos financieros, en cuotas semestrales crecientes; mientras que el 56% restante de esas deudas se pagarían en una cuota el año 2032, sin intereses.
Sin embargo, los últimos informes señalan que "los estados financieros de La Polar muestran que ésta aún sigue sin generar flujos positivos compatibles con el nivel del servicio de la deuda", según indicó en mayo pasado Humphreys en la última clasificación de riesgo de la compañía.
Incluso hay ejecutivos de otros bancos que han dicho que bajo las actuales circunstancias para algunas entidades financieras podría ser más conveniente esperar el pago de la siguiente cuota semestral de la deuda y, luego, solicitar su quiebra que aceptar un descuento del 50%.