Senador PPD dijo que conversó de la materia con el Ministro de Hacienda.
La asesora regional en control de tabaco de la Organización Panamericana de la Salud, Rosa Sandoval, por su parte, explicó que si bien Chile cuenta con la carga tributaria más alta de la región, eso también debe reflejarse en el precio, sobre todo en lo que se refiere a las marcas más vendidas. En este sentido, puntualizó que, a diferencia de otros países, Chile se ha quedado atrás en las recientes alzas de impuestos a este producto, muy por detrás de países como Panamá, Costa Rica, Brasil, Ecuador y Uruguay.
A su vez destaca que si el precio de los cigarros se aumenta en un 10%, su consumo disminuye 4,5%.
Otro de los expositores, el académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) -casa de estudios que organizó el encuentro -, Claudio Agostini , apunta precisamente a eso: "La discusión de los impuestos tiene mucho más que ver con cómo recaudar, que cuánto recaudar. Hoy en día el impuesto en Chile es un impuesto al valor, o sea, es un porcentaje del precio y hacerlo así para productos que causan daño a la salud -como el tabaco o el alcohol- no tiene mucho sentido, porque hace proporcionalmente más costosas las marcas más caras y menos las más baratas". Agrega que los consumidores no dejarían de comprar cigarros, sino que seguirían adquiriendo los de menor valor.
Por eso, lo correcto según él es que sea un porcentaje del precio, un monto específico. Por ejemplo, precios por cigarrillos o por cajetilla, en vez de aumentar en 60% su costo. "Esa es la mirada de la economía y yo creo que Chile debería moverse hacia ese cambio radical. Hoy día tenemos un impuesto que es 60,5% del precio y uno chiquitito, de $5 por cigarrillo. Deberíamos hacerlo al revés".
El senador PPD, Guido Girardi -quien también expuso en el seminario-, planteó que "hemos estado hablando con el Ministro de Hacienda para que toda modificación que tenga el actual proyecto en la Comisión de Hacienda, que no sean el corazón de la reforma, sean compensados con un aumento en los costos al tabaco por lo menos en 20% y un aumento al impuesto en los alimentos dulces, no solamente a las gaseosas sino a todos, en un rango que vaya entre el 10 y 20%", aseveró.