Con la billetera "gordita", las empresas locales están "vitrineando" en algunos conocidos, mientras en otros están colocando sus primeras fichas para luego iniciar una segunda etapa de expansión: Perú, Colombia, México y Estados Unidos figuran dentro de la lista de prioridades de inversión.
La familia Ibañez Scott es hoy una de las "más líquidas". En la foto, Nicolás Ibáñez.
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Aunque no ha sido el mejor comienzo de año para los mercados emergentes, en el mundo financiero dicen que en estas coyunturas se producen buenas oportunidades para hacer inversiones. Y si se trata de salir de compras, los principales grupos económicos chilenos tienen sus billeteras "gorditas" salir a vitrinear gracias al dinero que acumularon en caja durante 2013, a pesar de la desaceleración que comenzó a verse durante el segundo semestre: tienen disponibles unos $4.890 millones, gracias a operaciones en las áreas del retail , financiero y agroalimentario.
Esta cifra no considera las ventas realizadas por los conglomerados locales para balancear o reducir su deuda, como ocurrió con las que realizó Corp Group a Inversiones La Construcción: el 67% de CorpSeguros en US$165 millones y el 48,3% de CorpVida.
Se prevé que esta tendencia de cajas "más robustas" continuará consolidándose durante este año, considerando que en las últimas semanas ya se vendió el 7% de la propiedad de Banco de Chile por parte del grupo Luksic y Citigroup (por unos US$900 millones), la toma de control de Cruz Blanca por parte de Bupa Sanitas (US$630 millones) y la fusión de Corpbanca con Itaú, además de la desinversión que la propia Corp Group planea en Construmart y Mayorsa en Perú. Todas estas operaciones deberán materializarse en el transcurso de 2014.
En este contexto, uno de los grupos más líquidos del momento es la familia Ibáñez Scott, que tras sucesivas ventas de su participación y control de la ex D&S (matriz de Líder y Ekono) a Walmart, ha recaudado en los últimos años cerca de US$3.491 millones.
El grupo Penta, de los empresarios Carlos Alberto Delano y Carlos Eugenio Lavín, fue uno de los primeros en decidirse a vender participaciones de sus empresas emblemáticas, como ocurrió con el traspaso de AFP Cuprum a Principal Financial Group, en US$953,5 millones.
En el sector alimentario, la gran operación del pasado año la realizó el empresario Pedro Ibáñez, que transfirió Tresmontes Lucchetti a la colombiana Nutresa en US$605,3 millones.
A estas transacciones se sumaron la venta de Laboratorios Andrómaco, la enajenación del 11,4% de Clínica Las Condes y el traspaso de acciones de Azul Azul, por parte de José Yuraszeck y Federico Valdés. En el período, también el grupo Sigdo Koppers se desprendió de sus filiales en Perú, y se produjo el cambio de control de tiendas Dijon, entre otros.
Otro empresario que acrecentó sus recursos disponibles fue Eleodoro Matte, quien tras reordenar sus sociedades (Rentas Bío Bío e Inversiones Porto Seguro) e inyectarles más recursos, hoy sondea nuevos mercados para consolidar sus inversiones personales.
En la misma línea el Grupo Bethia, encabezado por Carlos Heller, continúa reordenando sociedades y buscando nuevas inversiones gracias a los flujos que obtiene de Falabella y Latam. De hecho, el mes pasado este conglomerado acordó inyectar unos US$ 70 millones en Inversiones Betlan, el vehículo que emplean para participar en la línea aérea.
Con la millonaria caja disponible, las empresas chilenas están "vitrineando" en algunos mercados de la región que ya son conocidos, y en otros están colocando sus primeras fichas para luego iniciar una segunda etapa de expansión.
Al igual que en años anteriores, Perú y Colombia asoman como los principales destinos de la "armada empresarial" chilena.
Para la analista de retail de Banchile, Cristina Acle , Colombia es "el" destino que deberían privilegiar las empresas chilenas, ya que "presenta las mejores oportunidades de inversión y tiene un sistema macroeconómico muy interesante".
Agrega que, a diferencia de Perú, donde la ciudad de Lima genera atractivas oportunidades de inversión, Colombia posee al menos cinco ciudades con más de un millón de personas. Entre ellas, destaca a Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.
"Estas ciudades son distintas y ofrecen una gama de oportunidades para que los retailers chilenos prueben formatos y tengan economías de escala", dice Acle.
Añade que dentro de los actores chilenos presentes en tierras cafeteras, Cencosud es uno de los que tienen mejores perspectivas, ya que cuando compró las operaciones de Carrefour, a fines de 2012, también adquirió importantes paños de terrenos estratégicos ubicados en las ciudades mencionadas.
Aunque los inversionistas chilenos están presentes desde hace más de una década en Perú, existen nuevas áreas de negocios que podrían resultar atractivas para la caja de los grupos económicos chilenos.
Y aunque el precio de los commodities ha afectado a su economía, se espera que este país crezca 5,6% este año, el nivel más alto de la región.
"Perú tiene una historia de crecimiento consistente en los últimos años y creo que existen oportunidades en el consumo, ya que la expansión de su economía ha impulsado a su clase media. Sigue siendo un país top en crecimiento, y las empresas chilenas que quieren expandirse debieran estar ahí", sostiene el jefe de estudios de Banco Penta, Mauricio Cañas .
Agrega que la expansión de la economía peruana abre espacio para actores chilenos que hoy no están presentes en esas tierras. "Hay oportunidad en el sector de alimentos, retail y bancarización. La torta creció y hay posibilidad de que nuevas empresas lleguen a sectores donde predominan empresas peruanas", afirma Cañas.
Aunque durante los últimos años algunas empresas chilenas han incursionado en mercados nuevos como Uruguay y Paraguay, en la industria financiera aseguran que los destinos de las inversiones chilenas paulatinamente se irán a países como Brasil, Estados Unidos y México, mercados grandes, donde el ticket de ingreso es mucho más alto que en Perú o Colombia.
Para la analista de Tanner, Elizabeth Palma las cartas de las empresas chilenas estarán enfocadas en Brasil, economía que tiene a más de 190 millones de personas, y que si bien hoy no pasa por un gran momento, el mundial de fútbol y las próximas olimpiadas podrían impulsar distintos sectores.
Enersis dio una clara señal de la intención que pueden tener las empresas tras lanzar una OPA por la brasileña Coelce, en US$645 millones. "Es un mercado más grande donde irán apareciendo nichos interesantes para los chilenos", afirma Palma.
Estados Unidos es otro de los mercados que podrían interesar a los chilenos, ya que la recuperación de su economía postcrisis subprime ha abierto el apetito de algunos chilenos. Ejemplo de ello es el Banco BCI, que acordó la compra del City National Bank of Florida en casi US$900 millones y cuya autorización fue otorgada durante esta semana por la Superintendencia de Bancos (SBIF).
Una apuesta que para Mauricio Cañas podría ser replicada en otros sectores de la economía estadounidense. "Hay oportunidades reales en el sector inmobiliario de Florida, debido al alto nivel de patrimonio que tienen sus residentes. Eso sí, los chilenos tendrán mucha más competencia y una rentabilidad más acotada que en otros países", advierte.
México también podría ser una de las nuevas apuestas de los grupos chilenos que actualmente tienen una tímida presencia, donde destacan CMPC, Arauco, Sonda, Crystal Lagoons y Masisa.
Fuentes del mercado financiero sostienen que bancos de inversiones chilenos y extranjeros han llevado a los grupos empresariales chilenos o a sus familys office a tierras aztecas para mostrarles cuáles son los sectores donde podrían ingresar.
También sostienen que hay sectores como infraestructura y obras civiles que podrían ofrecer espacios para los inversionistas chilenos, pues existe un déficit importante en obras viales. Además, hay sectores con alta concentración de mercado, como el de telecomunicaciones, donde el grupo Slim tiene una importante torta del mercado.
Compass Group ha sido una de las firmas más activas en promover las inversiones de Chile a México. De hecho, el banco de inversiones organizó en septiembre pasado una gira a ese país con los principales ejecutivos de family offices locales, entre ellos: Inversiones Porto Seguro (de Eliodoro Matte), Inversiones Petrohué (familia Sarquis), Inversiones GP (familia Gálmez), Bancard (familia Piñera) e Inversiones Arizona (de Andrónico Luksic), además de algunos institucionales de Chile, Perú y Colombia. La oferta preparada por Compass incluyó el mercado inmobiliario, de la construcción e infraestructura, el área agroindustrial, las microfinanzas, el sector petrolero y el de energía, todas áreas en las que el gobierno mexicano ha puesto sus expectativas de crecimiento para este año.
"Para entrar a México se necesitan espaldas financieras, porque es un mercado muy grande, con competidores muy fuertes y con regulaciones exigentes", afirma un gerente de finanzas corporativas de una corredora de bolsa.
Otro experto agregó que la ventaja de México es la gran escala de su mercado, lo que permite encontrar firmas medianas -que bajo el estándar chileno serían de gran tamaño- a buenos precios y con altos retornos.
En el radar de las empresas chilenas también aparecen -en menor medida- países como Uruguay y Paraguay. En este último, el grupo Luksic, a través de CCU, compró el 50% de Bebidas del Paraguay al grupo local Cartes.
La minería y energía en Paraguay podrían ser atractivas para los empresarios chilenos, comentan en el mercado financiero. A modo de ejemplo, indican que en El Chaco se están haciendo exploraciones petroleras que podrían necesitar de un socio con caja suficiente para invertir en esta exploración.
