Quienes han trabajado con él destacan su capacidad técnica para manejar situaciones complejas como la fusión de Falabella con Sodimac y la fallida alianza con D&S. Es director de una fundación educacional, integra el comité ejecutivo del CEP y es miembro del consejo asesor de la Escuela de Gobierno de la UAI.
A sus 42 años Carlo Solari asumirá uno de los, probablemente, más importantes desafíos para un empresario del retail: la presidencia de S.A.C.I. Falabella, compañía que forjaron su padre, Reinaldo Solari, y su primo, Juan Cuneo, y que hoy es una de las firmas más grandes del país, con un patrimonio bursátil de algo más de US$22 mil millones.
Un reto para el que el joven empresario se ha preparado profesionalmente, tanto en la academia como en trabajo práctico al interior de las áreas de ventas, compras y planificación estratégica comercial.
Competente, profesional y responsable, son algunas de las cualidades que se repiten entre quienes lo conocen en su desempeño "técnico". Compañeros del Grange School -donde hizo su educación media- agregan que es "muy competitivo", que nunca se da por vencido, además de ser un buen deportista, tanto en el rugby como en el fútbol. Dicen también que tiene "las ganas y la fuerza para hacerlo bien" al mando del holding.
Sus compañeros de la carrera de ingeniería civil industrial de la Universidad Católica lo recuerdan como aplicado. "Era mateo para los estudios y estaba dentro de los buenos alumnos de la escuela", cuenta uno de ellos, quien destaca sobre todo su sencillez. "Me acuerdo que en esa época -el 92 y 93- algo se sabía que la familia de él tenía propiedades en Falabella, pero él nunca lo hizo notar", valora.
Gerardo Jofré -presidente de Codelco- dice que lo hizo muy bien en la fallida fusión entre Falabella y D&S (de esta última era director).
"Es un extraordinario profesional, dedicado a lo que hace, una persona de buen trato, muy humano. Es uno de los grandes profesionales que hay en Chile. Estaba seguro que iba a llegar muy lejos y veo que ya está tocando muy alto y joven", expresa.
Según Jofré, Carlo cuenta con la preparación académica necesaria y la experiencia de años de trabajo en las distintas líneas de negocios. Este último tiempo lo hizo muy de cerca de Juan Cuneo -tenían sus oficinas colindantes-, quien fue su gran mentor, además de tener como ejemplo a su propio padre, Reinaldo.
Destaca que es una persona muy agradable, menos serio de lo que se ve, entretenido, cálido y sencillo.
Nicolás Majluf, ex presidente de Codelco e ingeniero civil de profesión, les hizo clases a todos los hermanos Solari, incluido Carlo.
En los años noventa realizó la cátedra de Estrategia, curso que se basaba en los estudios de casos, donde lo fundamental era la participación de los alumnos. Ahí conoció a Carlo: "Fue un alumno brillante", relata.
Más tarde, al terminar la carrera, hizo una memoria "bastante espectacular", por la que fue calificado con la nota máxima.
Jamás le pareció tímido. Por el contrario, "se relacionaba súper bien, era educado y cometía cero atropello y arrogancia", lo que Majluf atribuye a los valores inculcados por sus padres, que evitaron "que se le subieran los humos a la cabeza".
Además de la relación de profesor-alumno, Majluf conoce a Carlo a nivel profesional, dado que ambos participan en el directorio de Sodimac. "Es riguroso, informado y reflexivo", resalta.
El académico asegura que Carlo tuvo un rol importante en los estudios, análisis y evaluación del impacto que tendría en ambas empresas la fusión entre Falabella y Sodimac.
Admira su capacidad de tomarle el pulso a lo que pasa al interior de la compañía y también la habilidad de reconocer las tendencias de los mercados, lo que está ocurriendo en el mundo del retail y en el financiero.
Desde hace más de 20 años que el fiscal de CorpGroup, Alvaro Barriga, y Carlo Solari, mantienen una fraterna amistad.
Se conocieron en el Grange School, donde Carlo destacó como deportista -también es hincha de la Universidad de Chile -, y por su excelencia académica, siendo distinguido con el grado de Head Boy dentro de los alumnos sobresalientes y con el Premio de Academic Achievements en educación media.
En el ámbito laboral, sostiene que es muy trabajador, un ejecutivo y dueño de empresa joven que está dispuesto a "sacarse la mugre" y que "nunca va a andar con cosas por detrás".
¿Cómo lo hará al mando de la compañía? Barriga cree que "tiene un buen carácter para ser líder y dirigir un buque tan grande como Falabella. Y sé que en lo laboral se mete en los detalles y le exige a su gente".
En lo personal, "es lo más normal que hay", alegre y le gusta pasarlo bien como a cualquiera, dice.
Con sus hermanos Sandro y Piero son muy unidos, se llevan bien y se respetan. Estudiaron lo mismo, en la misma universidad y todos se han dedicado a los negocios de la familia.
Barriga destaca que "pese a que tiene poco tiempo, se hace un espacio para estar con la familia" y compartir actividades, sobre todo, deportivas. "Le gusta mucho esquiar", asegura.
En agosto de 2008 se casó con Paula del Sol, su compañera de colegio y universidad, con quien tiene cuatro hijas.
Después de casarse, Carlo partió a un MBA en la Escuela de Wharton de la Universidad de Pensilvania, una de las especializadas en negocio más prestigiosas del mundo.
A su regreso, formó Megeve Investment, una plataforma para invertir en diferentes sectores. Es director fundador de Aptus, una fundación educacional resultante de la unión entre la Sociedad de Instrucción Primaria -ligada a Patricia Matte - y la Fundación Reinaldo Solari, integra el comité ejecutivo del Centro de Estudios Públicos (CEP) y es miembro del consejo asesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, entre otras funciones.
El gerente general de Bice Corp, Juan Eduardo Correa, era parte de su grupo de estudio y desde entonces se hicieron amigos.
Lo describe como una persona completa y equilibrada, buen amigo, leal y confiable. Junto a eso, si bien en la época universitaria le dedicaba harto tiempo al deporte y a pasarlo bien con los amigos, también hacía lo mismo con los estudios, aunque "sin caer para nada en la categoría del mateo fome".
También es muy puntual. "Me acuerdo que siempre me llamaba la atención, porque en esa época éramos todos más desordenados en horarios. Cuando viajábamos era él quien nos sacaba en la mañana a la hora", rememora.
Correa cree que le irá muy bien en el cargo, dado que "tiene esa mezcla de rigurosidad técnica con el manejo político que es necesario para ese puesto", pero además, "es de estudiar las cosas, de profundizar y eso es súper importante para el cargo de presidente de la compañía y más aún de una tan compleja".
Carlo ha estado toda su vida vinculado a Falabella, obviamente por la influencia de su papá, Reinaldo Solari, quien dejó la presidencia de la firma en enero de 2011, luego de 25 años a la cabeza.
Su lazo con la compañía siempre estuvo latente y fue visible también en su paso por la universidad. "Esto es más que un trabajo, es su vida. Siempre tuvo mucho cariño y admiración por Falabella, desde chico, así que está en el lugar correcto", reflexionó.
